Mas que familia
En un rincón oscuro del transatlántico, Damiana se encontraba acurrucada, intentando mantenerse fuera de la vista. Había encontrado refugio temporal en una pequeña bodega, donde cajas de suministros y barriles viejos ofrecían una precaria cobertura. Su respiración era entrecortada, el miedo y la adrenalina la mantenían alerta, sus sentidos agudizados por la incertidumbre de lo que podría venir.
El sonido misterioso que resonaba en el horizonte del mar había despertado en ella una mezcla de curiosidad y terror. Mientras se ocultaba, sentía cada vibración y cambio en el ambiente como si fueran golpes en su propio corazón. La onda expansiva que se acercaba rápidamente hacia ellos solo aumentaba su ansiedad, planteando un nuevo enigma en medio de la oscuridad y el caos de la noche.
Damiana, vestida con el vestido de cóctel sentía el frío de la noche colarse por el chal. Su cuerpo temblaba, no solo por el frío, sino por el miedo que la atenazaba. A pesar de su situación, no podía evitar que su mente divagara hacia los recuerdos de su vida antes de este caos. Recordaba los días tranquilos, los momentos de paz que ahora parecían tan lejanos e inalcanzables.
A medida que el transatlántico parecía fusionarse con el cielo, y el vapor ascendía en espirales etéreas, inadvertida de tal contexto; Damiana sintió una profunda sensación de aislamiento y desesperanza. El mundo a su alrededor se había vuelto surrealista, como si estuviera atrapada en un sueño del que no podía despertar. Las tropas y los rituales que se desarrollaban a su alrededor eran como escenas de una pesadilla, y ella, una espectadora impotente en el centro de todo.
Sin embargo, a pesar del miedo y la confusión, una chispa de determinación ardía en su interior. Sabía que no podía permanecer escondida para siempre. La vida había sido dura con ella, y las circunstancias la habían obligado a desarrollar una fuerza interior que ahora necesitaba más que nunca. Mientras observaba a través de una rendija en la puerta de la bodega, su mente comenzaba a trazar un plan. La oportunidad de escapar y luchar por su libertad aún existía, y Damiana estaba dispuesta a aferrarse a cualquier esperanza, por pequeña que fuera.
Con una profunda inhalación, trató de calmar sus nervios. Sus manos, aunque temblorosas, buscaban una herramienta, cualquier cosa que pudiera usar para defenderse si fuera necesario.
Damiana sabía que debía mantenerse fuerte. Las sombras de los sicarios acercándose eran una amenaza constante, pero su espíritu de supervivencia la empujaba a seguir adelante. Con determinación renovada, se preparó para enfrentarse a cualquier cosa que se interpusiera en su camino, dispuesta a luchar por su libertad y, quizás, encontrar una salida de la oscuridad que la rodeaba.
La escena se tornó difusa rápidamente. Un aura aturdió sus ojos. Y, luego, todo pareció un sueño tonto.
Damiana permanecía en el internado la mayor parte del año, regresando a casa de sus padres adoptivos solo en fechas señaladas, como diciembre.
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La Corte del ZarcilloRoto
Teen FictionCuando la familia se reúne en el palacio de Lord Alistair diez días antes de la nochebuena; Ni las olas en la rompiente, ni Roma en horizonte, ni la gárgola en lo alto del castillo... Son los susurros de una conspiración invernal que deberán alertar...