CUATRO

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Freen finalmente se calmó y dejó de llorar, le sequé sus lágrimas y traté de no mostrarme asustada ni mal para que ella no volviesé a llorar de nuevo.

—Un par de semanas después de la noche que pasamos juntas, no me vino más la regla y comencé a sospechar, tenía un poco de dolor y algo de naúseas, le pedí a Nam que me acompañara por una prueba, me la hice, y eso salió. Estube tratando de pensar en como decirte, pero me dio miedo y no supe que hacer— Dijo casi al borde de las lagrimas nuevamente.

—Pudiste confiar en mi y decirmelo desde un principio, es también mi responsabilidad
Freen—

—Lo sé, lo sé, pero tuve miedo, de ti y de mis padres, es por eso que estoy aquí en casa de Nam
pasando unos días—

—Sabes que tenemos que decir la verdad, ¿cierto amor?—Le dije a Freen.

—Amor, yo, aún no estoy lista, tengo miedo de mis padres, tú sabes como es mi papá, me matará en cuanto se entere y mamá, no parará de llorar—

—No estarás sola, de acuerdo, iniciamos esto juntas y así es como se los diremos a nuestros padres, juntas, les diremos que nos amamos, que esperamos a ese hijo y que lo tendremos juntas...

—¿Lo tendremos?—Interrumpió Freen—Es decir, bueno, aún no es muy tarde y así no tendríamos que decirle a nadie lo que pasó y seguiríamos nuestras vidas y nuestros planes.

—Freen, espero que no estes sugiriendo lo que
creo—Pregunté esperando una respuesta negativa que evidentemente no llegó

Freen asintió con la cabeza a la idea de Becky.

Me levante con enojo de la cama—¡Freen por favor!—le dije fúrica ante esa esa respuesta—¿Cómo puedes si quiera pensarlo? Abortar no es una opción tan siquiera, es de mi hijo de quién hablas, nuestro hijo y estoy dispuesta a todo por ese bebé, todo menos a eso—

—E..es verdad...es verdad Bec, tienes razón, perdoname, perdón—

—A mi no, al bebé—Espete aún algo molesta por lo que acababa de decir

—Lo siento mucho, es que me es difícil vernos como madres y sacrificar todo lo que queremos, ir a la universidad, viajar, ser adolescentes normales—Empezó a sollozar de nuevo y restregaba sus ojos que se estaban llenando de llanto otra vez.

—hey, nena, tranquila, veremos eso después, lo que ahora importa es que tú comas algo por tú bien y el del bebé, ¿de acuerdo?—Le dije de una forma dulce para que se tranquilizará mientras me arrodillaba al borde de la cama porque ella seguía sentada y sostuve sus manos entre las mías y acaricie su mejilla.

—Si—Me respondió ella un poco más animada.

La abrace y le dije que la amaba y que no la dejaría sola ni a ella ni al bebé.

En eso llegó Nam y nos vio ahí a las dos, se sonrió, nos felicito y trajó unos rollos de canela para todos y ahí desayunamos con jugo y unas galletas, de las cuales Freen se acabó la mayoría.

Al terminar le dije que vendría por ella en la tarde al acabar el entrenamiento y de comprar algunas cosas que ocupaba mamá, la llevaría a su casa primero para hablar con sus padres y luego con los míos.

La verdad no me fue bien el en entrenamiento y Billy lo notó, se ofreció a acompañarme al resto de mis mandados, no tenía la cabeza bien puesta para manejar, casi estrello el auto contra un poste de luz. Al terminar todo, le comenté lo que pasaba a Billy, se sorprendió, luego me dijó que podía contar con él, me vio bastante mal y preocupada.

Llegando la tarde, tengo que ir por Freen a casa de Nam y llevarla a su casa para hablar con sus padres.

Ya vamos Freen y yo en el auto y llegamos a su casa, al entrar, nos recibió su madre.

Me pasó a la sala y le pidió a Freen que le ayudará a poner la mesa. Ella se negó y le dijó que necesitaba hablar con ella y su papá, que era importante.

La madre de Freen buscó a Non Sarocha, el padre de Freen, y mi novia se sentó conmigo en la sala.

Cuando llegaron los dos, Freen les pidió que se sentarán, que lo que les iba a decir era importante, nosotras nos pusimos de pie.

Freen tomó fuertemente mi brazo y yo la abrace por la cintura con el otro, le besé la frente y ella prosiguió.

—Mamá, Papá, Rebecca y yo...—Lanzó un suspiro y dijó—Ella y yo estamos esperando un hijo, estoy embarazada.

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