C VII: Conquistar

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Después de haber sido rechazado por Valiente quien al parecer era escéptico de los sentimientos de Ferdinand, este busco ayuda en sus mejores amigas.

Lupe afirmó que le conquistara bailando... Pero dudaba de que eso funcionará.

Nina le aconsejo que tratara de estar a su lado en todo momento y que le regalará comida, tuvo que maniobrar mucho para hacerle saber lo que quería pero la niña lo había comprendido.

Desde ese consejo no se separó de Valiente, ni siquiera para dormir.

De alguna manera logro que ambos 'entraran' en la cama de Valiente, tuvo que empujar un par de muros pero no era nada extraño que pudiera hacerlo con su terrible fuerza.

Y Valiente aún cuando trato de protestar no le dejo solo, tal vez su orgullo al no querer ceder el lugar. De esta manera no había momento donde no estuviera pegado al toro que no comprendía su actuar.

En algunas ocasiones corriendo logro deshacerse temporalmente del gran Toro que caia tropezandose aunque se quedaba a reírse y el toro volvía a su lado todo animado.

En otras lo dejaba estar, como en sus habituales siestas bajo ese árbol en la cima de la colina, dónde el florido toro le acompañaba oliendo una rosa que siempre florecía ahí.

En una ocasión mientras almorzaban el gran toro creyó que la mejor muestra de afecto a dar sería darle la mitad de toda su comida, lo que si se sumaba a
la que ya tenía era una montaña intimidante.

Valiente con todo el orgullo que pudo reunir pero sobre todo por el reto de huesos, quien apostó a qué no podría con la gran montaña de comida, se atrevió a devorar todo.

Acabo más que lleno pero termino al final, aunque eso le llevo a una indigestión por comer de más y ser cuidado por el amable toro líder que lo acompaño en su siesta de la tarde para recuperarse.

Era molesto ahora que estuviera todo pegado a él pero sobre todo... Ver las siluetas de sus cuerpos en el suelo le amargaba un poco la vida, aún se lamentaba la perdida de su cuerno... Era lo que gritaba que era un toro después de todo y lo había perdido.

No lo demostraría por supuesto pero aún le causaba pesar su perdida, aunque no pudo pensar mucho en ello cuando ese gran toro comenzó a tratar de masajear su espalda.

Era cómico y torpe pero parecía ser tan dedicado que simplemente lo dejo hacerlo, era algo relajante si ignoraba la fuerza de más. Ahora mismo agradecía tener grandes músculos que pudieran protegerlo de tales actos.

<<Valiente es alguien increíble>> murmuró el gran toro <<Valiente... Es con quién quiero estar>> volvía a esas palabras.

No podía creerlo, el toro no tenía razones para quererle de compañía romántica, no se veía como un prospecto de pareja. Aunque eso estaba más que claro.

Pero por otro lado, una diminuta voz también se jactaba de ello con orgullo.

"Solo yo podría soportar sus fuertes masajes" hablo esa vocecita como lo había estado haciendo últimamente.

¿Que importaba que fuera el siguiente más fuerte y que eso lo hiciera sentir increíblemente más cercano a ese toro florido?

¿Que importaba que le gustara la atención extra que le tenía? ¿Que le escuchará? Incluso en una simple siesta mañanera...

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Actualización!!!

Si lo sé, no será muy largo esto, pero trataré de darle algo de trama... Aunque no se ya veremos

Sin mas que decir hasta un próximo capítulo!!!

El territorio de FerdinandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora