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En cuanto la puerta fue abierta, el Omega estaba de rodillas con la mirada puesta en el piso, con la respiración acelerada y como predijo, su aroma estaba llamando desesperadamente a un Alfa que pueda calmar su calor.

--Tranquilo Omega -dijo Izuku mientras hacía que el rubio lo miré y empiece a soltar más de sus feromonas- Sabes que tu aroma siempre hace que mi libido se dispare por los cielos.

Al escuchar eso, Katsuki pegó su cara al bulto que había en los pantalones contrarios, respiró hondo para perderse en el agradable aroma del pre semen que empezaba a brotar de ese miembro.

--Dámelo... -dijo lamiendo por sobre la ropa, cosa que provocó un gruñido en el contrario- Déjame saborearlo... Alfa, dámelo.

--¿Estás seguro?

--Sí, lo quiero sentir en mi boca y luego aquí también -se tocó el abdomen hasta pasar su mano a su perfecto culo que era moldeado por su pantalón de vestir para apretar su entrada dejando húmedo la tela azul.

--Atente a las consecuencias, eres un Omega, después de todo tu vientre puede dar vida.

--Deme su semen. Izuku~

El pecoso ya estaba a punto de perder la razón, así que antes de eso, cerro la puerta con seguro y avisó a su otra secretaria que nadie podía entrar a la oficina que le dio a Katsuki.

A la chica no le impresionó esa petición, todos en la empresa sabían de los amoríos de su jefe, aunque estos pararon en cuanto el rubio entro a trabajar, ya que él no caía tan fácilmente ante sus coqueteos.

Pero míralo ahora, rogando porque su jefe se lo coja mientras se deshacía de su ropa, al igual que de los molestos pantalones del Alfa, liberando así esa gran erección que ya estaba venosa.

--Zu~♡ -el pecoso lo levantó viendo como el lubricante natural escurría de su entrada.

--Levanta tu pie -ordeno el pecoso cuando lo pego a su pecho. El rubio acato aquella orden sin saber lo que haría y al sentir el caliente miembro entre sus nalguitas, restregándose sin vergüenza en su entrada lo hizo gemir y apretar la camisa del mayor.

--Alfa, lo quiero en mi boca, por favor.

--Yo también quiero sentir tu cálida boquita, pero ahora solo quiero escucharte gemir mi nombre y de lo bien que te sientes con mi polla dentro.

--Entonces derrama tu leche en mi vientre.

Izuku no era tonto, sabía que debía de usar protección para evitar traer a un cachorro antes de tiempo.

--Claro que sí, tendrás toda la que quieras -mientras decía eso iba poniendo un condón en su miembro, no quería que el omega de Katsuki entristezca antes de tiempo.

En cuanto término de ponerlo comenzó a introducir su gruesa y larga polla en aquella apretada entrada.

--Mierda, Kats, estás muy apretado bebé.

El rubio no lo escuchaba en estos momentos, su mente estaba entre las nubes. Su primera vez, la tomaría aquel Alfa sexy.

--¡Zuku!~ -gimió cuando de un solo empujón todo el miembro estuvo dentro- Ah... Mi vientre está lleno♡

Las embestidas fueron suaves en un principio, pero cuando las feromonas excitadas salieron del rubio fue inevitable comenzar con un ritmo más acelerado.

--De-ku~~♡ ahhh~~~♡

Una mano del pecoso fue a dar a la espalda lechosa de Katsuki, ya que este podría perder las fuerzas de sus pies en cualquier momento.

--ALFA, MÁS~♡ -sus uñas se clavaron en los hombros de Izuku quien se calentó más ante tal acción- Cambiemos de posición.

Al mayor le impresionó la gran resistencia que poseía el rubio, era un Omega diferente sin duda alguna, pues era algo difícil de complacer, ya lo hicieron de mil maneras posibles y en todos los lugares, pero Katsuki quería más.

Su culito regordete ya estaba rojo por las embestidas anteriores, pero a él aún le sobraban fuerzas.

Justo ahora Izuku estaba recostado en el sillón mientras veía al Omega feliz de seguir teniéndolo en su interior.

--Alfa, córrete, quiero tu leche.

--Kats, para... Ya no traigo protección.

--¡¿Qué tú qué?! -todo paró en ese instante.

Ese alfa es MÍO (DkBk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora