Capitulo 14

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Había pasado una semana desde aquel encuentro en la playa con Izuku y Toshinori. Los días habían transcurrido sin grandes sobresaltos, pero para Yaito, esa calma había sido una oportunidad para explorar y entender mejor sus habilidades.

Aquella tarde, Yaito estaba sentado en el sofá de la sala junto a su hermana mayor, Emi, mientras veían una película juntos. Aunque intentaba concentrarse en la trama, su mente divagaba hacia todo lo que había estado experimentando en los últimos días. Emi, ajena a sus pensamientos, estaba totalmente absorta en la película, pero Yaito no podía dejar de reflexionar sobre sus recientes descubrimientos.

Desde el día del examen, había sentido algo diferente dentro de él, una especie de despertar. Había comenzado a experimentar con una de sus nuevas habilidades: la capacidad de clonarse. Al principio, la idea le había parecido absurda, pero cuando lo intentó por primera vez, se sorprendió al ver que no solo podía crear réplicas de sí mismo, sino que cada uno de esos clones tenía una consciencia propia.

Cada clon actuaba de manera independiente, pero compartía sus recuerdos y sensaciones. Era como si fueran extensiones de sí mismo, capaces de tomar decisiones por su cuenta, aunque todos seguían estando conectados a una mente central. Esta nueva habilidad no solo era útil en combate o situaciones de presión, sino que también había encontrado formas más cotidianas de aprovecharla.

Durante la última semana, Yaito había estado ayudando a sus nuevos vecinos, los Harada, con la mudanza. Levantar cajas pesadas y organizar el desorden del hogar recién desempacado era una tarea que habría tomado horas, el trabajo se hizo mucho más llevadero.

Los Harada se sorprendieron y agradecieron profundamente la ayuda. Incluso en su cansancio por la mudanza, habían notado la impresionante habilidad de Yaito y no dejaban de preguntarse cómo funcionaba. Él solo sonreía y decía que era algo que aún estaba aprendiendo a dominar.

De vuelta en la sala, Emi le dio un codazo suave a su hermano.

Emi: Oye, parece que estás en otro mundo. ¿Ni siquiera te está interesando la película?

Yaito parpadeó y regresó su atención a la pantalla.

Yaito: Lo siento, estaba pensando en otras cosas. Es solo que... han pasado muchas cosas últimamente.

Emi le sonrió, sabiendo que su hermano había estado ocupado no solo con las nuevas habilidades, sino también con la espera de los resultados del examen de la U.A..

Emi: No te preocupes tanto, Yaito. Todo saldrá bien. Además, es genial que estés descubriendo lo que puedes hacer. Estoy segura de que pronto lo dominarás.⁰

Yaito asintió, aunque todavía quedaba un poco de incertidumbre en su mente. Pero por ahora, decidió disfrutar el momento, relajarse junto a su hermana y dejar que las preocupaciones se desvanecieran, al menos por un rato.

El suave sonido de la película de fondo era interrumpido por el aroma de palomitas recién hechas cuando Katsumi entró en la sala con un gran plato en las manos. Colocó el cuenco sobre la mesa frente a Yaito y Emi, esbozando una sonrisa cálida mientras los veía a ambos relajarse.

Katsumi: Pensé que esto ayudaría a que la película fuera aún mejor. ¡Palomitas para todos!

Emi sonrió y tomó un puñado, mientras que Yaito se inclinó un poco hacia adelante, agradecido pero aún sumido en sus pensamientos. Su madre se dio cuenta de la distracción en sus ojos y se sentó a su lado, observándolo con curiosidad.

Katsumi: ¿En qué piensas, cariño?

Yaito soltó un suspiro suave y miró el plato de palomitas antes de levantar la vista hacia ella.

BNHA: El despertar del rey mono Donde viven las historias. Descúbrelo ahora