Saturno>Lukas Urkijo ✓

1.Astromelias

A veces me pregunto, ¿será que el amor verdadero existe o solo es una coincidencia? ¿O tal vez una simple relación entre personas desconocidas en este mundo loco lleno de gente igualmente loca? La cuestión es si uno realmente puede encontrar ese amor verdadero o no.

Pero bueno, tarde o temprano esas dos personas que se aman se unen en un gran vínculo para compartir el tiempo juntos en la vida, en la salud y en el amor, hasta llegar a la vejez. A veces, sin embargo, me pongo a pensar: ¿será que mi amor verdadero llegará a la vejez o no? Porque hay amores que no llegan ni a la mitad de la vida, ya sea por accidentes automovilísticos o por enfermedades incurables.

Esto me recuerda a la película A dos metros de ti, que me hizo llorar muchísimo. Ellos tenían una relación tan hermosa, ¿por qué debía terminar en dolor y sufrimiento? ¿Será que su amor no estaba destinado a este mundo?

Si algo así me llegara a pasar, no sabría qué hacer. Por razones obvias, como no poder sobrevivir sin esa persona, volverme loca o incluso pensar en acabar con mi vida. Sé que suena dramático, pero piénsenlo: si amas a alguien más que a nada en el mundo, sentirías algo peor que lo que yo describo.

Esto no solo aplica al amor romántico, también a la familia: tu mamá, abuelos, tíos, primos, incluso tu mascota, a la que amas con todo tu corazón. Esto me trae recuerdos dolorosos de mi perro Tom, un hermoso perro negro que vivirá siempre en mi mente. Esa experiencia me traumatizó y me hace difícil encariñarme con otra mascota, por miedo a que vuelva a morir, aunque la muerte sea algo inevitable.

El miedo a la muerte no es lo único que nos asusta. También tememos al fracaso, a no ser lo suficientemente buenos o a que algo no nos salga bien, ya sea en matemáticas o en el amor. Sin embargo, creo que el fracaso es parte de lo que nos hace crecer. Nos enseña que la vida no es perfecta y que siempre habrá derrotas, de las cuales te levantarás más fuerte, como un guerrero.

Lo mismo ocurre en el amor. A veces te rechaza esa persona que te parece tan increíblemente bonita o te hace sentir que no vales nada. Son personas estúpidas por no valorar sentimientos sinceros, mientras valoran a quienes los hacen sufrir. Yo también tengo miedo de enamorarme de la persona equivocada.

La luz del atardecer se colaba por las ventanas del pequeño salón donde Kelly y Alan jugaban, creando destellos dorados sobre el suelo de madera. Era un día común, de esos que a simple vista no parecen especiales, pero para Kelly, cada momento que pasaba con Alan era único. Eran inseparables desde que tenían memoria. Sus casas estaban una frente a la otra en un vecindario tranquilo de Estados Unidos, y eso había facilitado que sus vidas estuvieran entrelazadas desde el principio.

Alan tenía una sonrisa que podía iluminar una habitación entera, y aunque Kelly aún era muy joven para entender lo que significaba un amigo de verdad, sabía que no quería separarse de él nunca. Juntos habían construido mundos de fantasía en los que luchaban contra dragones, navegaban por océanos imaginarios y descubrían tesoros escondidos bajo el roble gigante que estaba en el parque cercano. Su amistad era tan pura como los días de verano, sin preocupaciones, sin responsabilidades.

Esa tarde en particular, estaban jugando a uno de sus juegos favoritos: inventar historias de aventuras mientras construían una fortaleza con mantas y cojines en medio de la sala de la casa de Kelly. Los padres de ambos sabían que una vez que se reunían, no había forma de separarlos hasta que la oscuridad del atardecer los obligara a regresar a sus hogares. Pero esa tarde, algo diferente estaba por suceder, algo que cambiaría la vida de Kelly para siempre.

Mientras Alan ajustaba la última manta sobre la "torre del castillo", Kelly notó que su madre estaba sentada en la cocina, mirando por la ventana con una expresión pensativa, algo que nunca había visto antes en ella. Sus padres solían ser alegres, siempre conversando con sus vecinos y dedicando tiempo a sus hijos. Pero en los últimos días, había un aire de tensión en casa, como si estuvieran esperando algo importante.