Capitulo 15

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El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas de la habitación de Yaito, iluminando cada rincón con una cálida luz dorada. Yaito se encontraba frente a su espejo, ajustando cuidadosamente el uniforme de la U.A.. El distintivo traje azul con líneas verdes lo hacía sentir una mezcla de nervios y emoción. Hoy era el día en que su sueño de convertirse en héroe comenzaría a hacerse realidad. Miró su reflejo por un momento, sus ojos brillaban con determinación.

Yaito: Por fin llegó el día... —dijo en voz baja, una sonrisa llenando su rostro.

Giró hacia su escritorio, donde había una foto enmarcada. En ella, aparecía junto a su madre, su padre y su hermana, todos sonriendo en un día soleado. Era uno de esos momentos felices que siempre guardaba en su corazón. Yaito tomó la foto entre sus manos y la observó con cariño, sintiendo la presencia de su familia, incluso de su padre, quien siempre estaba ausente por trabajo.

Yaito: Gracias a ustedes por confiar en mí... Prometo dar lo mejor de mí cada día.

Colocó la foto de vuelta en su lugar, tomó una bocanada de aire y salió de su habitación con paso decidido. Al llegar a la sala, encontró a su madre Katsumi y su hermana mayor Emi esperándolo. Ambas lo miraban con orgullo y emoción. Katsumi tenía los ojos vidriosos, no podía creer lo rápido que había crecido su hijo.

Katsumi: Mi pequeño héroe, estás tan guapo con ese uniforme. —dijo con una sonrisa mientras se acercaba a él.

Emi le sonrió con una mezcla de alegría y nostalgia. Para ella, Yaito siempre sería su pequeño hermano, pero verlo así, tan decidido y seguro, le llenaba el corazón de orgullo.

Emi: Hoy comienza una nueva aventura, hermanito. Recuerda divertirte y no dejar que nada te detenga.

Antes de que Yaito pudiera responder, ambas se acercaron y le dieron un beso en cada mejilla, deseándole suerte en su primer día en la academia. Yaito sintió el calor del cariño de su familia envolviéndolo; era justo lo que necesitaba antes de dar ese gran paso.

Yaito: Gracias, mamá... Gracias, Emi. Prometo dar lo mejor de mí.

Katsumi lo miró con ojos llenos de amor y, sin poder contenerse, lo abrazó con fuerza. Era su manera de decirle que siempre estaría allí para él, sin importar lo que sucediera.

Katsumi: Estamos tan orgullosas de ti, Yaito. No olvides que siempre tendrás un hogar al cual volver.

Con el corazón lleno de esperanza y amor, Yaito se despidió de su madre y hermana, dirigiéndose hacia la puerta con una energía renovada. Sabía que ese día no solo comenzaba su camino como héroe, sino también la promesa de cumplir los sueños que su familia había depositado en él.

Al salir de casa, Yaito miró al cielo despejado, el sol brillando como una señal de buenos augurios. Aquel era solo el inicio de su gran aventura.

Yaito salió de su casa con un entusiasmo que no podía contener. Cada paso que daba hacia la academia lo llenaba de emoción, pero antes de eso, tenía un pequeño desvío que hacer. Corriendo por las calles, los recuerdos de todo lo que había pasado hasta ese momento pasaban por su mente: los años de esfuerzo, el apoyo incondicional de su madre y hermana, y la reciente alegría de haber sido aceptado en la U.A. Todo parecía valer la pena ahora.

Mientras corría, no podía evitar sonreír, sintiéndose más ligero que nunca. Finalmente, llegó a la casa de Akemi, su amiga de toda la vida. Se detuvo un momento para recuperar el aliento antes de tocar la puerta con energía. No tuvo que esperar mucho; la puerta se abrió lentamente y, para su sorpresa, no era Akemi quien lo recibía, sino una mujer mayor con el mismo cabello oscuro y ojos brillantes que su amiga. Era la madre de Akemi, la señora Kamei, una mujer que siempre irradiaba calidez y amabilidad.

BNHA: El despertar del rey mono Donde viven las historias. Descúbrelo ahora