Hasta hace unos días, Tn era únicamente la niña mimada amiga de mi hermano. Con la que había jugado de pequeño, y la que me encontraba en casa con Jake el mes pasado.
Ahora no sé lo que ha pasado. Sé que me odia, y yo la odiaba a ella. En pasado. Ahora saca mi mejor versión sin saber que lo hace, hace que piense en ella cada vez que veo un autobús, unos auriculares o un Seat rojo. Cada vez que en el instituto veo el cuarto donde su muy pesada amiga nos encerró o cada vez que veo unas galletas en el cajón de la cocina.
Pero no voy a estar con ella de ninguna de las maneras, y es que no lo sabe todo. No sabe que me emborracho en las fiestas que son casi todos los días, que me lío con chicas de las que no me acuerdo de su nombre, que mi amigo vende droga... Y nunca debe saberlo, porque ella no puede estar conmigo.
Y estuve a punto de contárselo todo, absolutamente todo. Pero no quiero que le pase nada ni que se acerque a un chico como yo.
Y ahora cuando nos cruzamos por los pasillos, cuando la veo pasar en la entrada de casa... me alejo. Y no la hablo.
Ya había pasado una semana desde ese momento el sábado por la mañana que me hizo recordar todo lo que había hecho y el por qué no debía estar con ella.
Me miraba como si quisiese decirme algo, pero no lo hiciese porque creía que había hecho algo mal. Verlo era como si te diesen un puñetazo en el estómago.
. . .Repetí el paso de baile una vez más. Y otra. Y otra. Así hasta que el profesor pensó que era buena idea parar la clase porque ya se había terminado hace 5 minutos.
Los demás chicos y chicas se fueron de la clase y me quedé yo solo. El profesor me pidió que saliese pronto de la clase, y que cuando lo hiciese cerrase la puerta. Estuve apunto de decirle que si tenía que cerrar la puerta haciendo la maldita pirueta de siempre y que la cerrase él mismo. Pero igual me expulsaban, así que no lo hice.
-Hola- Tn se apoyó contra el marco de la puerta mirándome. No podía hablar con ella. No respondí y recogí todo lo rápido que pude para irme.
Cuando estaba a medio camino ella me detuvo agarrándome del brazo.
-¿Qué quieres?- le solté bruscamente. Ni siquiera la miré.
-No lo sé- si ella no lo sabía imagínate yo- Bueno, más o menos lo sé. Puede que te odie un poquito por hacer lo que haces, aún sabiendo el daño que le haces a las personas que quieres.
-Muchas gracias, ¿me puedo ir ya?- no sabía a qué había venido eso. Por un momento pensaba que iba a... da igual.
-Pero, también sé que no lo haces por hacer daño, y entiendo que no quieras decirle a nadie por qué lo haces. Pero necesitas hablar con alguien, y si quieres puedo ser ese alguien- vale, tanta sinceridad me había dejado muy confundido. Por fin la miré, ¿estaba más guapa que de costumbre o eran imaginaciones mías?
-Yo... Sé que soy un poco directa. Así que no te sorprendas si te digo eso o te digo que aunque una parte de mí te odie, otra parte no quiere que dejes de hablarme como has hecho estos días- no podía estar con ella. Pero eso podía con él. Demasiado.
Mierda, ¿qué hago?
-No debes querer siquiera hablar conmigo- suavicé la pose, pero cuando soltó el agarre caminé a la puerta. No debía.
-Dime por qué no. Quiero saber por qué no puedo hablarte.
-No quieras estar con un chico como yo.
-Sigues sin responder a mí pregunta- se cruzó de brazos. Es algo que hacía cuando estaba frustrada, ya lo había visto varias veces.
-No esperes respuesta- bajé la cabeza y salí de allí.
No sé qué cara puso, pero tampoco lo quiero saber. Sé que sí la veo triste no podría quedarme de brazos cruzados.
¿Por qué ella?
. . .Ya iba por la cuarta cerveza. ¿O la quinta? Espera, ¿dónde estaba? Ah, es verdad. Heesung había hecho una fiesta.
Madre mía, ¿qué hora era?
Saqué el móvil, eran las 12. Parecía que había estado más. Mierda, el alcohol no funciona.
Heesung se me acercó y me pasó un brazo por los hombros.
-Eh tío, ¿qué te pasa? Te veo como decaído- no sé equivocaba en eso- Si quieres puedo presentarte a la amiga de...mmm...¿Cómo se llamaba? Ah, sí. Ahyeon. Esa de ahí- señaló a una chica sentada en el sofá hablando con otra.
No quería compañía, no podía desde que me encerraron en un cuarto con Tn. No podía, era como si la hubiese traicionado o algo parecido. Igual que no había ido a ninguna fiesta desde que la llevé a casa.
Y ahora estaba de vuelta, y ella ya no podía buscarme o regañarme por hacerlo, porque me he portado como un capullo con ella.
