𝟎𝟎𝟕

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La pelinegra se remueve en su cama al escuchar golpes brusco en la puerta

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La pelinegra se remueve en su cama al escuchar golpes brusco en la puerta. Por más que intenta ignorarlos, la voz gruesa del otro lado no ayuda, sobre todo porque los golpeteos no cesan.

—¡Levantate Molina, reunión en la cocina! — avisa Montana

La susodicha a regañadientes se levanta, camina al baño arrastrando los pies perezosamente para darse una ducha fresca y que le baje un poco la resaca. Cuando sale de la bañera se posiciona frente al espejo para maquillarse y tapar las ojeras de koala que tiene y también para el pequeño hematoma que tiene en su mejilla izquierda debido a la pelea de anoche.

Pequeños fragmentos le vienen a la mente como si fuera un disco rayado, no recuerda exactamente porque reaccionó de ese modo, ella no es de las que busca pelea a menos que la hagas perder la paciencia. Por otro lado, respecto a lo que pasó en el baño, casi no se acuerda nada y tampoco quiere hacerlo. Cattaleya prefiere hacer borrón y cuenta nueva, ni siquiera le apetece pensar en diferentes escenarios si hubiera rechazado la bebida.

—En tu vida vuelvas a dejar que te pongan un dedo encima, catty — se habla a ella misma apuntando con el dedo

Molina abre el armario y saca un atuendo cómodo, puesto que anoche le informaron que hoy viaja a Miami. Se decide por un jean corto y una musculosa blanca, deja caer la bata quedando su cuerpo al desnudo.

—¿Por que aun no has...— la pregunta de armando queda a medias cuando ve la anatomía de Cattleya. No sabe a dónde mirar o que decir, las cicatrices en su muslo le llaman la atención y ni hablar del enorme hematoma que tiene en las costillas ¿cómo se lo hizo? ¿Es de anoche?. No puede dejar de hacerse preguntas ni apartar los ojos de ella.

—¿Vas a seguir mirando o harás algo al respecto? — pregunta coquetamente Molina.

A la colombiana le importa una mierda si la ve desnuda, para ella es una jodida diosa, es muy confiada así que camina segura hacia el, lo toma de la remera y lo azota contra la puerta.

—Deja de hacerte del rogar y solo deja que lo nuestro fluya

Aretas está tentado en tocarla pero cree que no es lo correcto. Una parte de él lo alienta a que le siga el juego a la fugitiva, no pierde nada con hacerlo, pero lo ve mal debido a que ella es amiga de su madre y no quiere desconcentrarse de su trabajo. Porque si, Molina es una distracción para él, trata de evitarla pero su belleza es algo que no puede pasar por alto, sus curvas de una feminidad que le resulta abrumadora, despertando en él una mezcla de deseo y frustración que no puede controlar. Asimismo no es apropiado mezclar el trabajo con la vida personal, molina solo está acá para cumplir con algo de isabel y luego se marchara, como menciono anteriormente ella solo esta de paso; de tener algo con ella solo será momentáneo.

Armando la toma suavemente de los antebrazos y la aleja.

—No te tardes, tenemos que hablar de la misión. — remarco, y salió. Dejando a una colombiana con el orgullo y el ego herido.

𝕮𝖗𝖆𝖟𝖞 𝖎𝖓 𝖑𝖔𝖛𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora