Pasaron los días, los meses y años y nunca más supe de Josh, varias veces corría al parque a verle pero era como si la tierra se lo hubiese comido o como si se hubiese esfumado entre las olas del mar.
Recuerdo que una vez llevaba un libro que quería regalarle, pues me había dicho aquella vez que ama leer–lo estuve esperando por horas–no era la paciencia en mí, sin embargo ansiaba verlo, mi anhelo era tanto que no importaba cuanta desesperación tuviese, no importaba el tiempo.Dos años después lo ví–al menos eso creía–era tanta mi emoción que sin pensar corrí lo más rápido posible a verlo, quería preguntarle el significado de aquellas últimas palabras, que dónde había estado todo este tiempo y qué era realmente.
Cuando toque su espalda un niño volteo, llevaba un helado y un parecido a John, pero no era él, no lo era.
Entristecida, como si algo en mi hubiese muerto–la esperanza se marchaba poco a poco–pedí disculpas y me marche.Aún persistía tanto en que no era producto de mi imaginación; el otro pensamiento que se me atravesaba es que el fuese un fantasma–me asustaba y al mismo tiempo me fascinaba el terror–quería averiguar todo cuanto a él pero,¿dónde podía hallarle?.
La razón de mi fascinación a él al pensar que era un fantasma es porque soy una amante de libros de todo tipo, pero en aquel librero que compró mi madre, Coraline Sanders, color caoba, estaba repleto de libros de misterio, suspenso y fantasía pues son mi género favorito.
De momento a otro se desvaneció su recuerdo poco a poco,habían pasado 10 años desde la primera y última vez que le ví.
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¿Cómo te olvido?
Teen FictionJosh Harrison y John Harrison son gemelos. Jenny narra el cómo conoció a cada uno de estos chicos y como terminó envuelta con cada uno de ellos en diferentes etapas de su vida, sin siquiera saber que estos son gemelos y que uno ya había fallecido. H...