Renata

48 4 0
                                    

Estoy flotando ha la deriva mi cuerpo se siente tan relajado, me dejó llevar por un agudo sonido, es algo irritante, trato de moverme pero algo me lo impide mi brazo y pierna pesan, me desespero y abro los ojos de golpe, enfoco no que está a mi alrededor me desconcierta que unos intensos ojos azules me miren, término de asimilar lo que ha pasado a mi meten viene el recuerdo de un carro pasando me encima, en un reflejo de coraje levanto mi mano derecha y la estampó en la cara del causante de este accidente.

Pero por que me golpeas.

Pues por que sera que descaradamente me pasaste tu auto encima.- dije con el seño  fruncido.

En verdad no valía la pena que me golpearas Renata.

Espera un momento como sabes mi nombre.

Pues el doctor busco entre tus pertenencias, y encontró tu identificación y pues creo ya comunicaron a tu casa que estás en el hospital y por cierto mi nombre es....

Germán Sanchez, te conozco desde primer año de curso compartimos gimnasia, matemáticas, literatura entre otras materias.

Wow me sorprende que sepas mi nombre pero lo que no puedo creer es que yo no te haya notado en el colegio.

Si sobre eso me siento en los lugares de atrás en el salón ya que como te pusiste dar cuenta soy diferente en ciertos aspectos.

Pues dejame decirte que tienes unos ojos hermosos, si no me equivoco al padecimiento que tienes se le llama heterocromia.

Me sonroja ante aquellas palabras ya que era la primera vez que alguien no se burlaba del color de mis ojos.

Nos quedamos platicando un rato más, hasta que por la puerta del cuarto entró  Misael, al verlo me puse pálida y tome involuntariamente  la mano de Germán, el me miro raro pero en ese tacto sentí una corriente eléctrica por todo el cuerpo.

El semblante de Misael cambio de un momento a otro al ver que tomaba la mano de Germán, se acercó hasta a mi y me tomo un mechón de cabello.

Hola Renata, me avisaron y me vine corriendo para acá todavía no le avisó a Roberto ni a a mi tía Natalia pero en unos momentos les comunicó- me dijo pasando una de sus manos en mi rostro miraba a Germán de una manera amenazante-  y por cierto tu quien eres y qué haces aquí con mi prima- le dijo con un tono arrogante ha Germán.

Pues soy el compañero de clase de Renata y pues me quedé con ella en lo que llegaban sus familiares.

Pues creo que ya fue suficiente ya te puedes marchar, yo le diré a mi tía que la cuidaste.

Lo lamento pero no me puedo ir ya que yo llegué con ella y me voy con ella- Germán se levantó de una manera violenta y se puso al tamaño de Misael, Germán es más alto por unos 10 cm pero Misael es intimidante.

Pues lamento decirte niñato que ella se quedará conmigo, yo la cuidare.
Germán lo miro a los ojos retándolo, como pude me levanté aunque me dolió demasiado, me puse en medio de los 2, pero para mi mala suerte no aguante el peso de mi cuerpo y termine cayendome al suelo, en un acto de reflejo Germán me atrapó me ayudó sentar en la cama, Misael sólo me miraba.

Germán creo que debes irte te agradezco lo que hiciste por mí.

Pero Renata no puedo dejarte aquí.

No te preocupes me quedo con mi primo- dije con un nudo en la garganta.

Esta bien, su necesitas algo te dejo mi número si.- me dijo con su hermosa sonrisa, se dio media vuelta y salió de la recámara sin antes darle una mirada asesina a Misael.

Se puede saber por que le coqueteabas "golfa"- dijo Misael con un todo de impotencia

No estaba coqueteando con nadie y si es así no debe de importarte ya que es mi vida no la tuya.

Pues que crees princesa tu vida es más mía que tuya- me dijo acercándose lentamente a mi oido- ho ya olvidaste los buenos momentos que hemos pasado en tu alcoba primita.-  al terminar de decir eso lamio mi oído.

Pasé la peor noche ya que si pegaba el ojo Misael podría hacerme algo, a la mañana siguiente salí del hospital afuera me esperaba mi madre y mi tío con cuidado me ayudaron a entrar a la camioneta, trayecto a casa me quedé dormida ya que todavía no terminaban de pasarse el efecto de los medicamentos, siento que la camioneta frena de golpe.

Enana despierta ya llegamos a la casa- me dijo Misael acariciando ni mejilla, el simple Rose de sus dedos me causaba repugnancia.

Me carga en sus brazos y me lleva a la casa, mi madre le pide que me lleva a mi alcoba, valla error, al entrar a mi recamara me besa con furia y desespero, me duele y da asco que su lengua entre a mi boca.

No puedo hacer nada ya que si me atrevo a hablar o a hacer algún comentario la vida de mi madre corre peligro.

Suspiro mientras el tapa mi boca y me enviaste con furia, una lágrima corre por mi rostro, un día más que el me hace daño.

Un respiro...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora