Katsuki termino rebosando de semen.
Justo lo que él quería, ya se veía con su pancita cantándole, hablándole, haciendo pequeñas figuritas en ella.
Ahora estaba abrazando su vientre plano, cosa que le daba curiosidad a Izuku.
--Dime que ya te tomaste tus pastillas -dijo mientras le daba un casto beso en la nuca y aspiraba el olor de sus feromonas que poco a poco iban desapareciendo.
--Sí, sí, lo hice cuando aún estabas durmiendo. -idiota, los únicos medicamentos que tomaría a partir de hoy serían vitaminas y otras cosas que le hagan bien a su bebé.
--Apresúrate y vístete.
--¿Me estás botando? -preguntó con el ceño fruncido y unas agrias feromonas que comenzaban a ahogar a Izuku.
--No, para nada lindo, solo que aún seguimos en la oficina.
--¿Y?
--Y mi pareja puede llegar en cualquier momento.
Todo se detuvo en ese instante.
¿Cómo qué pareja?
No estaba enterado de aquella situación.
--¿Kats?
Ese infeliz. Pero se encargaría de sacar a aquella zorra del camino.
Ese Omega no arruinaría sus planes.
--Nadie me dijo que ya tenía pareja -dijo tratando de no verse molesto.
--Es que es un compromiso recién entablado para conseguir más acciones de una compañía más grande que está.
--¿Solo por eso accedió a comprometerse?
--Sí, luego de un año de casados pienso divorciarme, nadie conseguirá atarme.
Aquello le pareció gracioso al rubio, pues prácticamente ya estaba atado a él, y como la ley respalda a los omegas le metería juicio si es que se negaba a hacerse responsable de su cachorro.
--¿Ni siquiera yo? -sus manos se pasearon por el amplio pecho del pecoso hasta acariciar sus labios y botar algunas feromonas.
--No caeré ante tu juego.
--¿Qué juego? -dijo acercándose peligrosamente a sus labios- ¿No desea comerme otra vez?
--Claro que lo deseo, eres el Omega más sexy que he conocido.
--Ven y cómeme idiota, antes de que la oferta expire.
A Izuku le gustaba esa actitud, Katsuki parecía no hacerse problemas con la bomba que le tiró, en vez de eso se veía más excitado.
“Será que le gusta que sus amantes estén colgando de un hilo como yo”
¡Ja! Pobre idiota.
--Muéstrame tu culo, quiero comerlo mientras juegas con mi polla.
Al fin probaría la enorme polla de su jefe.
Al hacer lo que el Alfa le ordenó recibió una nalgada que le saco un pequeño gritó antes de sentir como su culo era devorado por la boca de su sexi jefe.
--Ah... No pare... Siga lamiendo mi hoyito♡ -gemía mientras movía sus caderas que eran sujetadas por las enormes manos del Alfa.
Tomó el miembro erecto entre sus manos y fue bajando la cara hasta que sus labios tocaron aquella punta rosadita.
--Hueles muy bien♡ -en sus pupilas se podían apreciar dos corazones, Izuku estaba muy bien dotado y sus cachorros serían los más lindos que haya podido ver, de eso no tiene duda.
Lamió un poco saboreando ese pedazo de carne que temblaba al contacto.
--Es muy lindo♡
--Entonces dale cariñito o envuélvelo con tu boquita, puede que tenga frío.
Y claro que lo iba a hacer si es que el celular del Alfa no hubiese comenzado a sonar.
En cuanto contestó, su cara perdió color y lo miró asombrado.
--Mándalo a mi oficina, por favor y no se le ocurra decirle donde estoy o está despedida. -al colgar solo mordió una nalguita del cenizo quien renegó por ese ardor- Dejamos esto para después, bebé. Tengo... Un jodido asunto de mierda que resolver -dijo en un gruñido- Creo que podrás llegar a tu casa a salvo, tus feromonas están estables por el momento, deja te pido un taxi.
--Voy a comenzar a odiar a ese o esa Omega.
--Yo igual, vístete, en cinco minutos llega tu carro.
--Gracias Alfa -dijo dándole un intenso beso que le fue correspondido.
Al arreglarse, Izuku salió como si nada y Katsuki solo gruñía. Quería matar a quien osaba quitarle al padre de su cachorro.
--Dayan -dijo a través del celular- Puede decirme el nombre de la pareja del jefe, tengo que organizarles una cena íntima y no sé nada del Omega.
--Claro, su nombre es...
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Ese alfa es MÍO (DkBk)
Hayran KurguTal vez fue un descuido por parte de Izuku al creer que ese Omega rubio podría ser un nuevo amante en su lista. Tal vez solo quería distraerse probando esa delicada piel blanca. Pero lo que estaba muy claro para Katsuki, era que ese Alfa verdoso ten...