XXXI- Me gustas tú

463 9 0
                                    

| Eren |

Cuando desperté lo primero que vi fue el rostro risueño de aquel ser, ayer actuó como un completo psicópata, pero hoy parece totalmente diferente, esa personalidad fue consumida por un ángel, su piel tersa, sus pestañas largas y sus cejas definidas, me hacen dudar de mi decisión, sé que mientras duerme puedo admirar su belleza y memorizar uno a uno sus rasgos, pero cuando se despierte desatara todo su arrepentimiento y odio, ni siquiera me atrevo a moverme, la fricción de su cuerpo desnudo hace que miles de estallidos me carcoman el estómago y su cálido aliento me inmoviliza, quiero extender los segundos a minutos, pero también quiero escapar.

*— ¡James, me gustas!, ¡me gustas!, ¡por favor, déjameee! — Lo dices para que te libere, ¿verdad?, no soy tonto, será mejor que dejes de gritar, no quiero hacerte daño. — ¡Suéltame! — ¡Acaso no te gusta esto!, ¡también lo quieres, por qué te retraes!, ¡es por ese Tayrac!, ¡dime! — ¡No!, ¡no quiero!, ¡James si lo haces te odiare por siempre!, ¡aléjate! — ... ¡Eren, tú no puedes odiarme!, ¡tú me amas!, ¡me lo dijiste!, ha, ... ¡dímelo! — ... — Esta bien, entonces tomare fotos. — ¡Por qué tomaras fotos!, ¡estás loco! — Te diré lo que voy hacer, tomare fotos de nosotros dos, así te voy a retener a mi lado, no te vas a ir con ese idiota de Tayrac, ya no vas a poder salir a esas fiestas, solo estarás conmigo. — ¡Planeas chantajearme con eso!, ¡qué te hizo cambiar!, ¡he!, ¡acaso no te doy asco!, ¡por qué me haces esto!, ¡soy un hombre!, ¡un hombre!, ¡mírame bien! — ¡Ya cállate!, ¡basta! 

Él se quedó mirándome, luego se bajó de la cama y fue a traer su teléfono; se acercó a mí y empezó a besar mi pecho mientras se tomaba fotos, hizo lo mismo mientras tocaba cada parte de mi cuerpo con total desesperación, hasta que de pronto se detuvo, y salió corriendo, intente soltarme, pero no pude, poco a poco me quede dormido *

| James |

¡Maldición!, ¡qué hice!, ahora qué hago, él esta despierto, no sé qué decirle, tampoco puedo disculparme, es su culpa. Hace rato desperté del sueño que tuve desde ayer al mediodía cuando decidí perseguirlo, ahora que lo tengo tan cerca no hay vuelta atrás, lo odio, pero no me desagrada, lo que hice no me disgusto, incluso generó en mí nuevas sensaciones que nunca antes había sentido, pero me asusta, no quiero ser como él, no quiero desviarme, él no puede gustarme así, solo es un experimento, estoy seguro que si lo intento con una mujer será igual o mejor, no tengo porqué desesperarme.

Eres lindo, no mereces ser engañado, ya sufres suficiente, no voy a permitir que sigas viéndote con Tayrac, él tiene novia, en cualquier momento se va aburrir y te va a dejar. ¿Por qué haces esto Eren?, ¿por qué te vas con alguien más si me amas?, si quieres olvidarme no me remplaces con cualquiera. Miro con los ojos entrecerrados como él acaricia mi rostro con miedo, quiero sonreír, pero no lo hago, estoy temblando, no sé si sea por su tacto o porque no encuentro palabras para dirigirme a él.

— ¡Hijo, a desayunar!

De inmediato me levante, lo mire de reojo, me cambie y salí de mi habitación sin decir nada, cerré con llave por fuera, y baje rápidamente rogando que ese idiota no gritara. Cuando vi los platos de comida le dije a Sugey que deseaba una porción más, luego tomé los dos platos y subí a mi habitación casi corriendo.

— James, ¿por qué no comes con nosotros?

— Bueno estoy muy cansado, hoy estaré en mi habitación todo el día, es fin de semana.

— Ho, entiendo.

— Está bien, creo que dormiré después de comer, así que no hagan ruido, por favor.

Sugey, — No te preocupes, nosotros iremos a una reunión, volveremos en la tarde.

— Que les vaya bien.

🍂El dolor del casi algo🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora