𝐄𝐥 𝐧𝐢𝐧̃𝐨 𝐟𝐫𝐞𝐬𝐚 𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐇𝐞𝐞𝐬𝐞𝐮𝐧𝐠 ✩‧₊˚┆𝐇𝐉𝐊

𝟸𝟷. ʟᴀ ʙᴏᴅᴀ

| HEECHOLO |

— ¿POR QUÉ CHINGADOS LE ANDAS PEGANDO A MI PAPÁ?

— Jaeyun, ese lenguaje. —Por fin se dignó a hablar el don.

— Perdón, papi. —Ya no entiendo nada, ¿cómo que este don de dos metros es el jefe de mi limoncito? No se parecen en nada, mucho menos en la altura, este don parece un poste. Pa mi que se confundieron de bebé en el IMSS.— Tengo que hablar con Evan, ahorita los alcanzamos, vayan adelantándose al rancho.

Mi morro me jaló y nos fuimos a lo oscurito.

— ¿Por qué eres tan agresivo? —Me dijo mi beibi.

— Yo no le iba a pegar a tu jefe, aparte. Ni sabía que era tu jefe, no mames, ni se parecen. Yo me iba a verguiar al gasolinero pendejo que te andaba aventando los perros, pero llegó el don, digo, mi suegro, y se interpuso entre mi patada mortal y el otro wey.

— Esa no es razón para pegarle, Heeseung. Y para tu información, el gasolinero es un conocido mío. Sólo estábamos hablando. —"Conocido", oilo. Ese vato ha de querer algo más.— Y sobre mi apá, bueno, en realidad es mi padrastro. A mí madre biológica la balacearon los municipales cuando yo era bebé. Años después, mi otro papá conoció a Jungkook y él se hizo cargo de nosotros. Siempre me cuidó y protegió como si en realidad fuera hijo suyo...

— Híjole, entonces, ¿crees que aún me quiera dar su bendición?

*Aclaro que Jake llama "Papá" a su padre biologico y "Papi" a su padrastro.

— ¿Es neta? Ay, ya. Cómo sea. Ahorita ya vamos de camino al pueblo. Vamos a ir con mi papá y los voy a presentar. Compórtate, por favor. Mientras estemos con el, fingiré que todo va bien, pero pobre de ti si te quieres aprovechar de la situación.

Mi manguito se fue dejándome las palabras en la boca y, para mí mala suerte, después vinieron de metiches el Beomgyu y el Terry.

— Necesitas ponerte las pilas, wey ¿Cómo es eso de que te quieres verguiar al suegro? —¿Por qué está hablando tanto Beomgyu? ¿Qué no era un extra?

— Tu no te me achicopales, que Beomgyu y yo ya tenemos un plan para reconguistar a tu flor de garambullo.

— ¿A si? De seguro está bien culero, a ver, cuéntenme.

— Tu no necesitas saber nada, sólo has lo que te digamos y vas a ver qué todo va a salir de puta madre. —Taehyun siempre tenía buenos planes pero aún así...— Mejor dime, ¿Cuánto falta para llegaral condenao rancho? A Beomgyu ya le duelen las patas y a mí también.

. . .

Después de recorrer 4 chingados kilómetros a pata, bajo la perra luz del sol, y de haber llevado cargando entre relevos a Beomgyu porque al pendejo se le bajó la presión, llegamos al pinche ranchillo culero.

Neta qué pedo, este rancho anda en medio de la nada, ni un gualmar hay por acá, con razón mi limoncito andaba tan emocionado cuando llegó a la ciudad.

Todas las doñas se nos andaban quedando viendo bien gacho a mis compas ya mi, quién sabe porqué.

Por fin, luego de exactamente 8 horas y 26 minutos, llegamos con mi otro suegro. Estoy seguro de que me va a amar, tengo un chingo de carisma y mi belleza no se queda atrás.

Llegamos a la casa, y no mamen, pinche casota, fácil caben todos los de la colonia y hasta sobra espacio. Que por cierto, durante el camino se nos fue perdiendo gente, pero no creo que nadie vaya a extrañar al Yeonjun.

— Mijooooooo. —Se aventó un don a abrazar a mi calabacita, de seguro es mi suegro.— Ay, mijito, hace mucho que no te miraba, ira nada más cuánto has crecido ¡Estás todo desnutrido! Ay, no. Ahorita te voy a hacer un caldito de pollo, que al cabo la calor no está tan fuerte.