MY SWEET SWEET TEMPTATION

capitulo 2

JIMIN:

Intento alistarme discretamente  el pelo preguntándome si
parece que he dormido en la parte trasera de mi tienda durante la última
semana y media.
Me he visto obligado a quedarme allí desde que lizzy, mi compañera
de piso, se fue de la ciudad con mi televisor, mis joyas y la mitad del
alquiler que le di. No hay forma de que pueda pagar todo el alquiler más
todo lo que necesito para mi tienda, así que, al menos durante las próximas
semanas, me quedaré en la parte trasera de Dulce Tentación.
No es tan malo. Estoy contento de haber encontrado esta bonita ciudad y
todo el mundo aquí parece muy amable. Al menos todavía tengo mi tienda
y mi sueño de abrir la tienda de dulces más bonita de toda la ciudad
Me encantan los dulces desde que era un niño y he fantaseado con
tener una tienda de dulces desde entonces. Ahora por fin estoy haciendo
realidad mi sueño.
Me licencié en Negocios en la Universidad de Seúl y luego eché un
vistazo a las pequeñas ciudades. Cuando encontré la tienda vacía  en medio de Gamcheon supe que había encontrado el lugar
perfecto para establecerme.
Siempre me han gustado los pueblos pequeños. Creo que es un
resultado de mi infancia. Mi madre me arrastraba de una gran ciudad a otra,
siempre en busca de un hombre que la cuidara. Era muy mala eligiendo...
Hombres  siempre elegía a vagos o a imbéciles mandones, y lo peor era que
ellos siempre la dejaban a ella. Era tan amargada y pesimista mientras yo
crecía que me hacía la vida imposible. El único punto brillante en mis
recuerdos de la infancia era cuando se me permitía elegir los dulces de la
tienda. Creo que mi madre lo permitía solo para que me quedara tranquilo,
pero es un buen recuerdo que tengo de ella y de mi infancia.
Juré hace mucho tiempo que nunca sería como ella: depender de un
hombre para mi bienestar, ya sea económico o de otro tipo. Por eso elegí
una ciudad pequeña y por eso estoy tan decidido a que Dulce Tentación sea
un éxito. Para demostrar que puedo valerme por mí mismo y que no
necesito ni quiero que un hombre me mande. Al menos, no uno que acabe
utilizándome y desechándome como si no significara nada.
He puesto todo el empeño posible en Dulce Tentación. Mi objetivo era
tenerlo abierto antes del día de San Valentín. O al menos el día de San Valentín
Espero que la fiesta traiga a los clientes.
Tengo que hacer que este lugar sea un éxito. Todo mi futuro depende de ello

Mis ojos echan otro vistazo a Jeon  mientras camina a mi lado hacia
Dulce Tentación.
Es enorme. Mide más de dos metros y es tan ancho que me pregunto si
podría rodearlo con los brazos. Es grueso, pero tonificado, con el pelo negro
como la tinta y los ojos más bonitos que he visto nunca. Grises, del color de
la niebla o del humo, con gruesas pestañas negras rodeándolos. Nunca había
visto unos ojos así.

Me sorprendió que se ofreciera a ayudarme a arreglar la pared. Parecía
molesto cuando entré por primera vez y le pillé mirándome con desprecio
cuando estaba comprobando la salida. O supongo que estaba mirando mi
capucha.
Trato de ser discreto mientras miro hacia abajo, asegurándome de que
no haya ninguna mancha o algo en la parte delantera de mi sudadera.
No, solo mi sudadera rosa lisa.
«¿Quizás odia el rosa?»

Dejo de lado esos pensamientos mientras empujo la puerta y la sostengo
para Jeon , quien frunce el ceño.
«¿Y ahora qué?»

—Tienes que cerrar la puerta con llave cuando no estés aquí.