XI

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El joven, de tez bronceada de iris azules, se encontraba recargado en el barandal del barco. La ligera brisa del océano que le daba en el rostro del mismo aire, dejó ir un suspiro; miraba el cielo celeste y las nubes esponjadas. Su pensamiento lo invadía la joven de ojos grises, había pasado dos años desde que ella tuvo que infiltrarse con Barbarroja, cada mes reportaba noticias de ella, pero últimamente ha estado ausente, al pasar el tiempo fue desarrollando su propia reputación por el océano, fue nombrada por los mismos marineros como la "Arquera de la Muerte", por la gran habilidad con el arco y la agilidad de su puntería que nunca es fallida. En batalla nadie nota su presencia, solo el punto de oír los jadeos de dolor por una de sus flechas, significando que ella está ahí. Marino, que la haya presenciado, solo puede describirla con la palabra "Parka".

A lo lejos se escucharon aleteos de una ave en particular; divisó a lo lejos una águila real. Aquella ave se posó en el barandal, tiró un pesado de papel enrollado, sus labios se curvaron de felicidad, se agachó para recoger el papel. Al desenrollarlo, vio que era de Lidia.

Cannon, pronto terminaré un trabajo en Port Royal, por orden del viejo decrépito. En dos meses máximo debo ir rumbo a la Isla de Cerdeña, Italia. Creo que esto está relacionado con la masacre de los Wiccas. Aún no sé los detalles, pero te informaré cualquier noticia.

ATTME:

LIDIA MORGAN

Entró al camarote principal, con la nota en mano sonriendo. Los chicos, al verlo, sabían cuál era el motivo.

—Ya era hora de que se reportara—exclamó Valentino en tono serio con botella de Ron en la mano.

—Tuvo que haber tenido sus razones, Valentino —respondió a la defensiva, Mirko.

—Sabe algo de la masacre, ojos de plata—preguntó Guilio.

—Terriblemente, no tiene detalles, solo ha sido convocada a Cerdeña, dentro de dos meses.

—Ese pelirrojo ya debe de tener ese libro y Lidia no hace nada, de seguro nos ha traicionado —exclamó desconfiado, Piero mirando a Cannon.

El castaño de rulos se levantó de su asiento para acercarse enfrente de Piero el cual tenía la cabeza en alto sin mostrar arrepentimiento de sus palabras, levantó la mano para darle una bofetada.

—¡Jamás vuelvas a hablar así de ella!—alzó la voz enojadamente.

Cannon intervino para alejar Mirko de Piero—¡Basta ustedes dos, carajo!

—Cannon, sería más conveniente a que también nos dirigiéramos a Cerdeña —propuso Valentino, con la mirada fija en la nota de Lidia.

—Así será, Valentino —dio una pausa para quitarle la botella de ron a Valentino mientras le pega un trago—. Ahora esto está en las manos de nuestra Lidia. Ella nos llevará a la gloria.

Cannon sonrió de lado, para darle un trago más largo a la botella. Mirko salió del camarote azotando la puerta, sé llevándose con él. La nota de Lidia dejó caer de espaldas en el suelo de madera.

—Quiero que esto termine para poder estar juntos —susurró, dándole un suave beso a la hoja de papel.

.....

Italia (Isla de Cerdeña)

Mientras tanto, en Cerdeña había pasado un mes de la masacre de los Wiccas se dispersó la noticia por la isla entera. El rey, al enterarse de lo que había hecho Barbarroja ordenó que los cuerpos fueran exhibidos para dar ejemplo a los pobladores que le pasaría, a los que se dediquen a la brujería que su destino sería así o hasta peor sí ponen un pie a la isla. Faye, única sobreviviente de esa tribu, ahora se encontraba divagando por las calles de la isla, con único objetivo que es sobrevivir a los peligros de la humanidad. Tomó la decisión de ir a la isla, con la opción para conseguir al menos alimentos y bebidas. Pero la crueldad de las personas, al solo observarla, murmuraban sobre su aspecto físico, su ropa sucia, una que otra mancha de suciedad en su rostro, inocentemente pedía que le regalaran una manzana, para que pudiera consolar su estómago. Sin embargo, cada día se daba cuenta sobre la verdadera cara de los seres humanos, la ambición, egoísmo, envidia, abuso de poder. Al caminar por los establecimientos de comida escucha como la gente se expresa de lo sucedido de su tribu, llamándolos "Escorias Humanas", "Ardan, en el infierno esos demonios"cada palabra de esas personas quemaban el corazón de Faye de dolor cada día pasaba su expresión de su rostro cambiaba ya no era la niña alegre, ojos brillantes fue haciéndose llena de rabia y desprecio, incluso más allá del miedo y la tristeza hasta el punto que sus ojos fueran apagando. Está enfadada con toda la existencia, con su vida y con el mundo.

TINTA Y TESOROS: EL VIAJE ÉPICO DE LIDIA MORGANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora