• Capítulo 6 •

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[Hechizo fallido]

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[Hechizo fallido]

Mientras caminaban por el pasillo, Elinor comenzó a sentir un mareo repentino que la obligó a detenerse. Se apoyó bruscamente contra la pared, lo que alertó a Merid.

⸻¿Madre? ⸻preguntó preocupado, acercándose rápidamente.

⸻Solo... un mareo, nada más ⸻respondió Elinor, su voz vacilante mientras llevaba una mano a su frente⸻. Mi cabeza no deja de dar vueltas...

Antes de que pudiera terminar de hablar, su cuerpo cedió y estuvo a punto de desplomarse. Merid, alarmado, la sostuvo justo a tiempo.

⸻¡Mamá! ⸻exclamó con evidente preocupación.

Elinor cerró los ojos, apoyándose más en su hijo.

⸻Creo... creo que no me siento bien ⸻murmuró, débil.

Merid, aunque preocupado, no pudo evitar que su curiosidad lo venciera. Mientras la ayudaba a mantenerse en pie, susurró:

⸻Y... eh, ¿qué piensas del matrimonio ahora? ⸻preguntó, esperando que el hechizo que había puesto en el pastel estuviera haciendo su efecto.

Elinor abrió los ojos y lo miró con una mezcla de sorpresa y reproche.

⸻¡Merid! ⸻lo regañó, fulminándolo con la mirada⸻. Solo... llévame a mi cuarto, por favor.

Sin otra opción, Merid la ayudó a caminar, sosteniéndola con cuidado mientras ascendían lentamente las escaleras.

En otro extremo del castillo, Fergus se encontraba de pie sobre una mesa, dirigiendo a dos sirvientes que intentaban colocar una enorme estatua de oso sobre su trono.

⸻Más a la derecha... Eso, muy bien. ¡Perfecto! ⸻gritaba, gesticulando exageradamente con los brazos⸻. ¡Ahora apártense! No quiero que estorben mi puntería.

Mientras Fergus se preparaba para disparar una flecha a la nariz del oso, tres lords, padres de los tres jugadores, notaron a la reina y Merid en una esquina, acercándose a las escaleras. Lord MacGuffin fue el primero en reaccionar y, con los otros dos lords a su lado, se apresuró a interceptarlos.

⸻¡Mi señora reina! ⸻exclamó MacGuffin, inclinándose respetuosamente frente a ella⸻. ¿Han llegado ya a una decisión sobre los juegos?

Elinor, aún mareada, apenas pudo mantener la compostura. Levantó la cabeza con esfuerzo para mirarlos.

⸻Mis señores... estoy indispuesta en este momento ⸻dijo, con una voz débil pero firme⸻. Sin embargo, pronto conocerán la decisión...

Justo en ese momento, Elinor soltó un fuerte eructo que resonó en el pasillo. Merid y los lords quedaron inmóviles en un incómodo silencio. La reina, visiblemente horrorizada por lo que acababa de suceder, llevó una mano a su boca, avergonzada.

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