04: Sueños

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— Felicidades Jimin, estás embarazado.

Mi corazón se detuvo tan pronto como escuche al doctor. Por un segundo creí que solo se trataba de un sueño o en el peor de los casos, una broma colectiva. 

¿Era eso posible? no estoy seguro, pero no podía dejar de ver la pantalla y me doy cuenta de que no es mentira cuando veo algo pequeño moverse.

Veo a mamá que llorando sin poder creerlo y mi padre sonríe mientras algunas lágrimas caen por sus mejillas. A este punto ni siquiera yo puedo contenerme y termino llorando mientras acaricio mi vientre.

— Tienes aproximadamente un mes, el bebé esta creciendo muy bien, te recetaré algunas vitaminas y yo llevaré el control de tu embarazo así que, ¿te parece si agendamos la próxima cita?— No me detuve ni un segundo a mirar a mis padres y solo asentí. El doctor me sonrió y anotó los medicamentos en una hoja para después entregármela— Eso sería todo por ahora, nos vemos en un mes, Jimin, felicidades.

Salimos en silencio, no me atrevía a mirar a mis padres. Por un lado, estaba aliviado de no haber mentido y al mismo tiempo, aún seguía sin poder creerlo.

¿Cómo se lo diré a Jungkook? No es que crea que vaya a reaccionar mal, sé que le hará feliz la noticia y no me dejará solo pero, ¿cómo le dices a tu novio que va a ser papá?

Simplemente, nadie está listo para algo así.

Al llegar a casa, mamá y papá fueron a su habitación, mientras yo me encerré en la mía. Sé que ahora mismo deben estar procesando la noticia al igual que yo mientras trato de pensar que hacer cuando lo vea, ¿qué debo decir? ¿cómo reaccionará?

Hay tantas preguntas sin respuestas y también he comenzado a sentirme asustado. Sé que nadie está listo para ser padre, criar y cuidar a un bebé requiere de mucha responsabilidad y paciencia, nadie nace sabiendo como le enseñará a sus hijos a caminar o hablar y yo tengo miedo de cometer un error, de no ser un buen padre. Me aterra solo pensarlo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi celular, la foto de mi novio apareció en la pantalla. Aún estaba nervioso, pero decidí responder.

— Hola cariño, ¿ya estas en casa? ¿cómo estas?— Me dijo Jungkook con interés.

— Sí, acabo de llegar, estoy bien, no te preocupes— Le respondí.

Estaba pensando como debería decirle, por una llamada no creo que sea especial y realmente lo necesito, necesito estar en sus brazos, quiero escucharlo decir que me ama.

— Kook... ¿Estás en casa?— Pregunté.

— Si, Minnie. Mi agenda para hoy estaba casi vacía así que cambié las citas para mañana ¿Por qué?

— ¿Puedo ir?

— Por supuesto que si, siempre. Sabes que nada me hace más feliz que estar contigo— Sonreí enternecido al escuchar su respuesta.

Terminamos la llamada, me di una ducha rápido, deje una nota a mis padres y tome el primer taxi que vi. Estaba nervioso, jugando con mis dedos, mirando a través de la ventana.

(...)

Podría decirse que Jimin llego al departamento de su novio en tiempo récord. Se encontraba saliendo del ascensor, dirigiéndose al final de pasillo. Sacó su llave y abrió la puerta, como de costumbre todo se encontraba en silencio, así que volvió a cerrar y se dirigió a la habitación.

Se quedo quieto cuando vio a su novio que acababa de salir del baño secando su cabello con una pequeña toalla y otra en su cintura, algunas gotas caían sobre su pecho tatuado, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió tímido por verlo. 

Jungkook sonrió al darse cuenta de la presencia del menor, dejo la toalla a un lado y se acercó, pero Jimin fue más rápido y corrió hasta él para enredar sus brazos alrededor de su cuello y unir sus labios en un dulce beso.

El azabache pudo sentir el cuerpo del rubio temblando levemente entre sus brazos mientras sostenía su cintura.

