El pequeño borrego comprendió porque era que Ferdinand era el toro líder, lo tuvo que ver para creerlo...
Aquellos de los que había escapado habían vuelto un día y lo vieron... Trataron de llevárselo...
Valiente lo protegió por supuesto pero Ferdinand fue el que actuo votando a todos esos tipos del territorio.
Tal vez... Y si era digno de estar con Valiente...
Después de ello se acercó un poco al toro, salían los tres cada mañana sin falta a regar las plantas... No lo comprendía muy bien pero eran bonitas y olían bien así que ayudaba con lo que podía.
Después iban a una colina donde podía volver al vientre de Valiente quien lo recibía con cariño.
Y aunque no estaba aún muy seguro de dejar al gran toro cerca de su protector lo permitió.
Con esas pequeñas interacción comenzó a aceptarlo y en algún momento lo dejo dormir con ellos.
Era atento... Y siempre traía frutas deliciosas... Además de que siempre estaba al pendiente de ambos.
Con el pasar del tiempo también le agarro cariño aunque era uno diferente, muchas veces mientras el gran toro revisaba todo el territorio le acompañaba, bajo la atenta mirada de un Valiente en la colina.
Su relación con Valiente era la mejor, podía ir siempre que quisiera a su lado, acurrucarse en su vientre era cosa del día a día y adoraba hacerlo.
Así como el mismo Valiente adoraba tener al pequeño a su lado, verlo corretear por el territorio bajo el cuidado de un Ferdinand emocionado.
El gran toro estaba tan contento que se esforzaba mucho para demostrarlo.
El tiempo pasaba y el pequeño crecía rápido... Tenía una conexión especial con Nina, como lo tuvo con Ferdinand cuando era pequeño.
El resto de toros también se llevaban bien con el pequeño borrego, aunque su avance costó un poco más al no verlos con mucha confianza.
En poco tiempo ya estaba el pequeño listo para dormir solo aunque a Valiente no le gustará mucho la idea de dejarlo ir.
Y cuando paso su pareja no podía ser más que inapropiada, proponiéndole cosas vergonzosas.
<<Vamos cariño... Podemos tener uno más>> Ferdinand le proponía.
Le había explicado como encontró a su hijo pero para Ferdinand eso no importaba, solo importaba que ese pequeño que había crecido felizmente era suyo... Su cría.
<<No tienes remedio>> le empujó suavemente para continuar su camino a la colina dónde le gustaba tener su siesta matutina.
<<Adoraría que intentemos tener otro>> propuso y ahí entendió la verdadera razón de la insistencia de Ferdinand.
<<Toro pervertido>> le reclamo cuando lo volvió a atrapar observando su retaguardia.
<<Sabes que te amo...>> Se acercó rápido para frotar su hocico en el cuello de su pareja.
<<Yo también... Te amo...>> Y con esa simple respuesta Ferdinand solo confirmo lo que ya sabía. "Mi Valiente es alguien adorable".
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Y bueno, se terminó.
No hay mucho que decir, es un buen final creo yo, nadie murió y todos están felices.
Así que bueno, espero y les haya gustado está historia!!
Sin mas que decir hasta un próximo capítulo en alguna otra historia...
Post: haré un capítulo 'extra' cuando tenga ya la nueva historia (en omegaverse) para esta pareja.
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El territorio de Ferdinand
FanfictionCuando llegaron a ese nuevo lugar, dónde prometían libertad y felicidad al inicio nadie pensó bien lo que implicaba ese territorio. Eran toros al final... Toros que buscan tener su propio territorio, eso demanda su naturaleza... pero... ¿Por qué sol...