—¿Caleb?— Su voz sonó preocupada y confundida al ver al chico apartarse de ellos.
Estaban celebrando, habían ganado su primer partido, habían conseguido que el equipo de Derby se mantuviera en Hexside.
A pesar de conocerlo solo por un par de horas, Willow había generado un aprecio por él, lo arrastró hacia aquella locura y el chico la había seguido hasta el final.
El joven les dedicó una amplia sonrisa, pero una muy distinta a lo que había visto con anterioridad. Había un brillo casi malicioso.
—De acuerdo, podemos continuar con esto, como parte del aquelarre del emperador.
Su bastón emitió brillo dorado que cambió su atuendo. Un uniforme también dorado relucio ante ellos y Willow jadeo al reconocerlo.
No podía ser, no había manera de que aquello fuera posible.
—Mi nombre es Hunter en realidad y así es, están ante el Guardia Dorado. A partir de ahora serán reclutas del aquelarre del emperador.
Un escalofrío le recorrió, su cara de determinación la llenó de un temor casi primitivo.
¿En qué problema acababan de meterse?
¿De verdad era el despiadado Guardia del que Luz les había contado?
Simplemente no tenía sentido…
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Se despertó sobresaltada, una sensación de angustia instalada en su pecho.
Miró desconcertada a su alrededor hasta que pudo distinguir que estaba en su habitación.
Había soñado con el día que conoció a Hunter, la vez que casi son reclutados para el aquelarre del emperador.
Fue toda una suerte que Darius los hubiera dejado ir más tarde.
Hunter no había estado contento con eso cuando se enteró, en ese momento había vuelto a buscarla y comenzó el ciclo de idas y vueltas de su extraña relación.
Willow incluso lo llegó a considerar divertido, una pequeña lucha entre ellos, una que fue cambiando a coqueteos con el tiempo.
Nunca creyó que las cosas escalaran como lo hicieron.
Se levantó de la cama con cierta torpeza y se dirigió a tomar un baño. Anoche había quedado rendida después de la visita de sus amigos.
Se tomó su tiempo, tratando de borrar la sensación de las manos de Hunter sobre ella, de sus labios en su piel.
Las marcas rojizas seguian visibles en su cuello, tendría que taparlas con un poco de maquillaje antes de salir.
Su mente se dividía al recordar aquellas caricias, pero a la vez las manchas de sangre en su uniforme.
Brutal y delicado, peligroso e intoxicante. Estaba en serios problemas.
Terminó de arreglarse y bajó a despedirse de sus padres, tenía que acudir a la escuela, tenía que seguir con su rutina.
—Florecita, ¿Segura que estas bien? Te noto distraída.
Se obligo a sonreirle lo mas natural posible y negar levemente.
—Estoy bien, es solo la presión del último año…— Esperaba que la mentira fuera creíble. El gesto de preocupación no se disipó del rostro de su padre.
—Sabes que puedes hablar con nosotros Willow, cada que cierro los ojos creces un poco más… No estás teniendo problemas amorosos ¿o si?
El rostro de la chica se tornó escarlata y camino a la puerta casi de inmediato.
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Golden Shadows
FanfictionTal vez todo era su culpa. Si tan solo no se hubiera involucrado con él, si no se hubieran obsesionado tanto el uno con el otro. Pero ya era muy tarde, el día de la Unidad estaba ocurriendo, Y Willow estaba atrapada entre la espada y la pared. Si ta...