Capitulo 4

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T/N había despertado y lo primero que sintió fue varias vendas en su cuerpo, en la cabeza y el torso. Miro a su alrededor notando que estaba ya en la furgoneta de su madre acostado en la cama.

- Ugh -dio un quejido de dolor, llevó su mano a la cabeza, todavía dolía y mucho, después llevo a su boca la mano, faltaban varios dientes.

Mirando por el retrovisor del camper, Isabella suspiro de alivio.

- Que bueno que te recuperaste mi niño -exclamo la pelinegra con alivio. - Estuviste dormido por un buen tiempo.

- Mamá.... -aturdido va hacia donde ella y se sienta en el asiento del copiloto- Que ... Que sucedió.

- Ahh -la mujer suspiro- Antes de desmayarte invocaste a una mujer alienígena de cuatro brazos que me ayudo,  derribo y mando a volar aquel bruto y te llevo al camper. Ella me ayudó bastante con llevarte y bendar tus heridas.

- Entiendo....- en su mente luego iba a invocar a aquella mujer para poder agradecerle por lo que había hecho por ellos. - ¿A dónde nos vamos?.

- Vamos a la ciudad -dijo- Como se suponía que íbamos a ir a la escuela, nos tardamos demasiado, por lo que será entre mañana y pasado tu entrada. -dijo, viendo el día- Está atardeciendo, deberíamos buscar un lugar donde descansar e ir a la ciudad. Tal vez veamos algo que nos gusta.

T/N asintió ante esto y se acomodo en el puesto, su mirada estaba oscurecida. Su madre por poco llega a ser violada por un bruto de mierda, y si él no hubiera tenido el reloj en ese momento su madre habría pasado por algo bastante feo.

Pensar en eso hacia que su corazón hierva de una rabia incontrolable que él no podría sofocar con calmarse, apretó los dientes que tenía con los demás y su mirada se inyectó de rabia, rabia ciega.

Cerró sus ojos para poder calmarse al menos un poco. Volvió abrirlos para ver qué habían llegado finalmente a la ciudad, suspiro, todavía era de tarde. Tal vez puedan ir a algún lugar.

- A esta hora el museo de historia podría estar abierto -dijo Isabella con una sonrisa mirando a su hijo- ¿Te gustaría ir, cariño?.

- Podría ser divertido.

Teniendo los planes ya listos, madre e hijo bajaron del camper tomados de la mano, y llegaron a alcanzar llegar al museo de historia. Era aburrido pero interesante el ver la historia retratada en cuadros o estatuas de cerámica.

Ambos estaban siguiendo un guía turístico del mismo museo, enseñando a la familia junto con otras personas quienes también habían venido para ver el museo.

Enseñándoles un cuadro de la segunda guerra mundial, fue cuando el tour se había detenido por culpa de alguien.

- ¿¡Cómo puede ser que hayan cancelado mi obra maestra!? -

Todas las personas que estaban en el lugar dejaron de hacer lo que hacían y vieron aquel hombre quien llevaba ropajes que parecían harapos debido a lo mal estado en que se encontraban aquellas prendas.

- Doctor Animo, entienda, es porque...-

- ¡Entender nada! -grito en rabia- ¡He pasado toda mi vida en esta investigación para revolucionar la especie pero ustedes lo han tirado a la basura, me toman como un chiste! -agarro del cuello de la camisa al pobre hombre que estaba ya asustado por culpa del hombre amarillento.

- ¡Lo hicimos porque experimenta con animales, Animo! -exclamo casi llorando del miedo- ¡Seguridad ayuda!

- ¡Prometo vengarme malditos desgraciados desagradecidos!

Todos los presentes vieron como aquellos guardias de seguridad se llevaban al reconocido como Doctor Animo del brazo mientras esté daba todo tipo de insultos a los presentes del lugar.

T/N 10: Chaquetrix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora