Capítulo 6: La Sombra de la Oscuridad

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El rencor se había apoderado de mí, transformando cada pensamiento en una espiral de odio y desesperación. La vida que alguna vez disfruté se había desvanecido, y ahora solo quedaba un deseo insaciable de venganza. Ya no era el chico feliz que solía ser; me había convertido en un ser de oscuridad, un monstruo que anhelaba la sangre de aquellos que alguna vez consideré amigos.

Miré mi reflejo en el espejo, y lo que vi me llenó de una extraña satisfacción. El rostro que antes era familiar había desaparecido, reemplazado por una máscara de horror. Mis ojos rojos brillaban con una intensidad aterradora, y mi piel pálida parecía casi etérea. En ese momento, decidí que debía abrazar esta nueva identidad.
Tomé un cuchillo del cajón de la cocina, su hoja relucía bajo la luz tenue. Con un movimiento decidido, corté mis labios, creando una sonrisa permanente que nunca se desvanecería. El dolor me llenó de una extraña euforia; era como si cada gota de sangre derramada liberara al monstruo que llevaba dentro. “Este cuchillo será mi único amigo,” pensé mientras observaba mi obra.

Busqué un suéter con capucha en el armario, uno que pudiera cubrir mi cuerpo y ocultar mi nueva apariencia. Era hora de cambiar mi nombre, de dejar atrás a Lion Montoya y dar paso a algo más aterrador. “Seré la Sombra,” murmuré para mí mismo. Un nombre que resonaba con fuerza y oscuridad, uno que encarnaría todo lo que había llegado a ser.

Con cada prenda que me ponía, sentía cómo la transformación se completaba. La capucha me cubría el rostro, y el suéter amplio ocultaba mis garras afiladas. Estaba listo para salir al mundo, listo para ser la sombra de aquellos que ocultaban su verdadera naturaleza.

La hipocresía de las personas siempre me había irritado. Aquellos que sonreían en mi cara mientras hablaban a mis espaldas, los amigos que nunca fueron realmente leales. Ahora los veía como presas, seres despreciables que merecían sufrir por sus engaños.

La sed de sangre se apoderó de mí mientras caminaba por las calles vacías. Cada paso resonaba como un tambor en mi mente; estaba decidido a hacer justicia por mis propias manos. Las sombras se alargaban a mi alrededor mientras buscaba a aquellos que habían contribuido a mi sufrimiento.

Mis pensamientos se centraron en un grupo específico: aquellos amigos que habían sido cómplices en mi dolor. Recordé sus risas burlonas y las miradas despectivas cuando pensaban que no podía escucharles. “No más”, susurré con una sonrisa macabra mientras me acercaba a su barrio.

La noche estaba oscura y silenciosa, perfecta para lo que estaba por venir. Me movía como un espectro entre las sombras, sintiendo cómo la emoción crecía dentro de mí. Sabía que iba a disfrutar cada momento; cada grito sería música para mis oídos.

Mientras me adentraba más en la oscuridad, hice una promesa: “Seré la sombra detrás de cada sonrisa falsa, el terror en sus corazones.” Ya no había vuelta atrás; había cruzado el umbral hacia un mundo donde la venganza sería mi única razón de ser.

Así comenzó mi nueva vida como “La Sombra”, un ser creado por el rencor y alimentado por la sed de venganza. No habría más compasión ni amor; solo el deseo insaciable de destruir todo lo que alguna vez representó felicidad en mi vida…

Sombra Entre SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora