• Capítulo 13 •

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[La decisión]

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[La decisión]

La noche había caído sobre el castillo, y las sombras alargadas se mezclaban con la oscuridad. Los guardias patrullaban cada rincón del lugar, su vigilancia incansable creando un ambiente tenso de total alerta. Merid y Elinor se encontraban agazapados detrás de una roca, observando cuidadosamente el castillo, buscando una forma de entrar sin ser detectados.

⸻Mamá, ¿alguna idea? ⸻Susurró Merid, su voz teñida de ansiedad, mientras sus ojos recorrían la muralla custodiada por los guardias.

Elinor frunció el ceño, pensativa, analizando cada posible entrada. Tras un breve momento de silencio, su mirada se desvió hacia el puente que cruzaba el castillo, un poco más abajo. Un estrecho pasaje parecía estar libre de vigilancia.

Ambos se desplazaron con cuidado, manteniéndose en las sombras mientras avanzaban hacia el puente. Al llegar, Elinor levantó una pesada reja que bloqueaba el acceso a la zona subterránea del castillo. No era tarea fácil; la reja estaba firmemente sellada, pero con un esfuerzo coordinado, Elinor logró tirar de ella con fuerza, sacudiéndola hasta que cedió. El sonido del metal chirriando resonó en el aire, pero afortunadamente, ningún guardia parecía haberlo oído.

⸻Eso es todo ⸻Dijo Merid con una sonrisa, asomándose con cautela al interior. Los dos entraron rápidamente, emergiendo del pozo de agua con agilidad, sin que nadie los detectara.

Avanzaron por los pasillos del castillo, ocultos entre las sombras. Al llegar a una puerta cerrada, los gritos que surgían del interior de la sala del trono les llamaron la atención. Merid y Elinor se acercaron sigilosamente a la puerta y la abrieron apenas lo suficiente para asomar la cabeza.

Dentro, el caos reinaba. Cuatro clanes estaban en plena confrontación, desparramados por la sala del trono. Mesas volcadas, sillas rotas y una atmósfera de tensión que se podía cortar con un cuchillo. Los líderes de los clanes discutían acaloradamente, alzando la voz y gesticulando con furia.

⸻¡Basta de palabras! ¡Ya no hay tiempo para tradiciones! ¡Esto se decide ahora!⸻ Exigió lord MacGuffin, golpeando su mano contra la mesa en un gesto violento.

⸻¡Tú eres el rey! ¡Tú decides cuál de nuestros hijos se casará con una de las princesas! ⸻Respondió lord Macintosh, su voz llena de ira. En un movimiento impulsivo, un hacha se clavó en la mesa frente a él, demasiado cerca de su pie, haciéndole dar un paso atrás.

⸻¡Mi hijo es el más digno para desposar a una de las princesas! ⸻Defendió Fergus, con la voz dura y desafiante, mirando a los demás clanes con desdén.

⸻¡Si vas a favorecer a tu hijo por encima de los demás, la alianza se romperá! ¡Estaremos en guerra! ⸻Gritó Dingwall, mientras unas flechas volaban hacia su clan. Los guerreros se refugiaban bajo las mesas, pero uno de ellos, más robusto que el resto, atrapó una de las flechas justo a tiempo, evitando el impacto.

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