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Las personas que no tenían ni idea de lo que estaba pasando miraban con los ojos muy abiertos. Ese niño llevaba un sombrero igualito al que usaba el protegido de Akagami, y todos se preguntaban por qué demonios.

Rayleigh, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda, se levantó de un salto. Esa mirada, ese cabello, esas pecas... No había forma de que se estuviera confundiendo, pero, ¿cómo era posible?

Garp, con una mueca en el rostro, observaba desde la sombra, aunque sus ojos delataban una mezcla de preocupación y miedo. — Esos mocosos, siempre causando problemas —murmuró, su voz casi temblando.

Shanks y Buggy, atónitos, dirigieron sus miradas a su Vicecapitán, completamente paralizados. Los murmullos de la multitud, causados por la aparición repentina del Rey Oscuro, resonaban en la sala como si todos estuvieran en una tormenta.

— ¿De dónde sacaste ese sombrero de paja? —preguntó Rayleigh, la voz le salía temblorosa. Sabía que lo reconocería en cualquier parte, pero, ¿cómo podía estar aquí? Se suponía que había muerto. Ese bebé había sido cazado y asesinado hace doce años.

— No es de tu asunto, viejo —respondió fríamente el niño, mientras su hermano lo sujetaba del brazo.

— ¡Ace! —gritó el rubio, intentando hacer que su hermano volviera, pero el terco no se movía ni un centímetro.

Ese nombre resonó en la mente de todos los que conocieron al rey pirata. Nadie olvidaría ese nombre tan fácilmente. Roger lo mencionaba a cada rato.

— "Cuando tenga un hijo, su nombre será Ace" —recordaron algunos veteranos, sintiendo cómo las lágrimas empezaban a rodar por el rostro de Buggy.

— ¡Maldita sea! —exclamó Buggy, abrumado por la emoción. — ¿Es posible que sea verdad?

Rayleigh, con el corazón en la garganta, miró al niño con nostalgia. — ¿Quién te dio ese sombrero? —preguntó, su voz apenas un susurro.

Ace, sin mirar atrás, replicó: — No te importa, viejo. No tengo que explicarte nada.

— Mocoso, ¿cuál es tu nombre? —preguntó Shirohige, con la curiosidad burbujeando en su interior. Quería saber si sus sospechas eran ciertas.

— ¿Y a ti qué te importa? —respondió Ace, con una chispa de rabia en los ojos.

El encapuchado, que había estado en silencio cerca de los dos niños, se acercó y se agachó a la altura de Ace. — Oji-sama, déjame decirle su nombre completo, pero solo eso, por favor —dijo con ternura. Ace lo miró con desconfianza, pero su hermano lo detuvo.

— Vamos, Ace, no hagas esto más complicado. Luffy debe sentirse solo —insistió Sabo, recordando que su hermanito odiaba estar solo. Ace suspiró, cediendo a la presión.

El desconocido tomó el sombrero de paja entre sus manos y, bajo la mirada atenta de todos, se lo colocó a Ace. Este se estremeció.

— Gracias, Oji-sama, Denka —respondió con cariño, aunque se sentía raro.

Ahora Ace llevaba el sombrero de su querido hermano. Era incómodo, pero una vocecita en su cabeza le decía que su hermano se sentiría feliz de verlo así. Eran sus tres tesoros juntos, o al menos eso quería creer.

— "Supongo que salió a su madre" —pensaron Shirohige y Rayleigh, con una sonrisa nostálgica en sus rostros, mientras las lágrimas caían. Shanks y Buggy seguían paralizados en sus asientos.

— Shirohige, ¿queria saber el nombre del niño? —preguntó el desconocido, su tono serio. El hombre mayor asintió, todos querían saber de quién se trataba.

reaction to the past "Trio ASL Kids"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora