𝐁𝐈𝐋𝐋𝐅𝐎𝐑𝐃 𝐌𝐄𝐗𝐈𝐂𝐀𝐍𝐎.

Vale verga

-Ford-

Bueno...recuerdo que yo había dicho que los hombres iban a valer verga y todo el tema, ¿Y recuerdan que le robé el teléfono a una señora?

Pues resulta que la señora era mamá de uno de los que se llevaron a Bill.

. . .

No van a creer dónde estoy.

Pues, o sea, si encontré a Bill, Pero no como yo creía.

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Bill y Stanford estaban atados en dos sillas, juntas, pegaron ambas sillas de espalda. .

Bill tenía el ojo venado, no sabía que Ford estaba ahí mismo. Los habían dejado encerrados a ver qué hacían.

Bill, entre su aburrimiento, se puso a cantar:

—Siento el cuerpo tenso como no te pienso, si nomás te juiste' y me pongo a temblarrr, en el cenicero me encontré una-

—¿Qué cosa taaan, ¿naca?
estás cantando?

—¡¿FORDSY?!

—¿cómo me llamaste?

—Ford.

—Me chiveo, así como dices tú, JAJAJA.

—Baboso, ¿Sabes que estamos secuestrados y que en cualquier momento pueden sacar una cámara y asesinarnos?

—pues, sí, ¿por qué la cámara?

—por nada, ya, shh.

. . .

Las horas pasaban y no oían nada, bueno, la verdad es que sí. En todas esas horas nunca se callaron, hablaron como pericos, y la verdad que los secuestradores la andaban pasando mal.

—¡¿GÜEY, A QUÉ PINCHE HORA SE VAN A CALLAR?! —se jaló el cabello con desesperación y se tiró al suelo— ¡¡ESTOY HARTO DE ELLOS!!

El otro hombre trataba de taparse los oídos mientras movía su cabeza como un perro.

—¿VERDAD QUE SÍ? YA, YA LOS QUIERO SOLTAR Y QUE SE VAYAN, A LA CHINGA-

Un fuerte putazo sonó en aquella habitación. El pelón había entrado.

—Nadie se va, ahora. Vayan a sacarles toda la pinche información o yo me encargo de sacarle los ijuepuerras órganos a ustedes dos.

—¡Sí, patrón!

Ambos hombres regresaron con nuestros secuestrados, Pero no se esperaban encontrarlos en una situación algo...comprometora.

-Five minutes ago-

—¿Y bien, tenemos que esperar a que regresen?

—pues, no sé güey. Yo ya me solté, nomás ando esperando a ver qué pedo.

—¿What the fuck, ya te liberaste?