Apo estaba hirviendo, prácticamente soltando humo por la nariz como una bestia enfurecida. Al menos esa fue la impresión que tuvo Jeff cuando este se apareció por primera vez, en meses, en su apartamento.
Apenas le abrió la puerta, su mejor amigo se autoinvitó a pasar y a saquear su minibar. Eso no importaba para Jeff, porque a pesar de que en los últimos dos años se habían distanciado un poco, él continuaba sintiendo a Apo como su hermano.
Apo despotricó con demasiada pasión para, según él, no importarle una mierda loque hiciera Mile. Principalmente fue Apo hablando sobre como el cabrón era un mal hombre, un cínico, mentiroso y todo lo que se le ocurriera gritar a los cuatro vientos, cegado por la cólera.
—¿Quieres una opinión imparcial sobre este tema?—dijo cuando por fin se hizo el silencio—
—No—contestó Apo y tragó de una su shot de tequila—
—Todavía sientes algo por él. Y te jode que, a pesar de estar enamorado de ti, se vaya a casar con otra mujer—
—Me importa un carajo con quién se case Mile. No es como si nuestro matrimonio fuera legal o alguna mierda—
Jeff ladeó la cabeza y movió lentamente su copa de vino tinto.
—Todavía es efectivo su matrimonio, el hecho de que decidieras fingir que no lo es...—
Apo lo fulminó con la mirada.
—¿De qué lado estás?—
—Del tuyo. Por eso te estoy abriendo los ojos, quitándote la venda, enviándote un rayo de luz, como quieras decirle—Jeff dejó su copa y agarró las manos de Apo—Estoy viendo cuánto te afecta esto, lo que te está haciendo, y no quiero eso para ti—
—Solo me quiere molestar. Él...no está enamorado de esa mujer—
Jeff apretó los labios, tragándose sus comentarios sobre Mile, pero sabía que Apo tenía razón. Su objetivo era alterarlo y lo estaba consiguiendo.
El sonido de la puerta abrirse hizo que ambos alzaran la vista.
Hubo una pausa incómoda hasta que el recién llego comentó:
—No sabía que esperábamos visitas—dijo el novio de Jeff—
—Apo llegó sorpresivamente, pero no es molestia—intentó mediar—
Barcode Tinnasit Isarapongporn encontró su mirada gélida con la de Apo.
—¿Es eso así?—
—Barcode...—la voz de Jeff tenía un claro tono de advertencia—
—Tan expresivo como siempre—escupió Apo—
—¿Se quedará a dormir?—Barcode dejó su bolsa en el sofá y se acercó a Jeff—
—No. Es solo una visita—
—Ya basta ustedes dos. No hay necesidad de despacharme con tanto descaro—Apo se puso de pie y recogió su saco—
—¿A dónde vas?—Jeff frunció el ceño—
—Me largo de aquí—
—No hemos terminado de conversar—agarró su brazo, pero la mano de Barcode apretó el suyo—
—Aparentemente sí—contestó por ambos—
Apo se apartó y miró con furia a Barcode.
—¿Cuál es tu puto problema? Desde que apareciste en la vida de mi hermano has estado lanzando pullas y comentarios sarcásticos hacia mí—
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Dios de la codicia // MileApo +18
RomanceApareciste en mi vida para destruirme, o al menos eso es lo que te dices a ti mismo todos los días. Eres ambición, codicia y malicia disfrazada de una jodida tentación, pero déjame decirte algo, cariño: ambos terminaremos en la ruina.