CAPÍTULO XII De vuelta al presente

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Pasaron varios días, a estas alturas mi mente y mi sentir se sentían tan bloqueados y confundidos, no lograba entender qué estaba pasando con John.

Le pedí disculpas en persona, le mande mensajes, intentando solucionar mi cometido pero nada funcionaba. No sabía qué hacer con exactitud, el llevaba días ignorandome, sin querer verme ni responderme. Incluso le mande cartas pero tristeza y enojo fue lo mío al verle a lo lejos salir a tirar mis cartas a la basura.

Decidí dejar de insistir y buscarle, mi orgullo había sido completamente herido, sé que había hecho algo mal, que había sido importuno de mi parte involucrarme en un tema que tal vez aún no me correspondía conocer.

Realmente no comprendía cuál era el problema, me sentía a la vez con derecho a saber, que me ocultaban, si había algo más grande en ello. Todo aquello hacía crecer mi curiosidad y mi fascinación por el misterio.

Fue entonces cuando el decidió hablarme, justo cuando ya me había mentalizado y resignado a que John y yo habíamos terminado para siempre. Tantos escenarios en mi imaginación me habían hecho sentir tan rota de amor.

Me pidió disculpas, y aunque intente querer regresarle lo mismo o diez veces más, no fui capaz, verle me hizo querer abrazarlo y lo disculpe al instante sin poder resistirme a su encanto.

Desde ese día, a pesar de sus disculpas, sabía que algo no andaba bien, lo sentía muy en el fondo, algo en el había cambiado por completo, como si de la noche a la mañana John no fuera John, y por muy ridículo que sonara, realmente sentía otra persona, una personalidad completamente diferente, alguien más distante, ausente, un ser malvado, todo lo apuesto a lo que había conocido de él.

Seguía siendo completamente atractivo incluso hasta más, pero aún así prefería al que conocí, del que me enamoré ciegamente. No lograba comprenderlo, necesitaba respuestas.

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