Capítulo 4 ~ Pensamientos Intrusivos: Rompiendo el Ciclo de la Autoexigencia

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No puedes controlar todos los pensamientos que cruzan tu mente, pero puedes elegir cómo responderles.


¿Alguna vez te has encontrado atrapado/a en un ciclo de pensamientos negativos que parece no tener fin? Tal vez sean ideas repetitivas que te dicen que no eres suficiente, que no mereces sentirte bien, o que nunca lograrás salir adelante. Estos pensamientos, conocidos como pensamientos intrusivos, pueden ser increíblemente difíciles de manejar, especialmente cuando estás luchando contra un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).


Los pensamientos intrusivos suelen ser intensamente críticos y autodestructivos. Aunque todos experimentamos pensamientos negativos de vez en cuando, los pensamientos intrusivos parecen tener una fuerza especial, porque son persistentes, aparecen sin previo aviso y, muchas veces, son difíciles de ignorar. Pero quiero que sepas algo importante: tener estos pensamientos no define quién eres, ni significa que tengan razón. Son solo eso, pensamientos.
 ¿Qué son los pensamientos intrusivos?


Los pensamientos intrusivos son aquellas ideas o imágenes que cruzan nuestra mente de manera involuntaria, muchas veces con contenido perturbador, negativo o no deseado. Son esos pensamientos que parecen aparecer sin invitación y que pueden generar mucha ansiedad. En el contexto de un TCA, estos pensamientos suelen girar en torno a la imagen corporal, la alimentación, la percepción de uno mismo/a y la autoestima. Tal vez te repitas frases como "nunca seré suficiente", "mi cuerpo no es lo que debería ser", "estoy fallando" o "no merezco ser feliz". Estos pensamientos, aunque dolorosos, no son la verdad absoluta. Son solo reflejos de la ansiedad, el miedo y la autocrítica que pueden acompañar a un TCA.
Reconocer los pensamientos intrusivos.


El primer paso para lidiar con los pensamientos intrusivos es reconocerlos. Puede parecer que estos pensamientos son automáticos y que no puedes hacer nada para detenerlos. Sin embargo, cuanto más consciente seas de ellos, más podrás distanciarte y verlos como lo que realmente son: solo pensamientos, no hechos.


Cuando un pensamiento intrusivo cruce tu mente, tómate un momento para observarlo sin reaccionar inmediatamente. Puedes hacerte preguntas como:


- ¿Qué estoy pensando en este momento?


- ¿Este pensamiento me ayuda o me hiere?


- ¿Es un hecho o solo una percepción negativa?


Es importante que no te juzgues por tener estos pensamientos. Recuerda que todos tenemos pensamientos que no queremos ; lo que realmente importa es cómo respondemos a ellos.
Desafiando los pensamientos intrusivos.


Una vez que hayas reconocido un pensamiento intrusivo, el siguiente paso es desafiarlo. Los pensamientos intrusivos a menudo tienen un poder sobre nosotros porque los tomamos como verdades absolutas. Sin embargo, rara vez son reflejo de la realidad objetiva.


Para desafiar un pensamiento intrusivo, intenta hacer lo siguiente:


1. Escribe el pensamiento: A veces, simplemente escribir lo que estás pensando puede ayudarte a verlo con más claridad. Escribir te da la oportunidad de poner ese pensamiento fuera de tu mente y observarlo desde una distancia emocional.

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