El sol se estaba poniendo, y una cálida luz dorada llenaba el departamento. ____ y Jason estaban tirados en el sofá, disfrutando de una tarde tranquila. Jason, como de costumbre, tenía una actitud relajada, con los pies encima de la mesita y las manos detrás de la cabeza, mientras ella le contaba una anécdota divertida de su día.
En un momento, Jason soltó una pequeña risa y, sin querer, soltó un comentario en broma. —Bueno, podrías haber resuelto eso si fueras tan ruda como yo, ¿no? —dijo con una sonrisa burlona, dándole un pequeño empujón en el brazo.
Ella frunció el ceño, entre divertida y ofendida. —¿Perdón? ¿Quién dijo que no soy ruda? —preguntó, levantando una ceja y mirándolo con ojos entrecerrados, preparándose para darle una lección.
Jason, sin perder la sonrisa burlona, levantó las manos en señal de rendición. —Oh, claro, lo siento... eres súper ruda, lo sé. —Pero su tono claramente indicaba que seguía bromeando.
Ella aprovechó su descuido y le dio un pequeño toque en el costado, justo donde sabía que era más sensible. Jason soltó una carcajada, sobresaltado, y antes de que pudiera detenerla, ____ lo atacó de nuevo, encontrando su punto débil. —¡Hey! ¡No juegues sucio! —gritó entre risas, mientras trataba de quitarle las manos.
—¿Rudo, dices? ¿Quién es el rudo ahora, eh? —se burló ella, riendo mientras continuaba con los ataques de cosquillas.
Jason intentó resistir, pero pronto sus carcajadas lo traicionaron. Intentó levantarse y atraparla, pero ____ fue más rápida, y lo empujó de vuelta al sofá, aprovechando su ventaja. —¡Esta es una venganza por todas tus bromas! —declaró, riendo sin parar mientras él trataba de quitarle las manos.
Pero Jason no iba a dejarse ganar tan fácilmente. Con un rápido movimiento, giró y atrapó sus muñecas, inmovilizándola suavemente, y mirándola con una sonrisa triunfante. —¿Ah, sí? ¿Ahora quién es el rudo? —preguntó, acercándose a ella mientras mantenía sus manos prisioneras.
Ella trató de soltarse, pero Jason le lanzó una mirada traviesa. —Ahora es mi turno. —Y sin previo aviso, comenzó a hacerle cosquillas en el costado, provocando que ella se retorciera de risa.
—¡Jason! ¡Para! —gritó entre risas, sin poder contener las carcajadas mientras él continuaba con su "venganza". Pero, en lugar de detenerse, Jason sonrió aún más.
—¿Qué? ¿Te rendiste ya? —preguntó, claramente disfrutando de la situación.
Ella, incapaz de contenerse más, finalmente asintió, jadeando entre risas. —Sí, sí, ¡me rindo! —dijo, con lágrimas de risa en los ojos.
Jason soltó una última risa antes de detenerse, aún con esa sonrisa traviesa en su rostro. La miró, y en un momento de calma, ambos dejaron de reírse, con sus rostros muy cerca uno del otro. Jason bajó la guardia, y ella, sin perder el tiempo, se liberó y le dio un suave beso en los labios, todavía sonriendo.
—¿Así que eso era una trampa? —preguntó él, mirándola con diversión.
Ella se encogió de hombros, tratando de ocultar su sonrisa. —Tal vez... —respondió, juguetona.
Jason la abrazó, aún con la sonrisa en los labios, y ambos se acomodaron juntos en el sofá, disfrutando de esa paz y diversión inesperada en una ciudad tan caótica. En ese momento, sabían que esos pequeños momentos juntos eran lo que realmente importaba.
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One Shots Batfamily Vol.3
FanfictionHistorias basadas en mi imaginación, películas o series sobre los chicos de Ciudad Gótica