La reputación del número uno en la universidad se opacó por la llegada de Max Goof, un novato encantador que tras ganar los X-Games, está disfrutando de la mejor etapa de su vida. Aún así, dentro de Max y Bradley hay un vacío que solamente puede lle...
Max abrió los ojos. Desconoció al instante el lugar y pestañeando nuevamente reconoció dónde estaba. Era el coche de Brad; ambos estaban bajo una caótica tormenta, con una suave y tranquila melodía de fondo, el vapor se hizo presente en las ventanas por sus respiraciones, así que Brad bajó el vidrio, muy poco para que no sintieran frío. Max estaba confundido, vio a su compañero de habitación con una camiseta suya y la imagen era más que ardiente. Si bien la ropa común de Cremanata dejaba en claro que tenía una esbelta figura, abdomen delgado con un pecho y espalda ancha, con una estatura similar; el hecho de que vistiera algo de Max le movía el piso por completo, Bradley había notado esto y preguntó en un susurro.
— Si sigues viéndome así, voy a creer que te gusto. — Lo miro de forma coqueta, desviando su profunda vista hacía el aguacero que los había varado en la nada. — Pero, sí quieres que me la quite, puede que lo haga, si insistes. — Regresó sus ojos a Max, acercándose lentamente; sus dedos tomaron el mentón de Max, acariciando muy despacio. Cosa que desespero a Max, ¿Se besarían? La idea no le desagradaba, de hecho hasta relajó el cuerpo, y sus manos deseosas de tocar a Bradley empezaron a recorrer sus mano, escalando hasta los hombros donde hizo un poquito de fuerza y confirmo que tenía buenos bíceps. No tenía la menor duda, quería que eso siguiera y mientras cerraba los ojos, en la ventana del piloto pudo distinguir una silueta; un resplandeciente color rojo lo llamó, y a pesar de estar encerrados, lo escuchó con bastante claridad, era Roxanne.
Y en ese momento, despertó; más que agitado. Totalmente compungido, al abrir los ojos se encontró con PJ y Bobby, que lo miraban con risas curiosas. Había dormido apoyado sobre el hombro de Cremanata III, su chaqueta los abrigó en ese apestoso sillón y no sabía que era más confuso, si su sueño o la imagen que presenciaron sus amigos.
— V-v-vayaaa Maaax, parece que interrumpimo-o-os su pijamada — Bobby molestó alzando sus oscuros lentes, dejando ver un moretón en su ojo izquierdo. Max se sacudió, cosa que despertó a Bradly quién se mostró desorientado también.
— Chicos... ¿Qué hora es? — preguntó Max con la voz ronca, echando un vistazo discreto a su entrepierna por su reciente ilusión y todo estaba en orden por ahora.
— Seis en punto, nos dejaron salir de inmediato, no creí que fuera real — PJ terminó sentándose en un sillón individual frente a ellos, totalmente cansado y en cuanto Bradley escuchó la hora, se levantó de golpe, estaba a casi una hora de la universidad con el tiempo contado. — Nos vamos.
Sin más espera, caminó con prisa; los muchachos se miraron sorprendidos y Max asintió, lo siguieron de inmediato.
— Hey Bradley, gracia-a-as hermano, te debemos una. No eres t-a-a-an mala o-o-onda como pensaba. — Bobby viajaba de copiloto. Max no tenía ganas de ver a Bradley, estaba engañado por su propia mente. Aquel sueño era la segunda vez donde estaba Cremanata, y no de una forma amistosa. De solo recordar sentía sus pómulos arder mientras apretaba su labio, relamiendo ese metal que llevaba de adornos.
— ¿Qué hacían en Cornelia? — indagó Bradley, muy atento al camino.
— Ya te dije que nos invitaron... — era Max, el mayor lo vio por el espejo retrovisor.
— Sus fiestas son buenas, pero he oído que la gente suele ser buscapleitos, ni siquiera yo he puesto pie ahí.
PJ miró a Max, asombrado por tal confesión. No se esperaba que el ex líder de los Gammas tendría respeto por otros que no fuera él mismo. Bradley miró a Bobby.
— Y tú... Empezaste la pelea por esa chica, ¿no?
El asintió avergonzado, reclinando el asiento y chocando con PJ. Max veía el paisaje, la luz del sol comenzaba asomarse poco a poco.
— Si me lo preguntas, incluso si alguien deja de responderte un mensaje es también una señal de desinterés. — Bradley confesó, bastante tranquilo; y Max se reincorporo en el asiento trasero, la charla iba a una dirección interesante.
Bobby no dijo nada por un buen rato en silencio, y nadie más habló.
— N-n-no, negativo Nat-a-a-a — recuperó la palabra, suspirando. — Le pedí que me acompañara y se negó. Al llegar, la vi. Fue un impulso de rabia, supongo-o-o-o — confesó finalmente Bobby, revisando su teléfono mientras tecleaba unas cosas.
— Ya veo... — PJ estaba atento al cotilleo, incluso tenía la boca abierta, imposible de creer aquello pues antes Bobby dijo que no quiso invitarla.
Un silencio incómodo se hizo presente con aquellos cuatro chicos en el auto. Bobby nuevamente fue el primero en romperlo.
— Pero-o-o Maxie-e-e salió ganand-o-o-o esa fiesta-a. —
— ¡¿De qué hablas, Bobby?! — Max intervino rápidamente, totalmente confundido. Dos cosas que no le gustaban fueron tocadas en segundos; el apodo tan meloso de su padre y su ex novia. Y es que, al menos no le gustaba hablar del tema si Brad estaba ahí.
— No te hagas Max, te vimos en el jardín con Roxanne... ¿Pasó algo entre ustedes? — PJ le dio un par de golpecitos con el codo y una expresión juguetona. Bradley apretó el volante con más fuerza de lo común, cosa que nadie notó.
Pero Max sí, por lo que buscó cambiar esa charla.
— N-nada, simplemente platicamos un poco, es todo — Max se mostró indiferente, rascando su cuello intentando no caer ante los nervios.
— Deberíamos hacer una cita triple, Roxane y tú, Bobby con su amiga de lentes grandes y Mocha conmigo — La emoción consumió a PJ quien dio un par de aplausos y PJ levantó el pulgar.
— No... No chicos basta — dijo Max un tanto presionado. — Quiero decir... — se relajó, y vio que Bradley estaba atento al camino — No tengo su número, es una lástima — Max desvió la mirada super incómodo y para su buena suerte, estaban frente al edificio de la universidad; finalmente. Bradley apagó el coche. Todos bajaron, PJ y Bobby se adelantaron y Max indicó que no tardaba.
— Oye Brad... Gracias en verdad — estiró la mano como gesto de gratitud, aunque sabía que él no lo aceptaría.
— No iba a dejar que mi compañero de cuarto desapareciera y cargar con la culpa — el tono de voz de Cremanata era firme, casi seco. Max bajó la vista y su mano, guardándola en un bolsillo de sus pantalones. — Si me disculpas, tengo una reunión — Bradley avanzó sin más hacía la puerta principal. Su manera de caminar y porte dejaron a Max pensativo y firme como estatua por unos minutos.
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hololo genteeeee ૮ ˶ᵔ ᵕ ᵔ˶ ა les dejo su doble dosis de capítulo(? a las cuatro am pero estÁ JSDHAJD ૮꒰◞ ˕ ◟ ྀི꒱ა muchas gracias a esas personitas que andan leyendo la historia :3 me hace feliz en el corazoncito de escritora (? (˶˃⤙˂˶) me hace mucha emoción cuando votan, gracias en verdad! ⸜(。˃ ᵕ ˂ )⸝♡ un besito para todas y recuerden q pueden comentar si algo les gusta o una duda, que aquí estoy yo :3