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5

Hanni y Minji se dirigían hacia la biblioteca, sumidas en una conversación profunda. El campus universitario estaba lleno de la actividad habitual de estudiantes que corrían entre clases.

Al acercarse a la entrada de la biblioteca, la mirada de Minji se posó en una figura llamativa que caminaba adelante. La mujer tenía cabello ondulado y rojo que brillaba bajo la luz del sol, cayendo por su espalda como una cascada de fuego. Sus ojos brillaban con una energía viva y cautivadora, y su sonrisa parecía iluminar el entorno.

El corazón de Minji dio un salto. "Esa chica... es... impresionante."

Hanni siguió la mirada de Minji, levantando una ceja. "Sí, realmente destaca. No creo haberla visto antes."

"Literalmente está brillando, Hanni," dijo Minji, su ansiedad mezclándose con la emoción.

Hanni sonrió con picardía. "Deberías acercarte a saludarla o algo. Yo estaré aquí."

Minji sacudió la cabeza con fuerza. "¿Estás loca? ¿Qué le diría?"

Hanni solo sonrió y empujó suavemente a la chica mayor en dirección a la pelirroja. La intención era un empujón gentil, pero Hanni, al calcular mal su fuerza, hizo que Minji tropezara hacia adelante. La chica mayor, que apenas podía funcionar alrededor de chicas bonitas en un buen día, se encontró propulsada directamente hacia el objeto de su fascinación. Y Hanni solo pudo quedarse ahí, sintiendo vergüenza al ver la escena desarrollarse ante sus ojos.

Al estar frente a la entrada de la biblioteca, la pelirroja estaba absorta en su teléfono, su atención totalmente en la pantalla. Se movía con una elegante y casi ausente gracia, sin notar la pareja que se acercaba.

En su nerviosismo, Minji calculó mal sus pasos. Su pie se enganchó en el pavimento y se tambaleó hacia adelante, con los brazos agitados. Los libros y papeles que había estado llevando volaron por el aire, creando una caótica exhibición de objetos dispersos.

"¡Ay!" exclamó Minji al chocar con la otra chica. El impacto hizo que la pelirroja tambaleara ligeramente, y Minji cayó al suelo, rodeada de sus pertenencias esparcidas.

La desconocida miró hacia abajo con una mezcla de sorpresa y diversión. Sus ojos se agrandaron ligeramente al captar la torpe situación de Minji. "Whoa, ¿estás bien?"

Minji, sonrojándose furiosamente y tratando de recoger sus cosas, miró hacia arriba con mortificación. "¡Lo siento mucho! No te vi ahí, y-"

Hanni, habiendo presenciado toda la situación, decidió que no podía soportar la vergüenza ajena por más tiempo. Con una rápida excusa murmurada sobre tener que ir a pasear a su pez, hizo una salida apresurada, desapareciendo tras una esquina mientras se daba una palmada en la frente.

La pelirroja observó a Hanni irse con una expresión curiosa antes de volver su atención a Minji. Mientras ayudaba a Minji a recoger sus cosas esparcidas, sus ojos se posaron en unas notas que se habían soltado. Una de las notas llevaba el símbolo de los volantes de "Salvación".

"Hey, este símbolo me parece familiar," comentó, su tono pasando de ligero a intrigado. "¿De dónde sacaste esto?"

La cara de Minji se volvió roja como un tomate. "Um, eso es de un folleto que vi sobre esta 'secta de Salvación'. Solo estoy-eh-investigando para un proyecto de clase," tartamudeó, sus intentos de recuperar la compostura solo la hacían sentir más nerviosa.

Los ojos de la chica brillaron con reconocimiento, una chispa encendiéndose dentro de ella mientras estudiaba el símbolo en la nota. "Oh, interesante. He visto ese símbolo antes."

Una cálida sonrisa se extendió por la cara de la pelirroja, en contraste con la frialdad del entorno de mármol de la biblioteca. "Y no te preocupes por el percance. De hecho, creo que es un poco entrañable."