Germán

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Mi mente daba mil vueltas, no sé si creer que el primo de Renata la proteja tanto, algo se me hace extraño en todo esto, tengo que descubrir que se lo que ella oculta, puedo darme cuenta que en sus ojos hay tristeza, dolor, sufrimiento, miedo.

Quisiera protegerla y ayudarla en cualquier cosa que ella quiera quiero que comprenda que estaré ahí para todo lo que ella me pida- mi subconsciente estaba diciendo puras tonteras, como una chica así podría gustarme, como esa chica tan "X" podía causar esto en mi, puede que sea un error tal vez solo me este encariñado y nada más.

En ese momento sonó mi celular, lo saque de mi bolsillo era una llamada de mi amigo Eduardo contesté.

Qué pasó Bro.

Bro no quiere venir a una fiesta en casa de Marisol está súper buena, está la piscina llena de puras nenas en traje de baño, no sabes hermano pura hermosura.

Pensé ya me hace falta un poco de fiesta la semana ha está muy dura - claro Bro llego en 20.- colgué y hacelere a tope.

Llegué a casa de la supuesta Marisol no sabía quién era pero por lo visto la fiesta está de lujo, camine entre la gente apartando a chicas que se me pegaban el trasero al miembro, buscaba detenidamente a mi amigo hasta que alguien estampó sus labios contra a mi, al apartarla era Susana una de las chicas con la que tengo aventuras ella era la más frecuente ya que era maravillosa en la cama.

Hola guapo por qué tan solito.

Estaba solo, pero ahora llegaste tú y ya no lo estoy- tome el vaso que traía en la mano y lo observé era wiski mi favorito me lo tomé todo de un solo trago, camine hasta donde estaba una barra improvisada y pedí otro, Susana me arrastraba a la pista de baile, me abrazaba del cuello y bailaba sensualmente meneaba las caderas al compás de la música, tras pasaban las canciones yo seguía bebiendo hasta que llegó el punto que comenze a matarme demaciado ya no sabía por donde caminar, Susana en un acto de impulso me tomo de la mano y me besó, me besó tan apasionadamente que mi miembro comenzó a ponerse erecto, la tome de la cintura y camine con ella, subimos las escaleras y entramos a al baño, puse pasador, para que nadie nos molestará, la tome de la cintura y la levanté ella enrollo sus piernas alrededor de mis cintura mis manos se posaron en sus glúteos, la diminuta falda que llevaba se levantó y así dejarme ver su tentadora tanga color negro ella seguía besándome el cuello y eso realmente me prendía, camine al lavamanos y la senté a orilla de este, sin ningún cuidado posicione unas de mis manos en su vagina con unos de mis dedos comenze a masajear su clítoris, ella cada vez más presionaba sus piernas en mi cadera, subí la intencidad de los movimientos en mi mano ella gemía magníficamente, me apresure a desabrochar mi pantalón, saque mi miembro ya erecto pero antes de eso saque de mi bolsillo una pequeña bolsita de color plata lo abrí con cuidado saque el preservativo y me lo coloque, abrí de piernas a Susana sin previo aviso metí mi miembro, la embestia con brutalidad ella gemía por lo alto, me encantaba saber que podía causar eso en ella, confirme pasaba el tiempo aumentaba el ritmo, ella clavaba su barbilla en mi cuello, me apretaba de las cintura y sus manos asían un torpe intento por arañar mi espalda, movía las caderas de una manera salvaje esta mujer era pasión, estaba a punto de llegar a mi climax cuando inconscientemente en un gemido se me escapó el nombre de Renata, para esto los dos ya habíamos alcanzado el climax, no sé si nombre a Renata por la estrepitosa cantidad de alcohol que tenía en el organismo o por qué todo el tiempo avía estado pensando en ella.

Susana no se dio cuenta de que avía nombrado a Renata en vez de ella, se bajó de el lavamanos se acomodó la ropa me dio un beso fugas y salió de ahí.

Me quedé un momento pensado lo que avía pasado pero en estos momentos estaba deseando más que nunca tenar a Renata entre mis brazos, salí del baño y baje las escaleras tambaleandome camine hasta afuera de la casa, saque mis llaves abri la puerta del carro, subí lo enciendo y comienze a manejar, no se precisamente a donde voy pero cuando me doy cuenta estoy afuera de la casa de Renata, estaba viendo como acosador hacia su ventana la luz estaba apagada no pensé sí la despertaría así que tome mi teléfono  a demás quien piensa en el estado en el que estoy  marque su número.

Un pitido...

Dos pitidos...

Tres pitidos...

Si, bueno - escucho su hermosa voz adormilada.

Si, Renata será que te puedes asomar por la ventana.

Espera deja me levanto.

Ella se asomó por la ventana y de quedó viendo directo a mi carro, vi como abría los ojos exageradamente- será que puedo entrar a tu recamara.

En primera que haces afuera de mi casa y en segunda sí puedes pero con cuidado.

Colgué la llamada me baje de mi auto y con el mayor sigilo posible camine al árbol que está en al pie de su ventana lo estaba escalando cuando de repente me resbale y caí, después del golpe no supe más de mi.

Un respiro...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora