Si es blanca expresa pureza, si es roja, deseo; si es rosa, amor y cariño y si es amarilla, erotismo.
Los días en Australia se deslizaban suavemente entre risas, surf y aventuras con Sofía. A medida que pasaba el tiempo, Kelly se dio cuenta de que su amistad se había transformado en un lazo sólido y confiable. Sofía no solo era una amiga; se había convertido en su pilar de apoyo en este nuevo capítulo de su vida.Las semanas avanzaban, y la escuela se llenaba de actividades emocionantes. Sofía siempre estaba al tanto de las próximas oportunidades para involucrarse, desde clubes deportivos hasta eventos culturales. Una tarde, después de clases, Sofía le sugirió a Kelly que se unieran al club de fotografía.
—Tienes un gran ojo para las cosas —dijo Sofía, animada—. Creo que disfrutarías mucho.
Kelly nunca había considerado la fotografía como una de sus pasiones, pero la idea de capturar momentos especiales junto a Sofía la emocionaba. Decidió unirse, y desde ese día, comenzaron a explorar la ciudad en busca de lugares únicos para fotografiar.
Durante sus paseos, descubrieron coloridos murales en las calles, playas escondidas y cafés encantadores. Cada foto que tomaban contaba una historia, y a través de la lente, Kelly comenzó a ver el mundo con nuevos ojos. Se dio cuenta de que la belleza se encontraba en los pequeños detalles, en los momentos cotidianos que muchas veces pasamos por alto.
Una tarde, mientras estaban en la playa, Kelly capturó una imagen de un grupo de gaviotas revoloteando sobre el agua. Se rió al ver cómo Sofía trataba de atraparlas con una de sus galletas.
—¡Mira esto! —exclamó Kelly mientras mostraba la foto a Sofía—. ¡Es perfecta!
Sofía se inclinó hacia la imagen, sus ojos brillando con emoción.
—Eres increíble, Kelly. ¡Deberías mostrar tus fotos en la exposición de fin de año!
La idea de compartir su trabajo la llenó de nerviosismo, pero también de emoción. Con el apoyo de Sofía, comenzó a trabajar en una colección de fotos que reflejarían su viaje en Australia, capturando momentos que representaban su crecimiento personal y la nueva vida que estaba construyendo.
A medida que las semanas se convertían en meses, Kelly y Sofía continuaron creando recuerdos inolvidables. Se sentaban en la playa al atardecer, hablando de sus sueños y miedos. Sofía compartía historias sobre su familia y su propia experiencia al adaptarse a la vida en Australia, y Kelly se sentía agradecida por tener a alguien que la entendía tan bien.
Sofía había sido testigo de los altibajos de Kelly, desde sus momentos de alegría hasta las lágrimas por la nostalgia. Una noche, mientras estaban sentadas en la terraza de un café, Sofía le preguntó a Kelly sobre Alan.
—¿Todavía hablas con él? —preguntó suavemente.
Kelly sintió un nudo en el estómago, pero no pudo evitar sonreír al pensar en Alan. Había mantenido la comunicación con él a través de mensajes y videollamadas, y aunque a veces la distancia la hacía sentir sola, también sabía que su conexión era fuerte.
—Sí, a menudo —respondió Kelly, su voz llena de calidez—. Es como si nunca hubiera pasado el tiempo. Hablamos de todo y nada, y a veces me siento un poco perdida porque… no sé qué pasará cuando regrese a Estados Unidos.
Sofía le dio un suave toque en el brazo, y su mirada reflejaba comprensión.
—Es normal sentirte así. Pero debes recordar que tu vida aquí también está sucediendo. Estás construyendo algo hermoso, Kelly. No dejes que el miedo te detenga.
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Saturno>Lukas Urkijo ✓
Fanfic¿Cómo sería la vida si fuéramos solo constelaciones en lugar de seres humanos? Pero lo más importante es: si lo fuéramos, ¿cómo nos enamoraríamos el uno del otro? ¿Podríamos sentir esos sentimientos? No lo sé, pero si eso existiera, tú y yo seríamos...