𝐁𝐈𝐋𝐋𝐅𝐎𝐑𝐃 𝐌𝐄𝐗𝐈𝐂𝐀𝐍𝐎.

Mala crianza.

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-billy-

¿Como se puede contar mi pasado sin que terminen pensando en internarme?

La escuela de Arte, ser abogado, el asesinato que se ocultó, ¿cómo puedo contar eso sin que se me vea de mala forma?

Miré a Stanford, abrumado. Su mirada intensa me estresa, no quiero contarle, bueno sí. Pero no.

—No sé.

—Dímelo.

—Es que no sé.

—Cuéntame.

—No sé cómo hacerlo.

—Cuéntame, te escucho.

Me acerqué más a él y lo miré directamente a los ojos.

—Stanford, no le siento listo para contarte esto.

Ford me miró comprensivo y se acercó más a mi en busca de un abrazo, obviamente lo correspondí.

—Bill, lamento si te presioné.

—No te preocupes.

. . .

La mañana llegó, y con ella... Otro pedote.
A LA VERGA CHINGUEN A SU PUT-
Vayan y molesten a su progenitora que otorga servicios carnales.

En fin, adivinen.

"Se llovió" todo. La casa de campaña, nuestra comida, nuestros materiales, TODO.
Vale madre.

Lo único que se salvó, fue el dinero; y eso fue porque lo tenía guardado en el culo.
Hablando en serio, que bueno que dormí con un dinero metido en mi bolsillo.

Suerte.

Ay no, suerte ni que verga.

Pinche vida de mierda.

Ojalá me muera, a la verga.

Seré sincero, no sé cómo Pino y yo terminamos en un bus.

Pero aquí estamos, platicando de lo más tranquilo. Ya son como la nueve de la noche y nos está agarrando el sueño bien cabroncito.

. . .

—Bill, ¿de cuántos hombres te has enamorado?

—Uuuh, si te dijera no me la acabo.

—Oraaa, golosaaaa.

—JAJAJA, golosa tú. Bien que me estabas intentando ligar anoche, eh, —posó como una modelo— así me decías, y cito, "quiero saber más de ti, me interesas. —Expresó con un tono burlón.

—Fuck you, beautiful badly dyed blonde.

—La tuya por si acaso.

Stanford miró a su alrededor y con nervios preguntó:

—Oye, puta, ¿a dónde vamos?

Bill posó su dedo índice sobre el labio de su contrario haciéndolo callar.

—Sh, shh, eso no se pregunta, puta. Vamos a dónde el destino diga, así como un sabio dijo... espera mi llegada con la primera luz del quinto día al alba, mira al este.

—¿Esa no es la del señor de los anillos?

—No tengo ni puta idea, lo leí en una imagen de Piolín en Facebook.

—Ok.

—Te vale madre.

—No, no, solo no se que decir.

—Ash, Ford, o sea, onda, ¿qué pasa por tu cabecita? Me tienes que mostrar interés. O sea, dice que me quieres ligar, y o sea, no lo demuestras, güey. O sea, ¿tú y yo que somos?

Stanford ante los reclamos empezó a hacerse el dormido.

—¡No te hagas el dormido! Eso no es muy "pipirisnais" de tu parte, güey.

Sin respuesta.

—ASH, ya qué.

Se acomodó al lado de Ford y se durmió junto a el. Pero después de unos minutos se separó porque sintió que se veía gay.

Y mientras dormían, no se dieron cuenta que el bus que tomaron los estaba llevando a la misma ciudad de Villahermosa, ¿cómo pasaron que Mazatlán a Villahermosa? No sé, por pendejo, quizá.

. . .

No quería que esto perdiera fama ok

Por cierto, se que me tarde en actualizar Pero pido que me entiendan.

He tenido muchísimos proyectos y estoy atiborrando de tarea, Pero aquí está su comida, coman hijos, coman.