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--Katsuki Bakugo por qué no... -estaba renegando el alfa rubio hasta que abrió la puerta encontrando a su pequeño hermanito con un vestido rojo y a otro hombre muy diferente con el que se fue el día anterior- ¿Me quieres explicar? -dijo de brazos cruzados mientras se recostaba en el marco de la puerta.

--Primero déjanos pasar, idiota. No pienso quedarme aquí afuera.

Gogo se encogió de hombros antes de apartarse del camino para dejar pasar a Katsuki junto a su invitado. Quisiera decir eso, pero no paso por alto las marcas que ambos llevaban justo en el lugar que se encontraba sus glándulas de olor.

--¿Qué carajos hiciste? -le dijo al otro rubio quién le sonrío divertido mientras le hacía una seña de que se callará- No, no, no, no, No, esta vez no jovencito. 

--Alfa -llamo al pecoso quien cambio su rostro serio por uno más amable al centrar su mirada en el rubio- ¿Puedes esperarnos en la sala? No tardaré. -el beso que le dio al pecoso molesto más a Gogo, quien desde siempre ha sido muy sobre protector y celoso con su hermanito.

En cuanto el peli verde hizo caso, los dos rubios fueron a la cocina para ‘conversar’.

--¡¿Alfa?! ¡¿Es en serio?!

--¡A mí me bajas la voz, idiota! ¡Y sí! Él. Es. MI. Alfa. -grito en un susurro para que su pequeña discusión no llegue a oídos de Izuku- Tú ya tienes al tuyo, así que déjame en paz. No tienes nada que reclamarme.

--No metas a Yamikumo en esto -gruño.

--Ay perdón. -dijo con burla y sarcasmo- Pero que crees que pensará la vieja si se llega a enterar de que su hijito está saliendo con otro alfa, y de su mismo rango. -sabía que ese tema siempre lo ponía entre la espada y la pared- No te preocupes, yo me encargaré de darle nietos -dijo tocando su vientre plano con un sonrojo que se instaló en sus mejillas al igual que ese brillo en sus ojos rojos- Mientras no jodas mi plan, tu secreto está a salvo.

--¡Ese idiota ya te...!

--¿Me toco y me anudo? Sí, y como verás me reclamó también -era seguro que su hermano quería matar a su pareja, pero sabía que por él no podría hacerlo.

--Hijo de ¡Perra! -dio un golpe a la pared haciéndola retumbar antes de acordarse de otra cosa- Aún falta el ‘Pero’.

--Agh -dijo fastidiado- El omega que te mande a investigar, es su prometido -aquello le dio más rabia a Gogo y Katsuki lo pudo notar- Pero es un matrimonio arreglado. Ese alfa me pertenece.

El alfa río bajo al escuchar sus palabras, pues a veces no sabía si su hermanito era idiota o simplemente era un demente que le gustaba manipular a todo el mundo a su antojo.

--¿Utilizaste tu voz en él? -preguntó, pues se sabia de memoria como quedaba la gente que escuchaba la fuerte voz de mando del omega. En una ocasión la llego a ver en sus mismos padres, aunque no es tan perceptible, pero para él es evidente- Se nota medio atontado el idiota.

--Estoy tomando precauciones y asegurando mi futuro. -dijo con una carita tierna, típica, pues cada que hace una ‘travesura’ se la dedicaba- Desde ahora te invito a nuestra boda.

--Como sea -dijo rodando los ojos- Ya vi que estás perfectamente bien, así que estaré en tu habitación. No quiero ruidos o sus asquerosas feromonas en ti, suficiente tengo con las que ya cargas.

--Ya lo sé hermanito.

Al regresar a la sala vio a su pecoso revisando su celular, así que se lo quito para sentarse en su regazo.

--Ya soy todo tuyo. Perdón por dejarte aquí, pero el imbécil de mi hermano quería hablar de algo conmigo -dijo juguetón viendo el ceño fruncido a su pareja- ¿Paso algo? -dijo de forma seria.

El suspiro que dejo salir no le gustó para nada al rubio.

--Se bloqueó el contacto de Awase y está hecho una fiera por dejarlo solo en la fiesta. -acaricio la delgada silueta del omega antes de abrazarlo para ocultar la cara en su hombro- Me tengo que ir, bonito.

Por dentro Katsuki estaba gruñendo como loco, pues siempre ese sucio omega tenía que arruinar sus momentos con su alfa.

--No -dijo firme liberando feromonas muy diferentes a las que el alfa conocía- Me importa un carajo lo que quiera él, quien te debe de importar aquí, soy yo. Así que te quedarás. Cancela todas las juntas que tengas programadas para hoy, porque te encargaras de mí e ignorarás a cualquier otro omega que no sea yo.
¿Entendiste?

El cuerpo de Izuku temblaba ligeramente.
Tenía razón, los deseos y las feromonas de Katsuki eran más intensas de lo normal gracias a la marca que ambos tenían. Por primera vez temió al ver esos ojos rojos brillar con intensidad mientras lo observaba con total molestia.
Pero un nuevo deseo apareció opacando y hasta extinguiendo su sentir actual.
Y en su mente solo estaba Katsuki, todo lo demás no existía ya.

--Sí -dijo cerrando sus ojos ante el toqué del rubio en su cara- Awase no importa, solo tú. Mi omega. Mi bello y hermoso Omega.

--Exacto. -dijo cambiando sus feromonas por unas más ligeras y tranquilas mientras se acostaba en el pecho del pecoso- ¿Quieres algo de comer? -preguntó más animado- Te prepararé lo que quieres, ya que fuiste un Alfa muy obediente.

--Diría que a ti, pero la verdad si tengo hambre. -suspiro para luego darle un beso en la mejilla a Katsuki, quien sonrió por tal gesto- Que tal si me sorprendes.

--Ok. -dijo satisfecho por su respuesta- Haré lo que sea, siempre y cuando tú estés a mi lado. Amándome tanto como yo lo hago.

--Soy tuyo, ¿Lo olvidas? -dijo levantando el mentón del rubio para que lo mire a los ojos- Ahora nos pertenecemos mutuamente.

--Sí, y eso me hace feliz.

Tal vez estaba jugando sucio al manipular a Izuku a su antojo, pero era necesario, pues quería que aquel omega pelinegro sufriera poco a poco hasta quedar destrozado.
Le enseñaría a quién pertenecía ese Alfa.

--Eres mío. Tú eres mi Alfa.♡

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⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

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Ese alfa es MÍO (DkBk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora