Algo favorito.

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Algunas veces extraño a papá Kamui, ya no es como antes, ya no lo espero en la sala, ya no me arreglo, simplemente quiero que me conteste una llamada. Solo quiero escuchar su voz, hablar con él, aunque sea unos segundos. Solo eso le pido a cualquier Dios que me escuche.

Tenía tiempo sintiéndome triste. Supongo porque así estoy, puede que papá trate de animarme las pocas veces que está en casa, pero, eso no quita que me sienta solo, un poco deprimido, que sienta que de nuevo me ha desplazado. No quiero que se repita lo que pasó con Carlos. No quiero que vuelva a olvidarse de mí, recuerdo las veces en que Carlos me decía que solo era una carga más para papá , que yo no debí haber nacido, que por mí, papá no tenía novios y que cuando se casara con mi papá se encargaría de que yo estuviera en la calle.

Todos quieren a papá , pero ¿Dónde quedo yo? acaso ¿Yo no importo? Solo puedo ser feliz cuando papá no tiene novio. Max ha tratado de estar conmigo, de hacerme sentir que no estoy solo, pero no es igual. Yo quiero a mi papá. Quiero solo ser el niño de papá, el niño de sus ojos, el único amor de su vida. Max solo vino a querer reemplazarme a mí o a mi papá Kamui, puede hacer todo lo que quiera, pero el jamás será mi papá de verdad, jamás podrá pertenecer a nuestra casa.

Otro día donde la lluvia golpea mi ventana, el cielo gris y los charcos que se forman en el patio son mi paisaje estos últimos días, el ambiente se siente como lo he estado estos días, triste, Max está en la cocina haciendo no sé qué rayos. Papá Checo lo mando a cuidarme, ya que llegaría tarde como las otras ocasiones.

La tarea era aburrida, ¿A quién rayos le sirve saber las fracciones en la vida? estaba más que aburrido, ya estaba anocheciendo y me moría de hambre, mi estómago ya rugía por algo de alimento. Justo en ese momento Max gritó que bajara a cenar, cerré el cuaderno junto el libro y con pesadez baje. Tal vez mi estómago tenía hambre, pero yo no tenía ganas de realizar esa acción.

Max se acercó hasta mí con un plato de mi comida favorita, mis ojos se iluminaron, hacía años que papá checo no compraba algo de eso, pero no solo era sushi, era suchi casero, se notaba por la forma en la que estaba preparado. Nunca pensé que Max se esforzará en prepararme algo que a mí me gustará, es más, ninguno de los novios de papá se había esforzado por cosas mínimas. Quería llorar, así que solo pude abrazar a Max y unas pequeñas lágrimas se empezaron a resbalar por mis mejillas.

— Tomaré eso como un gracias. — Dijo Max mientras me consolaba en mi llanto.

Creo que, por esta vez, solo esta vez, me permitiré esto.

Creo que, por esta vez, solo esta vez, me permitiré esto

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Papá [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora