★彡[ɪɴᴛʀᴏᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ]彡★
En un mundo donde las tradiciones y roles de género son estrictamente definidos, Jungkook, un tierno omega de 19 años, ha crecido en un entorno opresivo. Desde su infancia, ha sido educado en casa por su madre, quien le ha enseñad...
Revistas, periódicos, notas, noticias, programas matutinos y más habían estado mencionando el evento de compromiso de Kim Taehyung y Jeon Jungkook, un romance que había capturado la atención del mundo entero. La noticia se había convertido en un fenómeno mediático, atrayendo tanto elogios como críticas. La historia de amor entre el hijo de Kim Taeyon y Kim Ji Hyun con el hijo omega de Jeon Doyun y Jeon Hyori parecía sacada de un cuento de hadas moderno, pero no sin su dosis de controversia.
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Kim Taehyung, un hombre apuesto y educado a sus 27 años, tomó la valiente decisión de dar el siguiente paso en su "relación". Con una mezcla de nerviosismo y emoción, se arrodilló para pedir la mano de Jeon Jungkook, un omega que apenas había cumplido 19 años unos meses atrás. Este momento tan íntimo y significativo no tardó en convertirse en tema de conversación en las redes sociales. Los internautas comenzaron a murmurar, generando una ola de opiniones tanto negativas como positivas. Algunos se mostraron escépticos ante la idea de que Jungkook, tan joven e inexperto, quisiera casarse a tan temprana edad, cuando apenas estaba dando sus primeros pasos en la vida adulta. Por otro lado, muchos celebraron su amor y los consideraron una pareja encantadora que desafiaba las normas sociales. Las opiniones estaban divididas; algunos admiradores argumentaban que el amor verdadero no conoce edades.
Pero lo que realmente encendió el debate fue lo que ocurrió después del compromiso. Un mes después de haber sellado su unión con un anillo brillante y promesas al viento, la pareja decidió emprender un viaje a Irlanda por asuntos de negocios. Sin embargo, los medios de comunicación no tardaron en captar su presencia en ese hermoso país europeo. Las fotos comenzaron a circular rápidamente: Taehyung y Jungkook caminando por las calles empedradas de Dublín, sonriendo con complicidad mientras disfrutaban del paisaje irlandés.
Lo que más llamó la atención fue la forma en que ambos lucían juntos. Se veían increíblemente tiernos y enamorados; sus miradas cómplices transmitían una conexión profunda que desbordaba amor. La manera en que Taehyung la protegía con su brazo alrededor de los hombros de Jungkook era digna de ser inmortalizada en una pintura romántica. La moda también jugó un papel crucial en esta narrativa mediática; ambos siempre llevaban atuendos elegantes que reflejaban su estatus social elevado. Los amantes de la moda comentaban sobre cómo Taehyung lucía sofisticado con su traje bien ajustado que realzaba sus músculos tonificados, mientras que Jungkook optaba por un estilo más casual pero igualmente atractivo: una chaqueta que acentuaba su figura esbelta y unos pantalones que mostraban su estilo desenfadado.
La imagen perfecta fue completada por sus físicos: Taehyung, un alfa dominante con piel morena y una presencia imponente, contrastaba magníficamente con Jungkook, cuyo rostro juvenil y piel pálida evocaban una dulzura casi etérea. Sus ojos marrones brillaban con una mezcla de inocencia y sabiduría más allá de sus años; era evidente que ambos eran objeto de admiración no solo por su belleza física sino también por la forma en que se complementaban mutuamente.
