Ochoa solo observaba a David con repudio antes de que le cubrieran los ojos con una venda, escuchó como le colocaban esas esposas pesadas y empezó a caminar a empujones hacia una dirección desconocida; tenía el cerebro medio dormido y mucha hambre ni siquiera tuvo tiempo para desayunar. Era escoltado hasta llegar a ese maldito lugar reconociendo la voz del coronel, sus risas le hacían gruñir internamente al mismo tiempo que su respiración se agitaba ante el dolor fantasma en sus manos y piernas.
Estaba exhausto, no tenía forma de sacar provecho a la situación ni siquiera lo liberaron de aquellas ataduras y fue obligado arrodillarse, donde fue encadenado por el cuello y los soldados no se marcharon. Scaloni solo escuchó los gritos de Guillermo y veía la sombra de Diego mutilando la piel del humano para poder realizar unos análisis.
— Conque te gusta pelear — expresó Diego y no dudó en darle un par de puñetazos en el rostro del rizado y otro fuerte golpe directo en la nariz con un rifle rompiéndolo en el acto.
Guillermo escupió un poco de sangre proveniente de sus labios y bajo su mirada donde uno de los soldados lo pateo con fuerza provocando que empezara a mirar borroso. Podía sentir su nariz húmeda por su propia sangre.
Diego sostuvo con fuerza su rostro analizando la fractura.
— Oh, su nariz está recuperándose de forma rápida. Los hematomas empiezan a desaparecer y su ritmo cardiaco se encuentra estable, las nanomáquinas siguen multiplicándose. El dolor seguirá, pero no tendrá ninguna herida. Interesante — comentó en un tono frívolo y arrogante e iba continuar con la tortura hasta que fueron interrumpidos por el mismo Gerardo Martino.
Diego permaneció inmóvil mientras Gerardo observaba al esclavo y alzó ambas cejas al ver tanta sangre en el suelo — Cancela tus experimentos por ahora, el carnaval será un par de días y hemos recibido muchas apuestas. Tendremos casa llena, necesita unos días e inclusive ya le ordené a Beckham tenerlo fuera de los entramientos militares — Martino se retiró sin decir nada más y Guillermo lo miro de reojo, grabándose sus facciones.
El primer pensamiento de Lionel Messi en las mañanas fue sobre el estado actual de Guillermo y es que desde las madrugadas lo llevaban lejos ni siquiera podía seguirlo ante el buen oído de su padre y solo esperaba la noche para poder estar tranquilo un rato.
— Déjalo aquí — expresó uno de los soldados y no dudaron en dejar caer el cuerpo adolorido del humano en la entrada.
Lionel estaba a punto de ir por Guillermo, pero fue detenido por David quién lo sostuvo del brazo con fuerza — Regresa a tu habitación, es una orden. — Messi se zafó a regañadientes e iba hacer caso omiso a la orden, pero Scaloni lo terminó por obligar retirarse — Igual de rebelde que su padre — susurró Beckham provocando una tensión en su esposo.
Decidió ignorar ese comentario.
— Tendrá días para recuperarse. Solo me sorprende que aún tenga su cordura intacta... — expresó el británico mientras cargaba a un Guillermo inconsciente y sin decir ninguna palabra más, bajo la mirada atenta de sus cinco cachorros lo recostó el sofá permitiendo que durmiera.
La presión de aplastamiento mental evitaba que pudiera liberarse y su lobo interior simplemente ansiaba proteger su lado humano sin importar encadenarlo, pero significaría dejar a Messi en el vacío y siendo sincero tener a ese gatito mimándolo por las noches era su momento favorito.
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.— ¡Ay! — se quejó Guillermo cuando Scaloni le terminó de abrochar aquella camisa, pero pellizcándolo con fuerza al sentir su aroma señal de entrar en celo.
Ochoa odiaba tener los brazos adoloridos y pedir ayudar para vestirse.
— No eres más que un terco. Ya te ordené usar tus supresores Guillermo, hay más de un omega en casa. — regañó al humano y notó como el mexicano hacía un pequeño puchero.
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Juegos inhumanos
FanfictionLa noche era oscura en algún pequeño pueblo de México. Un denso silencio sepultaba las calles solitarias, roto solo por el pasar de las llantas sobre el asfalto. México no pasaba por un gran momento en la década de los 00's y se enfrentaba en una gu...