Pero ha funcionado, ya no me habla. Ni siquiera me mira por los pasillos en el instituto. Intento no ir mucho a casa por si me la encuentro.
Y me siento como el culo. Sí, puede que mi plan haya salido como quería, pero... ¿era realmente lo que quería? Ya no lo tengo tan claro.
-No. Estoy bien- Heesung se me había quedado mirando esperando una respuesta.
-Lo que tú digas tío. Pero hace mucho tiempo que no te veo con ninguna chica- me dijo antes de irse.
Me quedé en una esquina de la casa esperando algo. No sé el qué. Estuve así como media hora hasta que me di cuenta de algo. Todos habían bebido, y él también. Eso significaba que no había nadie que pudiese llevarlo.
Mi casa estaba lejos y no podía ir en moto. Puede que fuese un insensato, pero no quería morir.
No la iba a llamar, ni a Jake. Se enfadaría muchísimo y no quiero ver la decepción en sus caras.
Así que solo me quedaba el autobús. No tenía nada que esperar así que me marché de la fiesta y fui a la parada más cercana. Resultó ser un camino más largo de lo que esperaba, pero seguía un poco borracho.
Estuve esperando dos minutos hasta que llegó el autobús. Ya eran las 12 y media. No era tan tarde.
El conductor abrió las puertas y subí el escalón con un poco de dificultad. Efectos del alcohol, señoras y señores.
Había unas cuantas personas en el autobús, una de ellas por ejemplo era Tn. ¿Espera, qué hace ahí Tn?¿Y tan tarde?
No me ha visto, todavía puedo coger el siguiente... Ya ya me ha visto.
Estoy teniendo un dejá vu.
La diferencia es que ahora estaba sentada con otro chico. Parecía realmente alto y estaba hablando con Tn hasta que esta se me quedó mirando.
Parecía confundida pero si semblante cambió a uno de enfado rápidamente. No sé si era un buen momento para decir que estaba guapísima cuando se enfadaba.
El otro chico siguió su mirada hasta llegar a mí. Vale, ahora todo el autobús me miraba. No entendía por qué hasta que una voz hizo que paartase la mirada de Tn.
-Coja sitio ahora mismo o le bajo del autobús- por su tono de voz parecía que me lo había dicho varias veces. Y estaba enfadado.
-Me bajo s-señor- vale, sí. Estaba borracho. Tanto que al darme la vuelta para bajar del bus me tropecé y caí.
El costado me dolió mucho durante unos segundos. Alguien estaba tirando de mi manga y tenía su mano en mi espalda. Era cálida y pequeña. Tn.
-¿Estás bien?- mierda, ella preocupándose por mí y yo borracho y habiéndome comportado como un verdadero idiota.
-Pe-perfe-ectamente- sí, iba a seguir en ese plan.
-Vamos, levántate- fue una orden y no tenía cara de diversión. Nos ponemos serios.
-Sí mi sarg-gento- ella enarcó una ceja. Bajé la cabeza y me senté en el primer sitio que vi.
El chico que iba con ella nos miraba extrañado. ¿Quién era ese y qué hacía con Tn?
-¡Eh, tú! ¿Quién eres?- él se señaló a si mismo.
-¿Yo?
-Ajá, ¿quién eres?- me di la vuelta en el asiento para verle mejor. Era un chico de mi edad más o menos y unos dos centímetros más alto. Tenía el pelo teñido de castaño.
-Soobin- así que ese es el nombre del enemigo. Muy bien, se iba a enterar.
-¿Y qué haces?- la pregunta no era muy concreta pero bueno, lo efectos del alcohol.
-Esperar a mi parada de autobús- listillo, ¿quién se cree que es?
-No fastidies.
-Ni-ki para ya. No es ni el momento ni el lugar- Tn se había enfadado, pero no como antes. Me miraba muy mal y estaba tensa y sería. Daba miedo.
-Lo que usted diga mi princesa- hacía tiempo que no decía esa palabra, lo echaba de menos. Y aunque Tn no lo dijese, relajó la postura, seguro que ella también lo había echado de menos.
Nos miramos unos segundos hasta que me di la vuelta en el asiento. Así unos minutos hasta que Tn me cogió del brazo para sacarme del autobús.
-Levántate, es tu parada- dijo en tono firme. ¿Y cómo se llegaba a casa? No me acuerdo.
-No sé llegar a casa.
-He llamado a Jake, quédate en la parada. Está de camino- me levantó y me llevó hasta la puerta del autobús.
Volvió dentro del autobús y yo me quedé esperando 10 minutos cuando apareció Jake.
-Vamos a casa, no digas ni una palabra en todo el camino, ¿entendido?- lo mejor sería que no dijese nada.
Y de lo demás no me acuerdo muy bien.

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2 palabras
Fanficél es el hermano mayor de mi mejor amigo y al principio le odiaba. Pero todo eso cambió. -Te odio idiota- -Te quiero princesa-