No podía quedarme quieta ni un segundo más, no podía soportar la ansiedad de callar las voces que hacían eco en todo mi interior.
Completamente decidida empece a investigar más, necesitaba entender los comportamientos tan extraños de mi novio al mismo tiempo de saber qué había sucedido con Josh. Había cosas que me había contado que no lograba recordar, algo, algo debía hacer para recordar cada detalle, cada palabra.
Me sentía tan paranoica, tan obsesionada con la luz que me guiara hacia la verdad, hacia lo desconocido.
Justo cuando estaba investigando y recopilando información, me llegó una carta, era nada más ni nada menos que una invitación por parte de la Sra. Karlotta, citandome para platicar conmigo. Falsas ilusiones me había formado al pensar que por fin se aclararian y se disiparian todas mis dudas.
Se llegó el día, llegue a la hora y al lugar que se habían indicado en la invitación. Había llegado muy puntual, y mi vestimenta acorde al restaurante, cuyo lugar es un poco formal, elegante y lujoso.
Mientras tanto ordené un café y espere de manera ansiosa. Tenía el sorbo hirviente en mi paladar recién, cuando de pronto llegó la Sra. Karlotta, vestida de manera muy elegante, con clase pero al mismo tiempo no tan exageradamente recatada.
Con su bolso en mano de manera cordial me saludó con la punta de sus dedos para retirarlos enseguida. Prosiguió a sentarse y cruzando las piernas y viéndome tan seria se dirigió hacia mi.
–Quiero que te alejes de mi hijo lo antes posible–dijo la Sra. Karlotta sin rodeos, directo al punto.
Yo me quedé helada, pasé el sorbo de café tan rápido que sentía lo caliente hirviendo en mi garganta, mi mente se sentía realmente confundida. No era la típica historia en donde el estatus social fuera un impedimento, si bien los Harrison son una familia adinerada, la mía también.
Entonces si no era por eso, no comprendía qué motivo había para ser tan despreciable conmigo.
–Mmm–dije al mismo tiempo que bajaba lentamente mi taza–antes quiero saber algo–hice una pausa misteriosa y pensando que diría exactamente en esta situación, con cautelo–¿cuál es la razón por la que debo terminar con su hijo?
–La razón, eso a ti no te incumbe–contesto de una manera grotesca, burlona e imponente–no eres parte de esta familia y nunca lo serás.
–John, ¿sabe sobre este encuentro?
–No! Y no tiene porqué enterarse. Eres apenas una chiquilla que no sabe nada de la vida. Déjalo así, a ti y a mí nos conviene que esa relación no siga.
–¿Porqué? ¿Qué es exactamente lo que me esconde? ¿A qué le tiene tanto miedo? Si es sobre Josh... yo no sé nada y si supiera no diría nada tampoco
–Espera–hizo una mirada confundida–¿Acaso dijiste Josh? ¿John te contó sobre su gemelo?–de pronto una mirada completamente perdida y llena de melancolía apareció en su rostro.
–No–hice una pausa de silencio para después decir–nunca hablan sobre él, tienen una habitación cerrada llena de sus cosas y en su libro favorito una fotografía de él.
–¿Cómo sabes que ese es su libro favorito?–Su cara hosca se tornó cada vez más confundida y reservada ante el tema
–Porque lo conocí y él me lo dijo. Hace 10 años, 6 de febrero de 1994.
Su vaso se derramó y su cuerpo poco a poco se derrumbaba
–No, no, no, eso no, eso no puede ser, no es posible–decía repetidas veces–él! él murió–dijo cuando estaba empezando a tomar compostura–mi Josh murió 3 días antes, es imposible. Me estás mintiendo! No mientas! –una histeria brotó sobre ella
Ella tambaleándose un poco e intentando fingir tranquilidad, se marchó inmediatamente del lugar.
A ese punto no sabía exactamente qué pensar. No, no fueron ideas mías ni mi imaginación, yo lo vi, yo hable con él. Pero cómo era eso posible, ¿falleció? ¿cómo falleció? ¿por qué solo yo podía verlo ese día? ¿por qué dejé de verlo? tenía tantas preguntas rondando sobre mi cabeza.
No fue hasta unos minutos después que retome la compostura, que me pude marchar del lugar.
De regreso a casa no paraba de seguir cuestionandome, pensando en si realmente había sido producto de mi imaginación, pero al mismo pensaba que cómo sería posible imaginar a alguien que si existió que nunca antes había visto hasta ese día pero había fallecido, mi otra explicación lógica era que vi su fantasma, pero ¿porqué yo? ¿por qué pude verlo? al ver su reacción empece a suponer que fue una situación muy trágica como para no querer tocar el tema. Entendía bien lo que era perder un hermano, mis padres y yo conocíamos ese sentimiento mejor que nadie.
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¿Cómo te olvido?
Teen FictionJosh Harrison y John Harrison son gemelos. Jenny narra el cómo conoció a cada uno de estos chicos y como terminó envuelta con cada uno de ellos en diferentes etapas de su vida, sin siquiera saber que estos son gemelos y que uno ya había fallecido. H...