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Su despertar fue amargo; no podía conciliar el sueño desde que leyó la maldita petición. Solo pensaba en por qué Tom le hacía esto. Sacudió las sábanas y las tiró para levantarse. Sin siquiera ser las seis de la mañana, fue hasta la habitación de Warren y golpeó la puerta ferozmente hasta que Luke abrió. No dijo nada y solo se sentó en la cama. Warren lo abrazó por la espalda, sabiendo que algo sucedía, y solo esperaba que el enfurecido se calmara. Cuando sintió que al fin se relajó, se sentó junto a él.

-Ahora, dime, ¿qué haces tumbándome la puerta a estas horas?- Warren lo hizo colocar su cabeza en su hombro.

-Me llegó esto ayer- susurró, entregando la carta.

-¿Qué es?- Warren lo tomó y leyó. -¡Qué!, ¿en serio?- pronunció, atónico.

-Sí, Tom me está demandando por secuestro. Debo volver a Berlín mañana o si no, me quitará a Charlie-.

-No lo puede hacer, tú también eres su padre, Bill- expresó Luke.

-No sé cómo lo hizo, pero tengo que hacerlo-.

-Déjame llamar a Oliver-.

-¿Para qué lo vas a llamar, cariño?- riñó Luke desde el umbral.

-Él es abogado, recuerda.

Warren conversó un poco con Oliver, y este le dijo que lo ayudaría a contrademandar a Tom, pero por el momento, Bill debía regresar a Berlín para no complicar más la situación. Warren le contó todo a su amigo, y aunque no estaba de acuerdo, aceptó regresar al día siguiente a primera hora. Sin embargo, antes de eso, el modelo convenció al enfurecido Bill de que necesitaba un cambio de look, porque el nuevo Bill que llegaría a Berlín iba a ser implacable. Eso era lo que decía el modelo, mientras iban camino al salón de belleza del resort.

Simone los acompañó, era tiempo de un buen corte en su cabello castaño. Dejando a Luke y Gordon a cargo del pobre Oliver, que no hallaba forma de ganarse a su "suegro".

-Sentémonos aquí -indicó Gordon cuando llegaron al bar del resort. Jalaron las sillas y llamaron a la mesera para ordenar unos cócteles.

-¿Y bien, Oliver? ¿Qué intenciones tienes con mi bebé? -preguntó Gordon, yendo al grano con una seriedad protectora que hizo a Oliver tragar saliva.

-Son buenas mis intenciones -murmuró como pudo.

-Sabes, acepto que he descuidado a Bill por mucho tiempo, pero mi carrera me mantenía ocupado. Ahora que ya he dado fin a esa carrera, puedo disponer de todo mi tiempo para Bill y Charlie, y más ahora que el estúpido de su ex lo abandonó. Aceptar a Tom en la vida de mi hijo fue difícil, y mira lo decepcionado que me dejó. Espero que tú seas la excepción, porque te destruiré -indicó lo más calmado posible, revolviendo su vaso.

-No debe preocuparse, Gordon -murmuró Oliver.

-¿Quién se preocupa? -dijo Gordon carcajeando, seguido de Luke, que también lo veía intimidante.

-Ya que estamos hablando de este tema, quería pedirle permiso para frecuentar a Bill -murmuró Oliver, casi ininteligible.

-Mi hijo es quien decide con quién sale o no. Solo ten cuidado -dijo Gordon.

Oliver asintió y vio la oportunidad perfecta de escapar de esos dos hombres protectores cuando le entró una llamada.

Oliver asintió y vio la oportunidad perfecta de escapar de esos dos hombres protectores cuando le entró una llamada

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Bill miraba su nuevo look, aunque tenía intenciones de teñirlo de rubio. La estilista le dijo que no era conveniente por su estado de embarazo. Además, el exrastudo entraba en la etapa más complicada del embarazo: los ocho meses de gestación, era donde tenía que tener más descanso y menos estrés. Pero seguramente Tom no lo sabía, porque demandarlo era una decisión drástica y Bill no entendía qué había cambiado. ¿Acaso el culpable no era Tom por besar a esa chica? porque tenía que ser él, el acosado.

Suspiró y vio su cabello corto y más oscuro. Pasó sus dedos por él para acomodarlo, viendo que, en verdad, se veía intimidante. Warren había hecho bien su trabajo al inyectarle en su sistema todo el amor propio y dignidad. Tom Kaulitz pensaba que regresaría a Berlín el mismo chico enamorado y sensible, pero eso había sido cortado de raíz, como las rastras bicolores que anteriormente adornaban su cabello.

-¿Listo? -indagó Simone, con sus mechones dorados en su cabello castaño.

-Sí, vamos -susurró Bill mientras se levantaba.

-¿Dónde está Warren? -preguntó al no ver a su amigo.

-Dijo que compraría algo que le hacía falta -informó Simone, guiando a Bill por los pasillos.

Bill asintió y salieron del salón de belleza, caminaron por los demás locales del resort, disfrutando del sol de la tarde y el aire fresco. De repente, divisaron a Warren en uno de los locales y éste les hizo una señal de llamada con la mano para que entraran. Cuando lo hicieron, vieron que era un local de tatuajes, llamado "Ink Infinity". Bill rio al ver lo emocionado que se veía Warren, escogiendo un diseño en un catálogo.

-¡Este es el perfecto! - chilló Warren, mostrándole el diseño a Bill.

-No puedo tatuarme por Charlie -indicó Bill, sobando su panza embarazada.

-Esta tinta es especial, además es pequeño... anda, vamos... ¡sí! -rogó Warren, que ahora lucía su cabello largo y oscuro con muchas trenzas adornadas con florecitas.

Bill sonrió y se sentó en la silla de tatuajes, sintiendo un poco de nerviosismo.

-¿Qué significa este diseño? -preguntó Bill, mirando el dibujo.

-Tú y yo estamos conectados en el infinito -explicó Warren, sonriendo.

Bill no entendió completamente el significado, pero confiaba en Warren. Colocó su dedo en la posición indicada y el tatuador comenzó a trabajar. Después, Warren pasó a la silla y le hicieron el mismo tatuaje.

Ya satisfecho por su hazaña, Warren se levantó y se estiró.

-Listo, amigo. Ahora estamos conectados para siempre -dijo Warren, sonriendo.

Salieron del local de tatuajes y se dirigieron de regreso al resort. Habían pasado todo el día visitando locales y era tiempo de descansar. Cuando Bill pasó por la puerta de su habitación, se descalzó y fue directamente al jacuzzi para darse un largo y relajante baño.

Mientras se sumergía en el agua caliente, Bill sabía que debía ser fuerte ahora y no dejarse amedrentar por Tom. Él no le iba a quitar a Charlie; tendría que pasar por encima de él.

-No te preocupes, Charlie -susurró Bill, acariciando su panza-. Estoy aquí para protegerte.

𝑫𝒆𝒓 𝑭𝒆𝒉𝒍𝒆𝒓  [TwcNr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora