Capítulo 5

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Levi estaba sentado en su escritorio, mirando fijamente la pantalla de su computadora sin poder concentrarse. El sonido del teclado y las conversaciones de sus compañeros parecían lejanos, como si estuviera atrapado en una burbuja de desasosiego. De repente, Porco apareció a su lado, notando la expresión sombría en el rostro de su amigo.

—Oye, ¿qué te pasa? Te veo más perdido que un niño en un parque de diversiones —dijo Porco, intentando romper el hielo.
Levi suspiró profundamente, sintiendo cómo el peso de sus emociones lo aplastaba.

—Hange y yo... estamos en un punto crítico. Ella dice que ya no me ama.

Porco frunció el ceño, sorprendido.

—Eso es serio. ¿Qué pasó?

—No lo sé. Las peleas se han vuelto constantes y cada vez que hablamos, siento que nos alejamos más. Me dijo que se siente vacía... como si nuestra vida juntos no tuviera sentido. —La voz de Levi se quebró al pronunciar esas palabras, y un nudo se formó en su garganta.

Porco se sentó en la esquina del escritorio, adoptando un tono más serio.

—Mira, Levi, a veces las relaciones pasan por momentos difíciles. Pero esto... esto no es solo una fase. La verdad es que ya se veía venir.

Levi lo miró con incredulidad.

—¿A qué te refieres?

—Te he visto luchar durante meses. Las largas horas de trabajo, el estrés... Hange siempre parecía estar al borde de la frustración. A veces es difícil ver lo que está justo frente a nosotros porque estamos demasiado atrapados en nuestra propia rutina —dijo Porco con sinceridad.
Las palabras de Porco resonaron en la mente de Levi.

Recordó las discusiones sobre cosas triviales y cómo cada pequeño desacuerdo parecía acumularse como una tormenta inminente. La tristeza lo invadió nuevamente.

—No puedo creer que haya llegado a este punto... No quiero perderla —murmuró Levi, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con brotar.

Porco lo miró con compasión.

—Entiendo que duele, amigo. Pero también tienes que ser honesto contigo mismo. Si ella siente que ya no hay amor, tienes que preguntarte si hay algo que puedas hacer para cambiar eso o si es hora de dejarlo ir.

—No quiero dejarla ir... —dijo Levi con desesperación—. Aún la amo. Pero no sé cómo arreglar esto.

Porco se inclinó hacia adelante, hablando con firmeza pero suavidad.

—Entonces busca ayuda. La terapia puede ser una buena opción para ambos. A veces necesitas a alguien externo que te ayude a ver las cosas desde otra perspectiva.

Levi asintió lentamente, sintiendo un rayo tenue de esperanza entre la oscuridad de su corazón roto.

—Voy a intentarlo... pero tengo miedo de lo que pueda pasar.

—Es normal tener miedo —dijo Porco—. Pero enfrentar tus miedos es parte del proceso. Y recuerda: no estás solo en esto. Siempre estaré aquí para apoyarte.

Levi tomó un respiro profundo, sintiendo una mezcla de gratitud y tristeza por su situación actual. Aunque sabía que el camino sería difícil, también comprendía que tenía que intentarlo por el bien de ambos.

—Gracias, Porco... realmente aprecio tu apoyo —dijo Levi mientras miraba por la ventana, perdido en sus pensamientos sobre lo que vendría después.

Porco sonrió y agregó con un tono burlón:

—Y si todo falla, al menos tendrás una cita con esa terapeuta sensual y exquisita... ¡Ya sabes! Tal vez termines más loco por ella que por Hange.

Terapia de pareja (Rivamika) (Levihan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora