Mientras Lee Felix caminaba por los solitarios pasillos de la gran casa del Señor Han, buscándolo de puerta en puerta como si fuera su propio hogar —en el cual era siempre bienvenido, según Jisung— se encontró con un no tan agradable panorama.
Se cubrió la boca con sus manos enguantadas en cuero, horrorizado por la imagen.
Pero lo que más lo horrorizaba, era que aquella imagen no le parecía del todo grotesca e intolerable.
Por supuesto era obscena y prohibida, pero lo intrigaba.
Frente a Felix, se encontraba el joven a quien buscaba, besando con vehemencia a otro individuo que parecía ser su sirviente.
No quiso interrumpir la escena, sólo simplemente retirarse, pero un jadeo traicionero salió de su boca, espantando a los protagonistas de la escena.
— Y-yo… Mil disculpas, no estaba en mi propósito interrumpir sus… muestras de afecto — se excusó, casi temblando, teniendo en cuenta que aquellos momentos íntimos les estaban rotundamente prohibidos.
— Lee Felix, no sabía que fuese tan curioso — chasqueó Han, acomodándose el cuello de la camisa, haciendo igualmente con la prenda del contrario —. ¿Gustaría unirse?
— ¡No! Me refiero a que… no me agradaría entrometerme en esta relación…
— Teme que lo descubran.
— Es suficiente con que yo ya conozca esto-
— Se que no hablaría, Lee Felix — suspiró Han, acercándose al joven, acariciando su mejilla —, me amas demasiado.
Lo peor era que tenía razón. No con las palabras adecuadas, pero estaba en lo cierto. Una pequeña risa se escapó de los labios de Felix.
— Él es Minho. Imagino que no los había presentado antes — dijo, señalando al joven tras suyo —. Ahora, Señor Felix, ¿qué es aquello que necesita tan urgentemente?
Negó, encogiéndose de hombros.
— No lo sé; o supongo que saludar a las personas ya no es un acto de cordialidad. No esperaba encontrar… esto.
El señor Han rió, irónico. Extrañamente no le molestaba tanto como la ridícula risa de aquel fumador de pipa.
¿Sería por la costumbre?
— No puedes no esperar esto, sabiendo que soy yo.
Felix sonrió.
— Está en lo cierto, Señor. Luego hablaremos sobre eso.
Cuando finalmente decidió devolver sus pasos hacia el salón de baile, delató a un par de ojos mirándolo. Olivia.
— Hermano — dijo ella, apacible. Sonrió levemente —, deduje que te hallarías dialogando con el Señor Han Jisung.
— ¿Olivia? Supuse que estarías con madre en casa.
— Ella comunicó algo extraño: no estaba dispuesta a seguir la disputa. Declaró que debía decírtelo de inmediato — respondió, y finalizó diciendo que los criados preparaban su transporte. Se irían a casa.
Sonrió, y le dijo a la joven que esperaría fuera. Qué decisión más miserable.
En eso, encontró la imagen de aquel joven que había conocido un par de meses atrás, fumando de su pipa, y curiosamente leyendo un libro.
De pronto, la idea de esperar unos momentos afuera no se le hizo tan horrorosa. Felix oyó el suspiro proveniente del Señor Hwang, que acto seguido citó:
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Miradas y Secretos ━━━━━.Hyunlix
أدب الهواة𝐌𝐈𝐑𝐀𝐃𝐀𝐒 𝐘 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒 | ❝ "Sé quién es usted en realidad." "Entonces ¿por qué no se ha alejado ya?" "Porque no me importaría besar sus labios ahora mismo" ❞ ▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔ ᴡᴇʟᴄᴏᴍᴇ ᴛᴏ: ...