One Shots Batfamily Vol.3

💙 Capitán y Detective

—no me importa que tengan que hacer, mantengan el perímetro ¡ya!

Bufe enojada, apagué la radio, los policías pronto hicieron lo que pedí después de haber estado media hora parados como idiotas.

—¿mala noche?

Rodé los ojos y suspiré girándome.

—igual que todas las demás.

Nightwing sonrió de lado y se acercó.

—¿qué sucede?

—situación con rehenes, tenemos identificados a Dent y Mr. Freeze.

De pronto gritos y una explosión de hielo me tensaron.

—maldición.

—iré a ver que pasa.

Apenas dio un paso lo detuve con mi mano en su pecho, él la miró y me sonrió como si eso no fuera nada.

—¿ten cuidado quieres? Si te mueres, será mucho pápelo.

—vaya forma de demostrar que si te preocupas por mí.

Reí sarcástica dejándolo ir. No mentiré, verlo entrar a la boca del lobo me ponía los nervios de punta.

Nightwing solía ayudar bastante, más cuando estaba yo en la escena. Se supone que si vemos a algún vigilante debemos de arrestarlo, pero honestamente, son más de ayuda que los idiotas que se están dejando sobornar frente a mi.

Mi atención se enfocó de nuevo en el banco cuando las puertas se abrieron y la gente comenzó a salir asustada y gritando.

Los paramédicos los recibieron a todos rápidamente. Corrí hacia el banco con mi arma en mano, vi a Nightwing pelear con Freeze, pero Dent se levantaba del suelo, y fue que lo vi alzar su arma hacia el vigilante.

Los reflejos de Nightwing fueron más rápidos que los míos, y después de haber noqueado a Freeze, electrocutó a Dent, quien se retorció con fuerza en el suelo.

Bajando mi arma me acerqué.

—¿estás bien?

—¿preocupada por mi, Capitana?

—yo no...

Deje de hablar con el bullicio del FBI entrando. Los policías del departamento podrían no arrestar a los vigilantes, pero el FBI si.

Con los ojos abiertos empujé a Nightwing del pecho hasta que terminamos escondidos detrás de varios pilaras en la oscuridad.

El FBI se centró en los prófugos de Arkham.

—vete, antes de que registren el lugar–murmuré sin dejar de ver a los agentes.

—si que te importo.

Su ronca voz me hizo alzar la mirada. Su mascada no dejaba ver a profundidad, y la oscuridad no ayudaba, pero sus ojos parecían tener un destello azul, y su cabello parecía más negro que nunca.

—solo...solo no creo que debas ir a prisión.

—¿cuándo admitirás que te gusto?