Capítulo 1

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Un chico rubio volvía del trabajo algo cansado, agotado físicamente y mentalmente igual. Los últimos días en su trabajo estaban haciendo el inventario en la tienda donde trabajaba y estaban saliendo más tarde de lo  habitual.  Cada vez que llegaba a casa lo único que quería era solamente dormir como si hubiese muerto y no saber nada del mundo hasta al día siguiente. 

Pero esa noche estaba aquella vocecilla molesta en insistente que nunca lo dejaba en paz zumbando en su oído constantemente. Literal,  su celular sonaba a cada momento y cuando respondía,  la voz de Taehyung sonaba del otro lado con la insistencia en que fueran a pasarlo bien por una noche. Era viernes y al día siguiente por fin tendría descanso después de casi dos meses de estar trabajando de corrido.

Pero Jimin solo quería dormir, llegar hasta su cama y enredar sus brazos y piernas como koala al rededor de su novio y caer noqueado por la vida.

Le había dicho a Taehyung que no un millón de veces, según sus cuentas.

     —Jimin te pasas la vida trabajando hasta el cansancio ¿Cuándo vas a disfrutar de tu dinero?

     —¿A caso yo debo pagar por la salida de hoy? ¿No me estabas invitando Taehyung? —Preguntó divertido.

     —Claro que tú vas a  pagar, yo te llevaré a la diversión.

     —Eres un tramposo aprovechado Tae.

     —Vamos Minnie por favor por una vez en tu vida sal de esa aburrida rutina tuya en la que vives, tu novio jamás te lleva a pasar el rato, no te lleva a bailar porque su trabajo lo absorbe mucho ¿Cuándo tienen tiempo de pareja? No sé y ni me interesa pero se nota que necesitas salir, Jimin a distraerte. ¡Por Dios vas a morir prematuramente viejo y aburrido! ¿Dónde está aquel Jimin alegre y divertido que amaba las fiestas?

     —Se quedó en el último semestre de la Universidad Tae ¿Y para qué? Para acabar trabajando como encargado de una estúpida tienda de zapatos.

     —Ay Mimi... ¿Vez? Necesitas salir. Distraerte y ver con un nuevo enfoque la vida ¿Si?

Jimin puso sus ojos en blanco como por enésima vez y suspiró.

A decir verdad Taehyung tenía  razón, se había vuelto un Jimin poco social y amargado. Absorto solo en su universidad los últimos años y luego atrapado en un trabajo aburrido.

Había estudiado Administración  de Empresas y había buscado un buen trabajo hasta debajo de las piedras pero a decir verdad no había encontrado uno que realmente valiera la pena. La mayoría de buenos puestos de trabajo eran o heredados de padres a hijos o si tenias la suficiente influencia entre los millonarios o algún conocido que se apiadara de ti, o simple y sencillamente conseguirte como Sugar daddy uno de esos Ceos millonarios que te pusiera de su asistente y luego acabar en su cama y etc.

No, el no quería un Sugar y tampoco quería acabar como asistente.
Había enviado solicitud a varias grandes empresas pero ninguna lo había llamado.

A decir verdad si lo había llamado una empresa grande hacia como un año pero lo rechazó. Tenía sus motivos para hacerlo.

Subió cansado las escaleras esperando ver a su novio dormido en su cama  como todas las noches. Su novio también trabajaba, en un estudio. Era músico y compositor. 

Era un chico muy dulce y tenía una sonrisa muy bonita, su  cabello largo y negro siempre atado a una coleta lo hacía ver bastante rudo y sensual. Pero sus ojos eran los más lindos del mundo, brillaban como las estrellas.

Y Tae tenía razón, no salían mucho porque la vida de su novio era mucho más absorbida que la suya, se pasaba horas en su estudio escribiendo y componiendo que se veían poco a pesar de vivir hace como tres años en el mismo departamento.
Más que pareja parecían roonmates, conviviendo a medias en  el mismo espacio.

Pero Jimin así lo adoraba, habían pasado muchas cosas juntos, se habían conocido en una fiesta que organizaba la disquera para la que su ahora novio trabajaba después de haber ganado un premio como el mejor compositor.

Las nueve de la noche, esperaba ver a su novio al entrar en el lugar donde vivían, entro a la habitación y efectivamente si lo vio, el estaba ahí sobre la cama y con una sabana sobre él, bien dormido. Los suaves ronquidos le hacían saber que llevaba ya un par de horas profundamente dormido.

Sonrió con ternura, le dejo un beso sobre la mejilla y bajo hasta la cocina donde dejo las bolsas de comida que había pasado comprando anticipándose, sabía que su novio no iba a cocinar porque a veces solo llegaba a casa a darse una ducha y después a dormir,  casi no comía.

Sacó el primer bowl con arroz  y el otro con carne y comenzó a poner la porción en su plato, después lo metió en el microondas y espero paciente a que se calentara.
Se sorprendió cuando  dos brazos fuertes lo rodearon por su cintura y lo apegaron a un fuerte cuerpo detrás de él.

     —Hey, bebé no escuche cuando veniste.

     —Estabas tan profundamente dormido, no te quise despertar —Dijo sacando su comida del microondas y poniéndola en la mesa–. ¿Vas a comer?

El pelinegro negó soltando un largo bostezo y estirando ambos brazos por arriba de su cabeza.

     —Comí algo antes  de que vinieras, moría de hambre.

Jimin sonrió llevando un bocado de comida a su boca para así ocultar la decepción en su rostro. Por lo menos le hubiera gustado que comieran juntos. Hacía tiempo que no hacían algo juntos. Una idea se le ocurrió, así que sonrió un poco más entusiasmado.

     —Tae me invitó a ir a un club nuevo que están inaugurando hoy en El lado norte de Gangnam, ¿Te gustaría que fuéramos? Hace tiempo que no salimos a distraernos. Es una buena oportunidad aprovechando que estas aquí temprano. 

El pelinegro lo analizo un momento, Jimin tenía razón hacia meses  que no salían porque ambos tenían mucho trabajo. Su puesto como productor en Hope and Flow le consumía mucho tiempo que podía compartir con su bello novio.
Él lo sabía, estaba descuidando mucho de su relación pero sabía también que Jimin lo comprendía perfectamente. Era para un mejor futuro para ambos. Además, Jimin era Jimin, el no esperaba grandes cosas.

Asintió ganándose como recompensa una gran sonrisa de ojitos pequeños de Jimin y un fugaz beso en sus labios.

     —Genial, nos la vamos a pasar bien, iré a ponerme lindo.

Acabó los restos de su comida y después subió a toda velocidad d su  habitación para tomar ropa limpia, tenía un conjunto de ropa que no había  usado nunca porque simplemente no había oportunidad pero ahora le serviría, lo había comprado pensando en su novio, aunque realmente a él siempre le fue indiferente la manera de vestir de Jimin.

Decía que le gustaba verlo vestido de cualquier manera media vez estuviera cómodo se vería lindo.

°❀° 𝐘 𝐬𝐢 𝐭𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐯𝐨 𝐚 𝐯𝐞𝐫...°❀°  |𝓨𝓸𝓸𝓷𝓶𝓲𝓷|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora