𝐁𝐈𝐋𝐋𝐅𝐎𝐑𝐃 𝐌𝐄𝐗𝐈𝐂𝐀𝐍𝐎.

Encuentro poco agradable.

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-Bill-

Estoy hasta la puta madre de los jodidos gringos que vienen a México a querer imponer su pinche cultura toda pedorra.

Es que de verdad, es tan tan cagado que me dan ganas de suici-

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—¡Fíjate, hijo de tu puta madre!

El hombre paró la moto y me miró emputado.

—Look at that fucking badly dyed blonde!

No sabía que dijo, pero me ofendí.

—¡MAHH! No hablo "Taka Taka", puto gringo pendejo.

Me estaba por ir. Pero gracias a que el pocos huevos me sacó el dedo, me enojé y me aventé encima de él con navaja en mano.

—Te voy a mochar ese pinche dedo. A ver si dejas de andar de putito en pueblos ajenos.

Me le aventé pero el estúpido se movió a un lado y caí de cara al suelo.

Sin más remedio le pregunté.

—¿Do You speak spanichs?

—Sí. Y así no se pronuncia. Estudia más.

Lo miré con burla y le pregunté:

—¿Quién?

—Pues t-

—Te preguntó.

El gringo me miró indignado y rodó los ojos.

—Como sea, ¿sabes dónde queda la llamada "cueva del diablo"?

Diablo. Este güey sí que quiere morir.

Pero mejor para mí. Aunque don Ramón dice "la venganza no es buena, mata el alma y la envenena" hoy no haré caso a eso.

—Sí, sí sé dónde queda. Te llevo si quieres.

—Cool.

—Solo si me pagas veinticinco mil pesos mexicanos.

—Where do I get that amount?

—Ah, "pos" no sé. Eso ya e' pedo tuyo. Pero si quieres ir, me vas a tener que pagar.

—Está bien.

—Oye, agárrame.

Me miró confundido y preguntó:

—¿Qué te agarro?

—Esta.

Me empecé a burlar de él. Pero no le hizo mucha gracia y me pateó la cabeza.

Me levanté del suelo y bueno. Ahora tengo que llevar a un desconocido a que se suicide.

Mi pedo no es.

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Esta no será veneno. Estén tranquilos. Al chile ya no creo que alguien pele está historia, es decir, me morí por más de un mes. Creo JAJAJAJAJA.