Capítulo 10

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Jungkook entró hecho una furia al edificio, ¿cómo sé atrevía ese hombre a amenazarlo cuando él estaba engañando a Jimin? Solo hasta que estuvo dentro del elevador comenzó a pensar con claridad, y cosas que había pasado por alto ahora comenzaban a plantearse en su cabeza.

¿Cómo supo que él había sido el amante de Jimin? ¿En qué momento se enteró? ¿Él se lo confesó? Esas y más preguntas lo asaltaron, no se había parado a pensar en todo eso, y necesitaba averiguarlo, necesitaba hablar con Jimin, quería respuestas y las quería en ese momento.

En cuanto llegó a su piso, se puso en marcha pero no entró a su departamento, por primera vez tocó la puerta de su vecino. Escuchó pasos apresurados y casi de inmediato la puerta se abrió, pero no era el rubio quien estaba delante suyo, sino su pequeño hijo.

—¿Qué quieres? —le preguntó el pequeño con su dulce vocecita y palabras entrecortadas, mientras lo miraba con sus enormes ojos fijamente.

—Hola, ¿quiero hablar con tu papi Jimin? —respondió sonriendo usando el mismo tono que utilizaba al hablar con su sobrina.

—Mmm mi papi se está duchando, ¿para qué quieres hablar con él? ¿Quieres que te firme un libro? Eso lo hace mucha gente cuando lo ve, a veces estamos en el parque y de pronto llegan y le dicen que lo haga y también vuela a otros lugares a firmarlos, y cuando eso pasa no me puede llevar y me quedo con mi papi Nam y mi tío Jin.

Jungkook escuchó atentamente al pequeño, que parecía ser tan inteligente y esa sensación que había sentido cuando lo conoció en Busan volvió a sentirla mientras solo veía, pasar de un tema a otro con bastante rapidez, olvidándose por completo de que había preguntado por su papá. De pronto la voz de Jimin se escuchó al fondo.

—Park MinJun porque abriste la puerta, sabes que no debes hacerlo —lo reprendió Jimin, mientras caminaba hacia él niño, aún sin verlo a él.

—Pero papi, es que el señor tocó la puerta, y quiere que le firmes un libro —dijo con inocencia.

Jimin llegó hasta la puerta y puso al pequeño detrás suyo, pensando en que un fan había invadido su casa, y por un segundo se relajo al ver a Jungkook de pie en la puerta, antes de volver a ponerse en alerta. 

—¿Que… que haces aquí? —le preguntó con notable nerviosismo.

—Necesito hablar contigo Jimin, y no me pienso mover de aquí hasta que lo hagamos.

—Yo no tengo nada que hablar contigo Jungkook, además Namjoon no tarda en llegar, solo salió a correr —dijo buscando alejarlo.

Él no tenía porque saber que bajaría a desayunar junto a Jin.

—No me importa, ya te lo dije quiero hablar contigo y si es necesario que lo haga por la fuerza lo voy a hacer —exigió el pelinegro y Jimin sintió el nudo en su estómago retorcerse un poco más al ver esa mirada decidida en él.

Sabía que no se marcharía hasta que obtuviera lo que quería, no quería otra escena frente a su hijo, así que asintió.

—Esta bien, pero no aquí, ni ahora, a las doce del día tengo una reunión con mi agente y tengo que salir, así que nos podemos ver en el café que está cerca, nos vemos ahí a la una —dijo aceptando hablar y Jungkook asintió.

—Dame tu número —exigió y Jimin lo miró entre confundido y molesto, era la primera vez que Jimin veía esa actitud en él.

Volvió a suspirar y le dió su número que él anotó rápidamente.

—Te mandé un mensaje para que sepas cuál es mi número, mándame la ubicación del lugar. Nos vemos más tarde Jimin —le dijo despidiéndose.

El rubio lo vio entrar a su departamento y soltó el aire que no sabía había estado sosteniendo, estaría a solas con Jungkook después de mucho tiempo, ¿que quería hablar con él y porque estaba tan decidido de pronto? Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir las manitas de MinJun tirando de su pantalón para llamar su atención.

죄책감이 드는 ★Guilty★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora