MY SWEET SWEET TEMPTATION

capitulo 13

—Siento haberte preocupado —

murmuro en su chaqueta y siento que
me sujeta con más fuerza.
Sus manos suben y bajan por mi espalda, bajando con cada pasada y
desearía no llevar mi grueso abrigo. Quiero sentir sus manos sobre mí,
sobre mi piel desnuda.

Me acerco a él y le acaricio el pecho con las manos. Noto los latidos de
su corazón bajo mis dedos y siento que el mío también empieza a latir más
rápido.
Levanto la cabeza y mi mirada se fija en sus labios.

—jimin  —dice Jeon  con brusquedad, su voz contiene una advertencia

—. Si no paramos, nunca podré parar. No contigo.

—No quiero que te detengas —

susurro, y al segundo siguiente estoy en el aire  con las piernas rodeando la cintura de Jeon  mientras me sujeta a la
pared frente a la puerta de su apartamento.
Jeon  emite un sonido áspero y se lanza a luchar contra mi boca. Sus labios se inclinan contra los míos, reclamándome, marcándome, y yo gimo,
dejándole acceder a todo mi ser.

El placer se desliza en mi vientre, intenso y caliente, mientras Jeon me
aprieta contra la pared. Siento que sus manos están en todas partes. En mi
trasero, en mi pelo, moldeando mis curvas. Está a mi alrededor y me encanta

Me pierdo en él, en la sensación de sus labios contra los míos, su lengua
enredándose con la mía, sus manos recorriéndome.
Es como si tratara de absorberme, de hacernos uno.
Muevo mis caderas contra las suyas, necesitando más presión, y Jeon
gime contra mi boca. Sus dedos se clavan en mis caderas, lo
suficientemente fuerte como para dejarme moretones. Pero no me importa.

Quiero que me marque.
Me sostiene y me sujeta a él mientras abre la puerta de su apartamento y
me lleva dentro.
Nos dirigimos directamente al dormitorio y los latidos de mi corazón
comienzan a acelerarse a medida que nos acercamos más y más a la cama...

Jeon  aparta su boca de la mía, pareciendo estar molesto por no seguir
besándome. Antes de que pueda preguntarle qué está haciendo o rogarle
que vuelva a poner su boca sobre mí, coge el dobladillo de mi camiseta y
me la quita por la cabeza.
Me baja los vaqueros y me quita  las bragas en un tiempo
récord.

Está hecho como un tanque y mis ojos recorren su amplio pecho,
siguiendo el vello del mismo hasta que su gruesa erección me apunta
directamente. Sus piernas son como troncos de árbol y trago saliva,
preguntándome cómo voy a poder con él.
Se acerca a la cama, me agarra por uno de los tobillos y me separa las
piernas. Su mirada se dirige a la unión entre mis muslos y cuando se lame
los labios, me asusto y me derrito, todo al mismo tiempo.

—Soy virgen —suelto, y Jeon  cierra los ojos como si le doliera.
«¿Va a cambiar de opinión? ¿Me va a echar?»

—Joder, Jimin . Nunca voy a poder dejarte ir. Mi polla será el único que
conozcas

—gruñe mientras me agarra por los tobillos y me arrastra hasta el
borde de la cama.
Me dejo caer hacia atrás, rebotando ligeramente en el colchón mientras
él se acomoda entre mis piernas.

—Llegaré a esos  hermosos. Pezones en un minuto, pero no puedo esperar
más para probar esta dulce polla
Su aliento se abanica sobre mis resbaladizos pliegues y me muerdo el
labio, tratando de contener mi gemido. Es  inútil.

En cuanto su lengua me lame el centro, de  la cabeza.De mi polla
Grito su nombre, mis talones se clavan en sus hombros y mis dedos se
enredan en su cabello mientras me lame por completo y a fondo,
provocándome un orgasmo tras otro. Estoy ronca y temblando cuando
Jeon  me da un último lametón y mira hacia arriba, hacia mi cara.
Intento memorizar la imagen de él entre mis muslos, mis piernas
colgadas sobre sus anchos hombros, mi cuerpo enrojecido.
Mientras lo observo, se lame los labios y el deseo que veo en sus ojos
hace que otro pequeño orgasmo me recorra.
Comienza a besar mi cuerpo mientras yo estoy tumbado intentando
recuperar el aliento. Su recorrido le lleva por mi redondeado vientre y más...