Jimin sentía que su vida comenzaba a acomodarse en el carril correcto, la última semana había sido de ajustes, la misma noche en que Jungkook se había enterado de su paternidad habían hablado largo tiempo, le había dicho que no lo presionaría para decirle quién era realmente a su hijo, pero había insistido en pasar el mayor tiempo posible con él, para que se acostumbrará a su presencia.
Y lo había hecho, todos los días nada más despertar tocaba su puerta para estar ahí cuando MinJun se despertara, lo había acompañado a llevarlo a la guardería y después a recogerlo, había insistido en llevarlo al parque, y después a la juguetería.
Por suerte su hijo estaba tomando de buena manera la presencia del pelinegro, y lo hacía pensar en el dicho de que la sangre es más espesa que el agua, MinJun estaba encantado con él, no paraba de preguntarle cosas sobre él y su trabajo, lo había hecho prometerle que lo llevaría a conocer su avión.
Pero por otro lado la relación de ellos estaba en modo platónico, hablaban y convivían como dos buenos amigos, se habían puesto al corriente sobre lo que había hecho el pelinegro durante esos años, pero la tensión entre ellos seguía ahí. Cada que se tocaban por error o sus miradas se conectaban, su corazón se aceleraba, y quería volver a sentir sus manos sobre su cuerpo, saber si sus besos seguían sabiendo igual que antes.
Intuía que Jungkook se sentía igual, en más de una ocasión lo había descubierto mirando sus labios, o el brillo de deseo en sus ojos negros. Pero sabía que respetaría su petición de ir despacio, y él también quería hacerlo, pero necesitaba quitarse esas ganas de volver a besarlo, sentirlo.
Ya era de noche y como en los últimos días, veía a Jungkook sentado aún lado de la pequeña cama de su hijo con un libro en sus manos leyéndole un cuento, los pequeños ojitos de su hijo se resistían a cerrarse, pero está perdiendo la batalla, no había terminado la última página cuando por fin el sueño lo venció, Jungkook se levantó, dejó el libro sobre la mesita, se inclinó y besó su frente antes de acomodar la cobija cubriendo bien su cuerpecito.
—Cada día que pasa se acostumbra más a tí —le dijo mientras se acercaba a su hijo y besaba su mejilla.
—Eso pretendo, muero de ganas por decirle que soy su padre y escucharlo decirme papá.
—Dame un poco más de tiempo —le pidió.
Jungkook asintió, haciéndose a un lado para dejarlo salir del cuarto, sus cuerpos se rozaron al pasar y esa corriente eléctrica que lo hacía temblar cada que estaba cerca del piloto, volvió a recorrerlo. Sus ojos se enfrentaron, Jungkook se movió al frente, encerrándolo entre la puerta y su cuerpo.
—Voy a besarte —dijo y mentiría si dijera que quería detenerlo.
Sus ojos se cerraron por automático esperando el toque, Jungkook tomó su rostro entre sus manos, su aliento rozó su boca antes de sentir el anhelado toque de sus labios, ninguno de los dos se apuro, era un beso lento, suave. Sus bocas se movían con sincronía, y cuando la lengua del pelinegro se abrió paso, un jadeo escapó de sus garganta. Pronto sus fuertes manos se cerraron sobre su cintura atrayéndolo a su cuerpo.
Jimin se sentía flotar, sus labios sabían igual a como lo recordaba, su cuerpo seguía respondiendo a su toque con la misma intensidad, su corazón podía jurar que se escuchaba de tan fuerte que latía. Cuando Jungkook soltó su boca mordió suavemente su labio inferior, antes de apoyar su frente sobre la suya.
—Te extrañaba tanto, moría por besarte, no te imaginas cuánto —dijo con los ojos cerrados.
—Yo me siento igual, pero no quiero apresurarme, quiero hacer las cosas bien está vez —confesó.
—Lo haremos, lo prometo —dijo antes de volver a besarlo.
Está vez no había ternura, ni suavidad, el beso era duro y desesperado, las manos de Jungkook bajaron hasta su trasero y lo empujó hacia él, haciéndolo sentir su deseo, un gemido escapó de sus labios.
—Jungkook —jadeo entre el beso —por favor —suplicó sin saber exactamente porqué lo hacía.
—Por favor, ¿Qué? ¿Me detengo? —pregunto antes de besar su cuello.
Jimin asintió, pero su cuerpo pedía lo contrario, envolviendo su cuello con sus manos, y tirando suavemente de su cabello.
—Ah.. aquí no… MinJun podría despertar —dijo rindiéndose a sus deseos.
Jungkook asintió y sin deja de besarlo comenzó a guiar sus pasos hasta su alcoba, abrió la puerta y lo llevó hasta la cama, Jimin le dió la vuelta sentadólo al borde de la cama y subiéndose encima a horcajadas, sus caderas moviéndose creando fricción en su entrepierna.
La camisa de Jimin pronto fue desechada, Jungkook tomó uno de sus pezones entre sus dientes, tirando de él haciéndolo gemir, con desespero el rubio comenzó a desabrochar el pantalón del piloto, cuando de pronto él teléfono del pelinegro comenzó a sonar, trato de ignorar la llamada, pero cuando la primera se perdió y de inmediato volvió a sonar supo que era importante.
A regañadientes ambos se detuvieron, al ver el nombre de su hermana en la pantalla se preocupó, contestó mientras vio como Jimin levantaba su camisa y se la ponía.
—¿Qué pasa? —respondió.
—¿Jungkook dónde estás? Estoy afuera de tu casa, necesito que te quedes con Sarang, Tae tuvo un pequeño accidente y está en el hospital y necesito quedarme con él —pidió su hermana.
—Estoy enfrente ahora salgo —dijo y colgó—. Jimin lo siento, mi hermana está afuera y mi cuñado, algo pasó.
El rubio asintió y lo acompañó a la salida, se sentía frustrado, pero también sentía que el que los hubieran detenido era una señal, quizá aún no era tiempo.
En cuanto abrió la puerta la hermana de Jungkook lo miró con él ceño fruncido y una clara molestia, antes de enfocar a su hermano como buscando una respuesta.
—Ahora no es el momento Eun, ¿Que paso con Taehyung? —pidió Jungkook antes de preguntar por su cuñado.
—Fue un accidente en el trabajo, no es grave, pero igual necesito estar con él, ¿puedes quedarte con Sarang? —respondió su hermana, pero sin dejar de ver de reojo al rubio.
—Por supuesto, déjala y manténme informado si necesitas algo —aceptó Jungkook estirando sus brazos para recibir a su sobrina.
Eun Shi le entró a su hija junto a un pequeño bolso que contenía lo que pudiera ocupar.
—Mañana vengo por ella y tú y yo tenemos que hablar —le dijo antes de darse la vuelta sin molestarse en dirigirle una palabra a Jimin.
Jungkook la vio alejarse y suspiró pesadamente, antes de volver a ver a Jimin.
—Lo siento por eso.
—Tranquilo, se que no soy su persona favorita y lo seré mucho menos después de que sepa sobre MinJun.
Jungkook no dijo nada, pero sabía que Eun Shi no tomaría de buena forma la noticia, la pequeña se removió inquieta, y Jimin se despidió, para que la llevara a acostar, ya mañana seria otro día.
Capítulo cortito solo para no dejarlas sin actualización está semana.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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죄책감이 드는 ★Guilty★
FanficJimin se casó demasiado joven y perdidamente enamorado, juraba que su amor sería eterno y que envejecería al lado de su esposo. Pero varios años después, la carga de trabajo, la falta de comunicación y el sentirse atrapado en algo que no soñó, lo ha...