 — ¿Estás bien? ¿Pasó algo, bonito?— Le pregunto después de separarse un instante para tomar aire.

Jimin negó rápidamente antes de susurrar. 

— Solo... te necesito— Se sentía tan vulnerable en ese momento que casi lloraba ahí mismo mientras le suplicaba a Jungkook que le hiciera el amor.

Y su novio se dio cuenta de eso, así que supuso que no había tenido un buen día, por lo que se sentó en la orilla de la cama y dejó que el menor se sentará en su regazo para seguir besándolo mientras subía lentamente su sudadera y acariciaba su pequeña cintura. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jimin al sentir frías las manos de Jungkook, puesto a que estaba lloviendo y el clima ya era fresco.

Pero eso no lo detuvo para levantar los brazos cuando el tatuado le quitó la sudadera y lo recostó en la cama sin dejar de besarlo. Besó desde su cuello hasta su pecho y se detuvo en los pequeños botoncitos marrones que lamió y chupó logrando que el menor se removiera ante su tacto, antes de continuar, se puso de rodillas en la cama y dejó caer la toalla que tenia en la cintura, se acercó de nuevo a Jimin quien lo miraba tímido y bajó los pantalones junto a sus boxers, dejándolo totalmente expuesto.

Un gemido salió de los labios del rubio cuando Jungkook volvió a jugar con sus pezones y acariciaba su miembro ya erecto. 

— Kook... —Jadeo en un susurro.

Lo siguiente que hizo fue bajar su rostro hasta quedar frente al pequeño agujero, levantando y dejando las piernas del menor sobre sus hombros. Pasó su lengua haciendo temblar a su chico, lamiéndolo y estimulándolo.

— Oh... Dios— Gimió Jimin. Jungkook metió su lengua simulando embestidas que hicieron al menor ver las estrellas, y se aseguró de mojarlo lo suficiente antes de meter el primer dedo.

Metió un segundo y tercer dedo y los movió a su antojo, pero el menor necesitaba más. 

— Por favor... J-jungkook. — Gimió entrecortado, lanzando su cabeza hacia atrás— M-más...

Y Jungkook nunca podría negarse ante las suplicas de su bonito chico, así que se incorporó, tomando su caliente e hinchada erección y la alineó en la entrada del menor. Lo introdujo lentamente mientras sostenía las piernas de Jimin, gimiendo por su caliente interior y su estrechez. 

El menor solo pudo aferrarse a las sábanas y morder su labio inferior, una vez que se acostumbro comenzó a mover sus caderas en busca de más contacto, Jungkook entendió de inmediato y comenzó a moverse dando pequeñas embestidas hasta que la respiración de Jimin se volvió irregular y sus gemidos cada vez más fuertes. Aumento sus movimientos, yendo profundo y duro, justo como le gustaba al rubiecito.

Besó al menor y este abrazó su espalda tratando de mantenerse cuerdo, mientras chillaba y arañaba su espalda.

Sus sentidos parecían desconectarse, sintió que estaba a punto de correrse y por la forma en que se encontraba el tatuado, sonrojado y soltando gruñidos, supo que él también.

— T-tengo a-algo que d-decirte— Dijo Jimin casi inaudible. Pero fue interrumpido por una embestida que golpeó brutalmente su próstata, llegando a su orgasmo. Ahogó un grito y arañó la espalda de su novio quien no tardo en correrse en su interior mientras besaba su cuello y gemía suavemente.

Cuando acabaron, Jungkook se echó a su lado mirándolo con amor. Ambos sudorosos y cansados, se abrazaron.

— ¿Qué sucede cariño?— Preguntó una vez que pasó sus manos por la espalda delgada del rubio. Este mordió su labio inferior y luego suspiró.

— La prueba salió positiva— Dijo sin rodeos. Jungkook abrió sus ojos, deteniendo sus movimientos y observándolo fijamente.

El azabache entreabrió sus labios intentando formular una palabra, pero nada salía.

— ¿Q-qué?

— Jungkook, vamos a ser papás.

¡Pero padre, lo amo! | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora