TR&TC [Meanie || Minwon]

Capítulo 47

Wonwoo fue directamente a la estación de tren y compró un billete para Chicago. Entre la gente que llevaba maletas y mochilas, él vestía como si fuera a pasear a un parque, sin nada más en sus manos. Cuando el tren entró en el andén, comprobó el número, subió al vagón y se sentó en el asiento. En el vagón, la gente con los ojos cansados cabeceaba por el horario temprano. Al ponerse el tren en marcha, suspiró superficialmente y apoyó la frente en la ventanilla. Entonces cayó a pensar sobre esta estupidez que estaba haciendo.

৩ ৩ ৩

Minji fue brevemente a Chicago para discutir el reparto de la próxima película, pero se marchó de nuevo a Pittsburgh.

"Durante un tiempo, me centraré en escribir mi nuevo libro en casa de Minseo".

La sonrisa de su hermana, siempre presente en esa cara, era un poco sombría cuando se marchó. No sabía si el bajo estado de ánimo de Minji se debía al cansancio de su apretada agenda o a la actitud inusualmente fría de Mingyu. Tal vez a esto último. No podía componer su cara, aunque sabía que su linda hermana lo estaba viendo.

Hasta ayer, pensaba que era un buen actor. No era tan difícil poner una cara contraria a lo que hay dentro como una máscara, es un tonto el que no puede hacerlo. No fue hasta que se metió en esta situación que se dio cuenta. Ese tipo de margen siempre fue posible porque él era el que tenía la sartén por el mango.

Después de haber sido conducido a un callejón sin salida, sintió que su propio sistema de pensamientos se había detenido. Ahora su mente era como un reloj roto, dejando solo una manija apuntando a quien sabe donde. Apenas podía reconocer una sola emoción dentro de sí mismo.

El nombre de esa emoción que quedaba era celos.

Fue una experiencia bastante desagradable. Ser incapaz de controlar sus emociones era aún más terrible porque no podía entender por qué estaba tan molesto y cómo aliviar este sentimiento de mierda. Se sentía tan mal como cuando sufría una decepcionante derrota en una apretada pista, no, peor que eso.

El propio Mingyu no podía saber exactamente lo que esperaba de Scarlett. No le gustaba el hecho de que apenas pudiera conseguir de él esta desesperación desagradable.

Finalmente, la noche en que Minji se fue, Mingyu bebió mucho.

Su compañero de instituto vivía en el mismo complejo de apartamentos. Aunque solo se encontraban en fiestas sociales varias veces y eran cercanos, el joven parecía admirar bastante a Mingyu. El cumpleaños de su novia fue ayer. El hombre reservó una sala de fiestas en el edificio, que solo estaba disponible para los residentes, y le dedicó una gran cantidad de dinero. Normalmente, no habría habido nada que mirar, pero Mingyu necesitaba ahora un estímulo para olvidar su malestar.

Beber toda la noche con los inmaduros y ricos aficionados a la fiesta no hizo que se sintiera mejor. ¿Habría sido mejor si hubiera agarrado a uno de los omegas que se acercaban a él y se hubieran revolcado? Lo único que la estridente fiesta de anoche le provocó fue un terrible dolor de cabeza.

No esperaba dejarse llevar tanto por un hombre al que le tendía la mano para divertirse. Era exactamente como una presa insignificante, saltando sola en una esquina. El cazador ni siquiera le tendió una trampa, quedó atrapado solo.

Qué situación tan ridícula.

'Tengo sed.'

Frunció el ceño y salió en busca de una bebida. En cuanto sacó una botella de cristal de agua con gas del refrigerador, de repente empezó a llover fuera.

El tiempo es tan imprevisible.

Humedeciendo su garganta con agua gasificada fría, miraba la lluvia torrencial a través de una amplia ventana. El festín de gotas de lluvia sobre el lago Michigan era espectacular. Tal vez iba a ser una lluvia pasajera. ¿O bajaría un poco más por la tarde? El sonido de la alarma del teléfono móvil rompió sus pensamientos. La cara del alfa, que revisaba despreocupadamente sus mensajes, se distorsionó de repente.