𝐁𝐈𝐋𝐋𝐅𝐎𝐑𝐃 𝐌𝐄𝐗𝐈𝐂𝐀𝐍𝐎.

El mercado es como la guerra.

Draconiia capitulo dedicado a ti vv, gracias por estar desde el inicio de esta historia. 🦌💓

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-Bill-

El mercado es la jungla, es un lugar donde tienes que sobrevivir. Y más a la hora pico, donde todo mundo está buscando todos sus insumos y una posibilidad de llevar comida a su hogar.

Todos se apilan como mapaches y está peor cuando todo está en oferta.

Y hoy, es día de súper oferta; peor que el Home Deapot.

Pino y yo dudamos en si entrar al mercado. Desde la entrada se ve que todo está de la verga.

—Güey, ¿y si mejor venimos otro día?

—No, ya sé que hacer.

Y de la nada el pendejo desapareció. Me puso a buscarlo pero unos gritos captaron mi atención. Me asomé nuevamente al mercado y verga, casi me aplasta toda la gente que había salido corriendo.

Cuando el "genterío" se disipó, me asomé y vi al pendejo gringo con una pistola en mano. No sé si es falsa o no, Pero le voy a partir la madre.

—¡¿QUÉ VERGA ESTÁS HACIENDO?!

—Pues nada, despejé todo.

—Güey esto no es estados unidos, va a venir la patrulla y nos van a llevar.

Y así como lo dije, sucedió.
Llegaron los polis.

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Ambos hombres estaban en salas de interrogatorio distintas. Y en distintas situaciones.

—Joven ¿Billy Cortés Villarreal?

El rubio con una gran vergüenza asintió y con una voz baja contestó:

—Solo dígame Bill.

—Muy bien, ¿qué hacía junto al victimario?

—Pues...

. . . 

—Stanford Pines, ¿no es así?

El hombre asintió con clara indignación.

—¿Por qué disparaste al techo del mercado? Causaste daños a la propiedad, alteraste el orden público, cometiste un tipo  de terrorismo... y viendo tu historial del estados unidos, estás acusado de robo, estafa, intentos de homicidio, robo en tiendas, enseñar a los osos a conducir, un nuevo delito que inventó llamado "burgle-bezzle-ment", homicidio de llama en primer grado, robo de termómetro en primer grado y tráfico de pugs, así como la venta de docenas, si no cientos, de productos defectuosos, la comisión regular de fraude fiscal masivo, estafar a los turistas a diario, fingir un ataque al corazón para salir en un programa de televisión, escapar de la custodia policial, destruir otras atracciones de carretera, aparcar en plazas para discapacitados, robar fuegos artificiales y otros artículos, y contrabandear animales en peligro de extinción a través de múltiples estados.

—Carajo Stanley.

—¿Entonces, algo que declarar? Todo lo que digas podrá ser usado en tu contra.

—I don't speak Spanish, I'm sorry. And I won't speak without a lawyer.

El policía sonrió y con burla declaró.

—So, anything to declare? Anything you say can be used against you.

—Fuck.

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Después del interrogatorio y de verificar que no hubieron tantos daños. Se les multó y se les condenó a pasar un día en la cárcel.

—¿Viste en el pedote que nos metiste?

—I know, i mean. Sí, Pero total, nadie nos conoce aquí.

—Serás tú; a mi sí me conocen en este pinche pueblo, por eso me persiguen los "maliantes".

Ford se quedó confundido, ¿quién conocería a un vagabundo?

—¿De dónde te conocen?

—Te vale verga.

Y sí, Bill estaba enojado con Stanford por haberlos metido en ese pedote.

. . .

La mañana llegó y finalmente fueron liberados y bueno, la corrupción hace milagros.

Ahora sí, irían hacia la cueva del diablo.

—¿Seguro que si sabes?

—¡Sí, sí sé, yo pasé con diez matemáticas.

Ford se estaba cuestionando si fue buena idea haberle pedido ayuda a ese desconocido.

Pero no había de otra.